José Valencia: «Se habla tan poco de cante que estamos perdiendo la guía»

Es, cómo no, un cantaor del siglo XXI, con todo lo que eso conlleva. «Un artista ha de saber moverse en el escenario. La gente, en el teatro, también te ve, y hay que cuidarlo todo». ¿Qué problemas acusa el flamenco hoy? Pues, «en lo que a mi me concierne, y creo que a todos, se habla muy poco de cante. Ahora mismo, es el baile quien manda en las programaciones , pero el cante es la médula de todo, lo que marca la tendencia, lo que marca los estilos. Sin ese patrón, perdemos la verdadera guía. Y el debate en torno al cante se ha empobrecido mucho. Recuerdo conferencias en los años 90 donde se trataban cuarenta estilos diferentes de soleá. Hoy eso es impensable, porque hay compañeros que ni siquiera saben diez». La afición, según Valencia, a través del goce, es lo que lleva directamente al conocimiento. El estudio. El compromiso con la cultura.

La falta de referentes vivos en este terreno azota también a su generación, que se ha visto obligada a dar un paso adelante ante tanta ausencia. «Yo ya no quiero demostrar facultades, sino mostrar mi interior. En esa fase estoy». Le preocupa que la Ley del Flamenco no cuente con los propios artistas para llevar esta cultura a la escuela, «lo que sería un sinsentido. Más empobrecimiento». También que no se les enseñe a los más pequeños a amar lo que les llega sin más pretensión que la de experimentar con sus sentidos. «No hay manifestación más expresiva y con más fuerza que la nuestra, que compite con el resto de músicas en todo el mundo. Vamos a utilizarlo».

La ciudad, estos días, parece rebosar música en sus diferentes espacios, desde los más reducidos a los grandes coliseos. El Festival de la Guitarra de Sevilla llega a su fin con la voz de José Valencia y el toque de Juan Requena. Pero un día antes, este viernes, pasará por el Espacio Turina el malagueño Daniel Casares con su último proyecto: ‘Guitarrísimo’ , ese que ya presentó en la pasada Bienal, demostrando ser uno de los concertistas de su generación de técnica más desarrollada.

María Toledo, por primera vez en el Teatro de la Maestranza , se sentará al piano este sábado para interpretar el disco ‘Ranchera flamenca’, el cual ha sido nominado a los premios Latin Grammy en la categoría de Mejor Álbum Flamenco. Las creaciones de José Alfredo Jiménez, Pedro Infante, Jorge Negrete, Juan Gabriel y Vicente Fernández se cuadran así en directo en el compás de la bulería, la seguirilla, la alegría y la sevillana.

Mientras tanto, el Concurso Antonio El Bailarín sigue su curso en la peña Torres Macarena . Hace semanas que los tablaos abrieron sus puertas. Todo vuelve a su terreno natural. Los artistas, de golpe, al escenario.

Todo en Cancanilla de Málaga me pareció siempre de una rareza extraordinaria. Un cantaor rítmico que primero fue bailaor y que terminó interpretando mejor las seguirillas que otros palos. Su tono humilde, pero lleno de ironía. Su pelo. Esa forma personal de acortar y estirar la caña, el Mini que en su día le dejó a Camarón... Vivencia, gracia y seriedad se aúnan en este artista que no se prodiga demasiado cuando es de los pocos que alcanza la veteranía con salud en la garganta . El delirio de Cancanilla, lo que nos ha traído hasta aquí, es un coro que no suma en el resultado y una bulería pletórica a la Cañeta, su paisana. Un grito seco que presume de sobriedad. El silencio que de pronto va y se rompe, justo cuando se le hace de noche en la malagueña del Mellizo. José Losada le acompaña al toque y él da buena cuenta de su amplio conocimiento: afillado en la fragua, donde busca la verdad como remate. Largo en la soleá, que lo abarca todo entre Cádiz y Triana. Suena Fernanda. Suena Mairena. Suena él compartiendo una sentencia en el estilo de Juaniquí, allá por Lebrija. Cancanilla entra en la seguirilla sin prisas, con el peso de un corazón de piedra, que así se titula la pieza, dispuesto a desglosar ese misterio custodiado entre Jerez y Los Puertos, aunque con letras que evocan a La Repompa, a su tierra.

Este, que llega a sus 70, es el primer álbum de su carrera en el que se incluyen estribillos y otros recursos como flautas y voces para armonizar , un terreno que tal vez no le pertenece. O que no necesita. Lo suyo es todo una apuesta al metal. Belleza natural. Cantes que se suceden personales y remotos en ese gaznate sano que ha de durarnos muchos años. Como él clama: «El silencio le dijo al tiempo/quédate conmigo un poco/y escucha mi sentimiento».