«La Cenicienta», una versión muy barroca del Ballet Nacional de Cuba

Sin embargo, el pasado enero, el Ministerio de Cultura cubano nombró su subdirectora del Ballet Nacional de Cuba, a la bailarina Viegsay Valdés , quien junto al bailarín Dani Hernández, han presentado la gira que el elenco realiza por Andalucía y que dará comienzo hoy en Cádiz, y tras pasar por Córdoba, Málaga y Granada, culminará el próximo día 16 de junio en el Cartuja Center de Sevilla.

El Ballet pone en escena «La Cenicienta» , obra realizada por el coreógrafo cubano, Pedro Consuegra en 1988 para el Ballet de Marsella y remontada posteriormente en 1996 para el Ballet Nacional de Cuba. El elenco viene a Andalucía con cuarenta y seis bailarines, «esta gira es una apuesta a pulmón», dijo Manu Sánchez, el actor y humorista, promotor de esta gira.

Viegsay Valdés, primera bailarina y ahora subdirectora de la compañía, empezó su carrera a los 9 años. Hija de un diplomático cubano (su nombre es Victoria en laosiano), dijo que «La Cenicienta» es un ballet para todos los públicos, porque tiene mucho de comedia». La subdirectora manifestó ser consciente de que asumía el legado histórico de Alicia Alonso, «la escuela cubana de Ballet es la última reconocida como tal en el mundo. Nos caracterizamos por nuestro virtuosismo clásico, por su fortaleza y también por su forma de interpretar».

Viegsay Valdés interpretará el rol de Cenicienta en Málaga y Sevilla junto al bailarín, Dani Hernández, considerado hoy como uno de los cien más importantes del mundo, que será el príncipe.

El bailarín recordaba su primera actuación en Sevilla en 2013 interpretando el rol de Albrecht en «Giselle» en el teatro de la Maestranza, el año en que se le rindió homenaje a Alicia Alonso. «Recuerdo que el público aplaudió durante diez minutos e incluso hacía un zapateado. Fue increíble». Alumno de Fernando Alonso, comenzó en la Escuela del Ballet cubano con 9 años, «es una formación integral, como bailarín y como persona», dijo.

Por su parte Viegsay Valdés recalcó el barroquismo de la coreografía de Consuegra, «en cuanto a pasos es muy compleja. El estudio muchísimo a Marius Petipá y su coreografía está inspirada en la esctructura clásica, con un final del segundo acto muy exigente , y una coda con los famosos 32 fouettes que es el culmen de los ballets clásicos», y destacó la enorme concentración y esfuerzo que esta compleja coreografía exige, «y que nosotros bailamos con nuestro estilo cubano».