Antonio Machado, un clásico vital en pleno siglo XXI

Sus versos continúan en la calle más de un siglo después de haber sido escritos, cantados y recitados, en muchas ocasiones, como señalaba de forma casi profética Manuel sobre su hermano, desconociendo el nombre de su autor. « Caminante, no hay camino ,/se hace camino al andar» e, incluso, el postrero «estos días azules y este sol de la infancia» se encuentran entre las líneas más recordadas de la poesía castellana del siglo XX.

Esta alargada sombra de Antonio Machado no sólo se proyecta sobre el reconocimiento social del poeta sevillano, sino también en su profunda influencia en la política —su figura y muerte en Colliure ha quedado como símbolo del exilio tras la Guerra Civil — y, sobre todo, en la literatura español a.

En este último apartado es evidente el influjo de sus versos en varias generaciones de poetas, pero también su condición de ensayista, con una prosa contradictoria, aparentemente sencilla y cargada de ironía que la dotan de gran actualidad, y que ha seducido a escritores estadounidenses como Raymond Carver y Frank O’Hara , como señala el profesor titular de la Universidad de Jaén, Rafael Alarcón .

«Su obra ha influido permanentemente en toda la poesía del siglo XX, y cada década ha buscado y encontrado a un Machado diferente, pero siempre próximo y cordial», escribe Alarcón en el prólogo de ‘A orillas del gran silencio’ (Calambur), la antología de la poesía de Antonio Machado que seleccionado y editado.

Ese influjo machadiano, añade, abarca, a derecha e izquierda, desde el grupo Escorial, con aquella primera antología de Dionisio Ridruejo, la Generación del 50 , la nueva sentimentalidad y los jóvenes poetas actuales, como la veinteañera Rocío Acebal , que parafrasea el famoso ‘Retrato’ del sevillano en el poemario con el que ganó el premio Hiperión.

La antología de este profesor se suma a la que ha seleccionado, prologado y anotado el escritor sevillano Antonio Rodríguez Almodóvar para Nórdica, titulada ‘Yo voy soñando caminos’ , que tiene, además, el atractivo de contar con ilustraciones de Leticia Ruifernandez , que documenta con sus dibujos todo el periplo vital del poeta, más un epílogo de Julio Llamazares .

«Hemos querido armonizar los siguientes elementos: biografía, poesía y filosofía . El libro respira ese planteamiento y los dibujos de Leticia aportan emoción, pues no subrayan los poemas, sino que sugieren», explica el escritor sevillano.

Además del carácter de antólogos, estos especialistas en la obra de Machado comparten el hecho de trabajar juntos en el estudio del legado que atesora la Fundación Unicaja de ambos poetas. Rodríguez Almodóvar y Alarcón diseñaron la exposición que inauguró el centro cultural de esta institución en Sevilla y preparan la edición de la obra teatral inédita ‘La Diosa Razón’ , firmada por los dos hermanos.

De estas investigaciones se beneficia la antología de Alarcón, que tiene como punto de indudable interés incluir por primera vez en una publicación generalista textos manuscritos de ese legado y el que se conserva en Burgos , borradores que permiten asistir al «taller literario» del poeta y que permiten profundizar en aspectos biográficos, como la conmoción que le supuso el reencuentro del amor con Guiomar o lo «pudoroso» que era Machado a la hora de expresar sus sentimientos en los poemas, por ejemplo, tras la muerte de Leonor , que termina «mejorando» literariamente «sin mostrar de forma tan clara su dolor».

Más allá de esto, ambas antologías comparten la pretensión de ofrecer una imagen de conjunto de Antonio Machado y su obra, una suerte de puerta de entrada a su figura , potenciando más la relación entre poesía y biografía la de Rodríguez Almodóvar; y centrandose más en los diferentes temas que animan su obra, la de Alarcón.

«Pretendíamos tres cosas: una biografía del poeta, con parada en todos los lugares relacionados con su biografía; un acercamiento a su obra, no sólo poética, también a su pensamiento heterodoxo ; e ilustración, tres elementos que no son fáciles de encontrar en una antología», explica el responsable de 'Cuentos al amor de la lumbre'.

El profesor de la Universidad de Jaén pone el acento en su antología en la revolución que supuso para las letras españolas la poesía de los Machado de Juan Ramón Jiménez, por cuanto lograron «metabolizar, que no imitar como Villaespesa, el simbolismo y su lección de poesía intimista, dotada de elementos irracionales, que conforman la columna vertebral del tronco del árbol de la poesía moderna española ».

Esa renovación lírica que protagoniza Machado en España es la que presentan dos antologías que son excelentes puertas de entrada al poeta, por cuanto siguen la evolución de su escritura desde ese simbolismo a los poemas más meditativos a partir de ‘Campos de Castilla’ , opuestos a las vanguardias literarias que dominarán la literatura hasta la Guerra Civil; sus aproximaciones al neopopularismo y el uso de la ironía; hasta llegar al proyecto frustrado de crear poetas apócrifos, como Froilán Meneses .

Ambos, además, coinciden en delimitar, empleando términos diferentes pero complementarios, los elementos definitorios de la poesía de Antonio Machado. El primero considera, y de ahí el título de su antología, que «ir caminando y soñando está en la médula del pensamiento machadiano».

El segundo, señala que el objetivo del escritor sevillano era «conseguir una poesía que caminara entre lo intuitivo y lo racional ; entre lo subjetivo y lo objetivo; entre lo individual y lo genérico; la esencialidad y la temporalidad».

Estas características, quizás, hacen que Machado siga siendo en pleno siglo XXI, en palabras de Alarcón, un «clásico moderno », porque, como destacó Octavio Paz en los años 70, añade, supo plantar todas las cuestiones importantes de la poesía moderna.