Genios hasta el mismo día de su muerte

¿Cómo nació la idea de hacer un libro tan original?

La idea me surge al ir escribiendo en mi web sobre fallecimientos de músicos, a modo de efemérides, e ir viendo que en muchos funerales cantaban otros músicos. Fui recopilando referencias, sin ninguna pretensión, como mucho, elaborar un artículo para mi web. Pero me di cuenta de que podría haber material para una publicación más extensa. Lo que más me animó es que era un tema, las misas, los funerales, las capillas ardientes, los predicadores, del que no vi apenas materia editado, y pensé que podía aportar mi granito de arena. Hablar sobre las muertes de famosos del rock ya está muy trillado, pero no tanto hablar sobre lo que viene después, el paso entre la muerte y la inmortalidad .

¿Se puede considerar esta obra como una historia alternativa de la música popular del siglo XX?

No lo considero así. Hay estupendos estudios y enciclopedias sobre la música popular. Desde que ha habido música, alguien ha escrito sobre música. Sí se podría considerar como un apéndice en cualquiera de estos estudios consagrados. Con eso ya me conformaría.

¿Cómo fue el proceso de documentación a la hora de prepararse este libro?

Lo que a mí me hubiera gustado sería recorrer cementerios, iglesias, bibliotecas, hablar con reverendos… Pero uno es pobre y, por ahora, nadie me sufraga eso. Así que recurrí a esa biblioteca planetaria que es Internet, poniendo el mayor rigor y respeto en mis investigaciones. La mayoría de información la he sacado de publicaciones (biografías, libros de música…), y el resto, entre hemerotecas online (NY Times, L.A. Times, Chicago Tribune…) y revistas (New Musical Express, Jet Magazine, etc…). Es un libro imposible de escribir recurriendo a Wikipedia .

De entre todos los nombres que sobresalen en el libro, habría que destacar el de grandes músicos como Jimy Hendrix, Janis Joplin, Elvis Presley, Bob Marley o Chuck Berry. ¿Se puede conocer mejor cómo eran estos personajes a través del funeral que tuvieron?

En algunos casos puede dar una medida de cómo fue su vida, aunque no es lo usual. Casos de esto se pueden dar en el de Janis Joplin , quien dejó pagada una fiesta en el Lion’s Share de St. Anselmo , California, para que se emborracharan todos sus amigos , y donde tocaron The Grateful Dead . Apurar la vida hasta después de la muerte. O, el caso de Chet Baker , consumido por la heroína, a cuyo funeral acudió muy poca gente, no sabemos si por su comportamiento errático durante tantos años.

¿Por qué no aparecen en este libro John Lennon ni Michael Jackson, otros dos grandes iconos de la música popular?

El único «requisito» para que tu funeral aparezca en este libro es que alguien haya cantado en él. Estudié el funeral de Lennon , pero no encontré ninguna información que revelara que alguien cantase en él, así que tuvo que quedarse fuera, como tantos otros que me hubiese gustado haber incluido: George Harrison , Mark Bolan , David Bowie , Alex Chilton … En el caso de Michael Jackson , ahora mismo no sé por qué quedó fuera, porque cantaron gente como Mariah Carey , Queen Latifah o Lionel Ritchie . Será por falta de afinidad en el momento de escribirlo; pero está apuntado por si lanzo un segundo volumen

Al final de cada artículo recomiendas siempre una canción destacada del artista fallecido, ¿no?

Sí. Fue una idea de mi editor, Fran G. Matute , y nos pareció bien incluir una sugerencia de cada autor, una canción representativa de cada uno de ellos que pudiera sonar en el entierro del lector. Para quien no lo tenga claro aún…

¿Cuál o cuáles crees que han sido las anécdotas más curiosas vividas en los funerales de estos músicos?

Casi siempre suelo recurrir al funeral de Chet Baker cuando me hacen esta pregunta. Allí se vivió una escena entre violenta y embarazosa cuando su hija, Melissa, se encaró con la amante de Baker, Diane Vavra . No llegaron a las manos porque, según Melissa, no iba vestida para la ocasión. Otra anécdota curiosa es que la viuda de Sam Cooke llegara al entierro de su marido acompañada de Bobby Womack , con quien se casaría después…

El libro cuenta también con un prólogo de Carlos Zanón e ilustraciones de El Ciento.

Uno de los aciertos del libro son sus colaboraciones. A nivel gráfico, el trabajo que ha hecho El Ciento (Antonio J. Moreno) ha dado en el clavo de lo que se pretendía, desde sus ilustraciones interiores, con los músicos con los ojos cerrados, yaciendo en sus ataúdes, hasta la portada, donde ha dibujado al “pastor del jazz”, John García Gensel , que ofició el funeral de John Coltrane, entre otros. Por otro lado, el prólogo de Zanón es una antesala magnífica a las páginas que vienen a continuación. Si hubiera un premio «Prólogo del Año», deberían dárselo a él.

¿Cómo está siendo la acogida del libro tanto entre la crítica como entre el público?

Para el corto recorrido que lleva –se publicó en junio– creo que está siendo bien acogido, teniendo en cuenta que va dirigido a un público muy específico. Gracias a la difusión que tiene Jot Down, la editorial, ha gozado de bastante visibilidad en su lanzamiento. Ya me han entrevistado en «El público», en Canal Sur Radio, y en «La noche» de la Cope, y en breve lo hará «Hoy por Hoy», en la Cadena Ser, y «Kilómetros de Radio», en RN5, y se han hecho eco de él publicaciones como Andalucía Información o Ruta 66. Después de verano espero hacer más presentaciones por Madrid, Granada, Sevilla, etc… y sumarlas a las ya realizadas en Jerez y Rota.

¿Habrá una segunda parte de este libro o estás trabajando en algo totalmente distinto?

Ahora mismo estoy trabajando en algo distinto, aunque tengo el chip de «enterrador» puesto y cada vez que descubro algún funeral con música en directo lo voy apuntando en una lista. De hecho, hasta me hacen llegar algunos de ellos, como el de G.G Allin , que yo no recogí y del que hay hasta un documental hecho. Así que tengo ya una pequeña lista hecha. Si la lista se hace mayor, no tendré más remedio que darle forma como un segundo volumen.