Novela histórica
Eva Díaz Pérez: «Elio Antonio de Nebrija, al igual que nosotros, inaugura una nueva época»
La escritora sevillana novela la biografía del autor renacentista en ‘El sueño del gramático’, que presentó ayer en el Cicus
Jesús Morillo
La novela histórica suele, en la mayoría de los casos, ser un género que, frente a otras narrativas, corre el riesgo de devaluarse. Entre los principales motivos que lastran a muchas de estas obras están, por solo citar algunos, fantasear atribuyendo a personajes ... del pasado preocupaciones del presente , una tendencia a apabullar al lector con una sucesión de datos y documentación metidos con calzador en el desarrollo del relato o protagonistas que parecen más un arquetipo que una persona con sus pasiones, ideas y debilidades.
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Por todo ello, en el terreno de la novela histórica sobresale la voz de la periodista y escritora sevillana Eva Díaz Pérez , capaz de convertir en creíbles personajes literarios de carne y hueso a figuras históricas como Casiodoro de Reina, en ‘Memoria de cenizas’ (2005); Bartolomé Esteban Murillo, en ‘El color de los ángeles’ (2017); y, más recientemente, a Elio Antonio de Nebrija , protagonista de ‘El sueño del gramático’ (Fundación José Manuel Lara), que ayer presentó en el Cicus junto a la catedrática de la Hispalense Lola Pons y al editor Ignacio F. Garmendia .
Personajes todos ellos, salvo quizás en parte el autor de la ‘Biblia del Oso’ , que no tuvieron una vida plagada de episodios novelescos, sino que su mayor aventura los llevó por los caminos del conocimiento y del arte, lo que aún complica más a un autor la traslación a una trama narrativa de cuestiones, en el caso de Elio Antonio de Nebrija, como la innovación que supuso no solo para el español que se convirtiera en el primer autor de una gramática , al modo de la lengua griega o latina, de una lengua vulgar en Europa .
A pesar de estas dificultades, Eva Díaz Pérez plantea una narración en la que el lector puede seguir, a través de datos históricos y fabulaciones verosímiles a partir de esta ingente documentación, la vida de Elio Antonio de Nebrija, de quien se conmemora este año el quinto centenario de su fallecimiento .
Un hombre de su tiempo, de los primeros en apreciar el potencial de la imprenta y que la autora sitúa echando mano de la ficción, precisamente para subrayar esa condición, en medio de una de las cortes renacentistas más fecundas, la del Duque de Urbino , todo ello en un minucioso fresco de época plagado de detalles, de la gastronomía al vestuario, que hacen que cobre vida para el lector. Porque en el caso de esta autora, es el estilo el que guía un relato en el que se integra con naturalidad la reconstrucción histórica.
Una pincelada
«Eso es fundamental», explica la también directora del Centro Andaluz de las Letras (CAL) . «Cuando el escritor tiene que novelar una época y un personaje necesita muchísima documentación. Yo odio la novela histórica en la que el autor no conoce la época ni la historia de las mentalidades y la vida cotidiana. Para que los personajes funcionen en clave de época debe haber una gran labor de documentación, que después en la novela se queda en un trazo, porque al lector tienes que llegar de manera natural».
También es esencial que el protagonista sea de carne y hueso , combinando, en el caso de Nebrija, su pasión por el conocimiento y la necesidad de preservar el idioma, pero también su debilidad por los dulces y los placeres de la carne, además de compartir la visión de su época sobre la condición de la mujer y las dudas sobre si debía instruirse como los hombres.
«Un personaje no se puede poner a explicar en una conversación con otro un episodio histórico como una guerra. No puedes estar en plan lección en la novela histórica . Toda esa documentación debe estar quintaesenciada en el personaje y expresada mediante una pincelada. Yo tengo que conocer la época y me he leído la ‘Gramática’ de Nebrija, pero al lector lo que le tengo que trasladar es la esencia de este texto».
«No puedes estar en plan lección en la novela histórica, la documentación se debe expresar en una pincelada»
La primera ‘Gramática’ del español es uno de los grandes logros de Elio Antonio de Nebrija. Fue el primero que en Europa asimiló con ella a una lengua vulgar con los lenguas vehiculares entonces del conocimiento, en un camino que seguirán posteriormente otros países, de Portugal a Inglaterra .
«En Europa se sigue el sistema de Nebrija y es el que utilizan todos esos filólogos, que hacen lo mismo que él mucho después. Nebrija es un humanista y un defensor del latín como lengua de la cultura. Quería erradicar la barbarie en la universidad española con un latín exquisito, pero por otro lado le da prestigio con su ‘Gramática’ a la lengua vulgar. Él no será consciente de que después servirá para la difusión de la lengua de un reino que está extendiéndose por el mundo, porque su ‘Gramática’ servirá también para las lenguas amerindias y eso es modernísimo», señala la autora.
No es el único rasgo de modernidad de Elio Antonio de Nebrija que resalta Eva Díaz Pérez en una novela que «no es un artilugio lleno de antiguallas», sino que aspira también a revelar la contemporaneidad del legado de este gramático en cuestiones, por ejemplo, como el impacto en el Renacimiento de la invención de la imprenta, una revolución para el conocimiento comparable a la que se vive ahora con internet .
Hijo del Renacimiento
«Inaugura una época en la que se enfrenta a nuevas realidades y reacciona frente a los escolásticos medievales. Elio Antonio de Nebrija es un hijo del Renacimiento y por eso lo sitúo en Venecia cuando la invención de la imprenta o en la corte de Urbino valiéndome de una laguna documental».
«De alguna forma, Nebrija está inaugurando, igual que nosotros, una nueva época. Los paralelismos son evidentes, él es hijo de los incunables y nosotros estamos viviendo una época de incunables en internet, un momento de ‘fake news’ , de luces y sombras que están cambiando nuestra época y que la llena de incertidumbre , como la suya».
«He intentado presentar a un héroe intelectual y acercarlo al gran público»
Ante la pregunta de si cree que este quinto centenario permitirá que el gran público se acerque a una de las figuras más brillantes de la historia intelectual de España, Eva Díaz Pérez quiere ser optimista: «Hay muchos centenarios que terminan siendo fastos, pero albergo la esperanza de que haya un cierto interés de la gente y que descubra que tenemos un personaje en la historia de nuestra cultura que fue un pionero en cuestiones que nos pueden servir para el presente».
Y como novelista, añade, «he intentado presentar a un personaje admirable y un héroe intelectual, utilizando la novela histórica para que Elio Antonio de Nebrija conecte con el gran público».
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