novedad editorial
Salvador Navarro: «Siempre tengo al ser humano en el centro de mis novelas»
El escritor sevillano publica su nueva novela, 'Toda tu vida en mí', un relato intimista sobre dos mujeres
«No te supe perder», una historia sobre violencia de género abordada desde múltiples perspectivas
Salvador Navarro: «En mis novelas quiero transmitir el desasosiego de Auster y el surrealismo de Murakami»
Inundaciones en Sevilla y el resto de Andalucía, en directo: última hora del desbordamiento del Guadalquivir, carreteras cortadas y estado de los embalses

Salvador Navarro (Sevilla, 1967) ha publicado recientemente su nueva novela, 'Toda tu vida en mí', que se centra en Maru y Beatriz, dos mujeres separadas por una generación, pero a la vez unidas en un momento de adversidad.
—¿Por qué has ... tenido la necesidad de contar esta historia con tintes más sociales en tu nueva novela?
—Hubo un suceso en estos últimos meses que me dejó marcado. La ONG Solidarios me ofreció escribir una historia de vida sobre uno de los octogenarios de los que cuidan. Una persona que vivía sola en un pequeño apartamento congelado en la calle Feria. No pude terminar el relato porque se murió antes de poder tener apenas más de un par de charlas, en las que lo único que me decía con la mirada era «déjame morir en paz». Me enfrenté, de golpe, a la soledad más absoluta y a la miseria como forma de vida. Así que quise construir una historia a partir de los desheredados, los viejos, los inmigrantes, los desahuciados, los repudiados, los trabajadores precarios.
—La trama cuenta cómo Maru trata de dar un giro de ciento ochenta grados a su vida tras un matrimonio de treinta años a la deriva. Después de llevar una existencia así, ¿es fácil resetear y empezar desde cero?
—Son fundamentales las ganas de vivir, pero además es necesario tener un reto entre manos, algo que te provoque y rebusques dentro de ti la fuerza para cortar por lo sano con la vida que te prepara el destino. A ella ese desafío se lo ofrece el azar. Un accidente fortuito de moto en la calle Torneo de un chaval marroquí, al que consigue consolar en sus últimos momentos. Éste le pide algo muy especial al morir, como no podría ser de otra forma en un momento así. Que cuide de su abuela.
«Mi primer objetivo es articular un mecanismo de complicidad entre lector y personajes, que se queden para siempre grabados en la retina los nombres de los protagonistas»
Salvador Navarro
—Y ahí aparece el personaje de Beatriz, que quiere morir tras perder a su nieto en el accidente. ¿Cómo es la relación que se establece entre esta y Maru?
—Beatriz vendría a representar al anciano que se me murió antes de escribir su historia. En este caso dibujé una mujer a la que se le van las ganas de seguir para adelante cuando pierde a ese chaval, que es toda su conexión con el mundo. No tiene desde hace años relación con sus hijos y era el único familiar que tenía a su lado. Maru consigue llegar a ella, a la abuela del motorista, para decirle que estuvo allí, a su lado, que no estuvo solo tras ser destrozado por un coche. Y que vio algo raro, que piensa que el accidente fue provocado. Ahí despierta la rabia en Beatriz para seguir hacia adelante.
—'Toda tu vida en mí' es un canto a las ganas de luchar. Tal y como está la vida en estos momentos y con una amenaza de crisis cada vez más grande, ¿es fácil luchar contra tantos elementos?
—Nadie nos explicó al nacer cuánto se podría complicar el mundo, pero estoy convencido de que vivimos en el mejor de los posibles a pesar de todo. El panorama mundial es terrorífico, la atmósfera política es asfixiante, el precio de la vida se ha disparado, pero estamos nosotros con nuestros valores, con la gente que queremos. El amor hacia ellos y hacia nosotros es el motor que siempre nos hará luchar. El amor es la vitamina.
—¿Es esta la historia más humana que has trazado hasta el momento?
—Siempre tengo al ser humano en el centro de mis novelas, mucho más que el escenario, la trama o la estructura, por mucho que cuide estos elementos. Lo que me motiva es afinar cada personaje, darles vida, hacerlos creíbles, crear empatías del lector hacia ellos, que sufran el desconsuelo de Beatriz, que achuchen a Maru para seguir al pie del cañón, que se mueran de risa con Reyes… Mi alma es humanista.
—Además del caso de Beatriz, ¿te has basado en alguien más para elaborar los personajes?
—Sí. En amigas de mi edad que tienen a los hijos criados y me transmiten ansiedad, que viven con maridos que se han convertido en desconocidos con los que se cruzan por los pasillos, que quieren recuperar el tiempo que no se dedicaron durante los mejores años de su vida. Que se revuelven por cambiar su destino.
—Como eres un escritor muy querido y valorado en las redes sociales, ¿qué 'feedback' estás obteniendo de tu último libro?
—Muy emotivo. Como decía, mi primer objetivo es articular un mecanismo de complicidad entre lector y personajes, que se queden para siempre grabados en la retina los nombres de los protagonistas, que vayan lentos en la lectura porque no quieren salir de la novela, que cierren el último capítulo y se agarren al libro tras escuchar las palabras finales que Beatriz dedica a su Maru.
—Tus novelas suelen funcionar muy bien con el boca a boca y eso te permite tener a unos lectores muy fieles que siempre esperan tus historias.
—Gracias. Tengo esa suerte, que es una suerte trabajada. Me siento orgulloso de mis lectores, aunque suene muy cursi. Son muy fieles, siempre están ahí. Compartiendo los extractos de las novelas que publico, acudiendo a firmas, presentaciones, preguntando por la próxima. Yo les regalo, desde hace muchos años, un relato diario en las redes. A las cinco de la tarde en punto. No imaginas la magia que se establece a partir de los comentarios, ni hay ciudad española por la que pase en la que no lleve libros dedicados para quienes me muestran su cariño y se ríen y emocionan con mis historias. Yo me entrego, pero recibo mucho más.

—Siempre me llaman la atención los títulos de tus obras. ¿Es esa una marca de la casa de las historias de Salvador Navarro?
—¡Me encantaría! Todo lo que sea crear imagen de marca es una garantía de éxito. Sí, son muy particulares, les doy tantas vueltas como a las trescientas páginas de la novela. Sufro mucho hasta encontrarlos, pero me parecen fundamentales. En mis títulos quiero que se deje entrever la trama de la historia y que adquieran su pleno significado cuando dejas atrás la última página.
—Después de esta novela, ¿tu próxima historia va a seguir en esta misma clave social e intimista o vas a volver al thriller?
—Pues voy a unir mis dos mundos literarios, el intimista y el thriller. Ya estoy en ella y quiero ponerme a prueba, porque voy a escribir en primera persona, inspirado en Thomas Mann y su Muerte en Venecia, acerca del paso del tiempo, de la atracción por la belleza y la juventud, de lo marcado que quedamos para siempre con nuestra infancia y adolescencia. Voy a rescatar a uno de mis secundarios favoritos, Pablo, que ya aparece en 'Huyendo de mí' y 'Y si aparece', para enfrentarlo a un desafío doble. Justo en la primera escena recibirá un regalo anónimo para viajar a Japón y, justo entonces, le llamará una amiga para decirle que su negocio se está incendiando. A ver cómo digiere este hombre las dos noticias.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete