Los mayores expertos en el mundo romano avalan la candidatura de Itálica como Patrimonio de la Unesco

La última aportación ha sido la puesta en común de estos profesionales, que son una referencia mundial en el ámbito de la cultura romana. Entre ellos se encuentran Félix Arnold, director científico del Deutsches Archäologisches Institut de Madrid; Elena Calandra, directora del Istituto Centrale per l'Archeologia de Italia; Annalisa Lo Monaco, profesora titular de Arqueología de La Sapienza Università di Roma; Anna María Reggiani y directora general emérita del Departamento de Arqueología del Ministerio de la Cultura de Italia.

Según su opinión, «el sitio arqueológico de Itálica reúne todas las condiciones necesarias para su inclusión en la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco». En relación con su Valor Universal Excepcional (VUE) defendido en el último formulario elaborado para la propuesta, los expertos confirman que el urbanismo de Itálica «es un testimonio excepcional del intercambio de ideas y valores diversos del ámbito circunmediterráneo que contribuyó a constituir el momento de máximo esplendor cultural del Imperio Romano». Además, «que es el único ejemplo eminentemente representativo de un conjunto arquitectónico de nueva planta que ilustra de manera excepcional la concepción del espacio urbano y los rasgos definidores de la arquitectura monumental en época adrianea«.

«Reconocemos el valor de 'Itálica, Ciudad Adrianea' -que es el nombre de la candidatura- como testimonio excepcional de la civilización romana, un elemento clave en el origen del concepto de la Europa moderna; una Europa que, ayer como hoy, busca la plenitud del ser humano y que está basada en la ciudadanía entendida como el ejercicio de derechos que son el fundamento de la libertad. Una Europa que respeta la diversidad y crea espacios para la Integración e Inclusión cultural y religiosa. Valores que están en el fundamento de la Itálica Adrianea. Lo que nos lleva a proponer la inclusión del criterio III de Unesco», indicaron los expertos.

El traslado de la responsabilidad a la Consejería de Cultura, que se formalizó la semana pasada mediante la firma de un convenio, ha permitido poner sobre la mesa todo el recorrido de este proyecto que comenzó con la constitución de un consejo asesor en 2016. Desde entonces se han ido dando pasos seguros para que la antigua ciudad romana que se levantó en Sevilla sea más conocida si cabe. Fue justo un año después de la formación de este equipo cuando se lanzó la candidatura.

Ya en 2018, el Consejo Nacional de Patrimonio Histórico de España acordaba incluir a Itálica en su lista indicativa de monumentos susceptibles de ser elevados a la Unesco para que opten a la declaración patrimonial. A partir de aquí los trabajos se hacen más arduos, pues necesario redactar el formulario de inscripción, una tarea que le cuesta a sus promotores casi cuatro años. En ese tiempo se organizan también una serie de cursos del seminario Itálica En Clave de Patrimonio Mundial, que se han celebrado periódicamente hasta 2023.

En 2022 fue entregado a la Dirección General de Bellas Artes el expediente de defensa de la candidatura o formulario de inscripción, un documento de 481 páginas y 477 fotografías y planos dividido en nueve capítulos, merced a la reglamentación de la Unesco para estos procedimientos. Tras la entrega de dicho documento, correspondía que un experto externo al Ministerio de Cultura evaluase el mismo; aunque será el Consejo de Patrimonio Histórico del Ministerio de Cultura, órgano de colaboración en esta materia entre la Administración del Estado y las comunidades autónomas, el organismo que adopte la decisión sobre si elevar o no la candidatura de Itálica al Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco, que celebra una sesión anual.

Ya en junio de 2023, el consejo asesor de la candidatura celebró las mencionadas jornadas internacionales para reforzar el proyecto y recoger aportaciones de los expertos. A partir de este momento se ha previsto que un equipo de expertos en Patrimonio Mundial de la Consejería, que cuenta con la experiencia de haber participado en la elaboración de otros expedientes que alcanzaron la máxima distinción de la Unesco, se encargue de redactar el nuevo formulario de la candidatura, adaptándolo a la exigencias actuales de la Unesco. Ese trabajo será previo a la presentación al Ministerio de Cultura y Deporte para su valoración y elevación la Consejo de Patrimonio Histórico, órgano que decide las candidaturas que cada año presenta España.

Este nuevo formulario contemplará las conclusiones de las jornadas internacionales celebradas en junio y las del futuro plan de gestión de la candidatura del yacimiento arqueológico, documento aún en redacción.