De la desafinaducha al nomeolbidet: los instrumentos informales de Les Luthiers

Una selección de estos instrumentos se muestran en el Teatro de la Maestranza durante las ocho funciones de «Viejos Hazmerreíres» , desde este viernes al 15 de septiembre. Además, ocho de ellos los usarán en este espectáculo, del que ABC de Sevilla es medio oficial, Carlos López Puccio, Jorge Maronna, Tomás Mayer-Wolf, Roberto Antier, Martín O’Connor y Horacio «Tato» Turano . Serán los siguientes:

Uno de los instrumentos que integran el cuarteto (o cuartito) de baño . Diseñado y construido por Hugo Domínguez , está inspirado en una ducha de baño, en la que el chorro de agua cae en las aspas de un molino que, a través de una polea, hace girar unas ruedas con martillo de acrílicos que percuten en las placas de un metalofón . El efecto es un sonido «dulce y peculiar».

Este híbrido entre un bidet y un medieval organistrum es otro instrumento construido por Hugo Domínguez. Se toca haciendo girar una manivela que pone en movimiento dos carretes que poseen una citan sinfín enresinada, que frota dos cuerdas afinadas al unísono .

Es una especie de lira construida sobre la tabla de un retrete . Ideado y construido por Carlos Iraldi , el Linodoro es una tabla de váter a la se le ha adosado un clavijero de mandolina , un puente con microafinadores y ocho cuerdas de metal que abarcan la extensión de una octava y que solo pueden ser tocadas «al aire».

Es un instrumento creado mediante el acoplamiento de una bocina de gramófono a un «kazoo» o pito de carnaval . Su creador fue Ernesto Acher y permite a Les Luthiers hacer los sonidos del «jungle» de las orquestas negras cuando este grupo argentino monta números de jazz .

Es uno de los primeros instrumentos creados por el grupo. Ideado y construido por Núñez Cortés , quien lo ha ido perfeccionando con los años, está formado por 32 tubos de ensayo dispuestos en doble hilera. Los tubos se han afinado cromáticamente llenándolos con cantidades crecientes de silicona. El resultado es similar a la flauta de pan .

Este instrumento está construido sobre la base de un termo de butano y fue utilizado solamente en la obra «Visita a la Universidad de Wildstone» . Años más tarde, se perfeccionó el instrumento empleando una tubería de un trombón a pistones.

Es la principal novedad de este espectáculo. El instrumento, construido por Hugo Domínguez para ser utilizado en «Receta postrera» , uno de los números de «Viejos hazmerreíres». El instrumento consta de dos partes: la más aguda, encargada de la melodía, es un grupo de once sartenes; y la grave, que ejecuta el acompañamiento, de seis ollas . Estos recipientes están montados sobre bastidores y funcionan como cajas de resonancia . Su funcionamiento y sonido recuerdan a un clave.

Estas tablas las construyó Ernesto Acher en 1983, aunque años después las perfeccionó Hugo Domínguez para esta antología estrenada en 2014. Consta de la típica tabla de lavar de madera , forrada de hojalata, a la que se le han añadido varios elementos de percusión: un pequeño platillo , una caja china y un cencerro , que se tocan con dedales. Además, llevan una pequeña bocina.

Otros instrumentos que han creado Les Luthiers, aunque no estarán presentes en el espectáculo, dan muestra de la inventiva de estos humoristas, como el cellato , que parodia el violonchelo y que construyó Carlos Iraldi con una lata de líquido limpiador, o el «shoephone» , en el que unos zapatos se elevan y caen sobre una base de madera para imitar los misteriosos pasos en el corredor del número «El asesino silencioso».

Uno de los más reconocibles, por haberse reproducido en numerosas imágenes del grupo, es el bajo-barríltono, una parodia del contrabajo construida por Carlos Iraldi, que utiliza el barril como caja armónica en la que el músico debe introducirse.

Pura inventiva para unos clásicos del humor que actuarán en el Teatro de la Maestranza del 6 al 8 y del 11 al 15 de septiembre.