crítica de Danza
'Origen...', un paseo por la Sevilla barroca de músicas y danzas
El Ballet Flamenco de Andalucía estrena el nuevo montaje junto a la Accademia Piaccere

Crítica de Danza
'Origen. La semilla de los tiempos'
- Dirección y coreografía: Patricia Guerrero
- Dirección musical, composición y arreglos Fahmi Alqhai
- Dirección de escena: Juan Dolores Caballero y Patricia Guerrero
- Dramagurgia: Juan Dolores Caballero
- Diseño de vestuario: Pablo Árbol
- Diseño de luces: Olga García
- Adaptaciones musicales flamencas: Dani de Morón
- Música e interpretación Accademia del Piacere, Quiteria Muñoz (soprano), Amparo Lagares (cantaora). Guitarra: Dani de Morón.
- Teatro de la Maestranza Día: 18 de mayo de 2025
Es la Sevilla del Barroco, aquella ciudad donde convivían el esplendor artístico y literario con la decadencia económica. Son años en los que se producen revueltas, epidemias y hambrunas. La Real Fundición de Cañones convive con los ceramistas de Triana y las fábricas de jabón. ... La ciudad se reinventa poco a poco, con tres estamentos protagonistas: el pueblo, la iglesia y la corte.
Pero el pueblo penaba y también se divertía y bailaban chaconas, el canario, folías, marionas, zarabandas la españoleta o jácaras. El baile siempre estaba presente casi de la misma forma en las calles que en los salones.
Con esta brevísima inmersión en la historia quiero ponerles en situación ante la nueva creación del Ballet Flamenco de Andalucía, una obra completamente distinta a las dos anteriores, 'Pineda' ballet de argumento sobre la figura de Mariana Pineda y 'Tierra bendita', una suite flamenca.
En este caso, la obra se titula 'Origen. La semilla de los tiempos'. Patricia Guerrero, acompañada del dramaturgo Juan Dolores Caballero se ha sumergido en esa Sevilla barroca de danzas y músicas y lo ha hecho de la mejor manera posible, con la dirección musical de Fahmi Alqhai, el violagambista sevillano que junto a la Accademia del Piacere ha puesto el listón altísimo en la música de este espectáculo que roza la perfección, tanto en la interpretación como en la selección del material musical del Barroco.
No se hace una reinterpretación, sino que la música de las danzas barrocas convive de manera casi natural con la coreografía de Patricia Guerrero, que con una estética libre y sobre todo flamenca utilizando numerosos zapateados y escorzos, nos hace deambular por aquel Barroco que conociera Murillo.
Empieza la obra con el pueblo que baila prestando más atención a los pies que a los brazos, hasta que éstos se alzan. La coreografía es vibrante, coral con algunos momentos de transición entre solistas, y sobre todo con un lenguaje lleno de pasos y de movimientos que se internan en la música sin entorpecerla. Van todos ataviados de gris con zapatos dorados, que no se quitarán en toda la obra.
Pero la Sevilla barroca también era el clero y la iglesia, por eso, en el segundo movimiento aparece un sacerdote, una procesión, la negritud. Es el momento más dramático de la obra, en la que la coreografía reduce al máximo el movimiento coral, destacando al personaje que interpreta magistralmente Eduardo Leal, con un baile duro, enérgico en zapateado e interpretación. El clero en toda su dureza, estamos en la Contrareforma.
Y por fin, la corte, con un atuendo rojo intenso, con sus jubones y golas en ellos y mujeres ataviadas con guardinfantes y mantones de manila que llenan de luz el escenario junto a arañas de cristal que descienden sobre la escena, y más tarde, los personajes cabezudos de la Tarasca.

Hay durante la obra momento espectaculares como la mariona que baila Patricia Guerrero, con un dificilísimo zapateado, acompañada por Fahmi Alqhai; el cante a dúo de la soprano Quiteria Muñoz y la cantaora Amparo Lagares; las transiciones al flamenco que interpreta Dani de Morón; los movimientos corales del primer tercio de la obra, con una espectacular coreografía llena de multitud de detalles de amplísimo lenguaje coreografíco; las luces de Olga García que van transportándonos desde la alegría del pueblo, al tenebrismo de las creencias y la opulencia de la corte; el vestuario histórico y actualizado de Pablo Árbol; los dos finales de la obra, uno desde la gran eclosión de la danza, donde el público irrumpió en aplausos, y el otro más pausado hasta conseguir una imagen que parece un cuadro barroco.
Y ahí está el origen del flamenco, las influencias populares de las danzas y músicas que el flamenco recibió a lo largo de los siglos hasta nuestros días, eso es parte de su riqueza.
Gran producción del Ballet Flamenco de Andalucía en complicidad con la Accademia del Piacere, el teatro de la Maestranza, el festival de Musica y Danza de Granada, el festival de Perelada y el de la Guitarra de Córdoba. Cuando se unen los esfuerzos se consiguen materializar grandes proyectos como éste.
Tras un estreno hay que ajustar detalles, sin duda, pero es un espectáculo de gran calidad tanto en dirección musical y coreografía, así como en la interpretacion de los 11 músicos y 16 bailarines que han demostrado sin duda su ductilidad en la estética que propone Patricia Guerrero en esta obra.
El Ballet Flamenco de Andalucía se consolida con'Origen', huyendo de tormentas anteriores, como una de las propuestas más interesantes de la danza actual. Que siga y que nunca decaiga, venga quien venga.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete