inicio del curso

Madina y Sémper apelan a la memoria frente a la indiferencia por los años de barbarie de ETA

Los expolíticos han presentado este jueves en el Aula de Cultura de ABC su libro 'Todos los futuros perdidos' (Plaza&Janés)

Borja Sémper y Eduardo Madina debatirán en el Aula de Cultura de ABC

Borja Sémper, Lourdes Pérez y Eduardo Madina, este jueves en el Aula de Cultura de ABC Raúl Doblado

Un 20 de octubre de 2011, hace justo once años, ETA anunciaba mediante un comunicado el fin definitivo de su actividad armada. Después de casi cinco décadas de terror y violencia y tras más de 850 víctimas mortales, una nueva etapa comenzaba ... para España. Esta efeméride ha sido el leitmotiv con el que se ha iniciado el acto inaugural del Aula de Cultura de ABC del presente curso, que ha sido protagonizada por Eduardo Madina y Borja Sémper. Ambos han charlado sobre su libro 'Todos los futuros perdidos: conversaciones sobre el final de ETA' (Plaza & Janés), donde analizan desde sus propias experiencias personales cómo fue esa última época del terrorismo, a la vez que reivindican que la sociedad actual española no debe ser indiferente ni olvidar jamás aquella etapa.

Moderada por la periodista del Grupo Vocento Lourdes Pérez, esta concurrida Aula de Cultura -que patrocinan la Fundación Cajasol, la Real Maestranza de Caballería de Sevilla y la Fundación Vocento- ha comenzado con el recuerdo de ese comunicado de ETA de 2011. Según Madina, «fue uno de los días más emocionantes de mi vida y era la última pieza que le faltaba a la democracia en nuestro país. Once años después se vive una verdad estable tras casi cincuenta años de asesinatos de ETA». Además, ha dicho que se enteró de la noticia momentos antes de que se hiciera pública tras anunciársela el entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. «En ese momento no pude dejar de pensar en todas las personas asesinadas. Fue una tarde emocionante y uno de los días más felices de mi vida».

Por su parte, Borja Sémper ha asegurado que «a lo largo de la terrible historia de ETA habíamos asistido a treguas trampa. ETA había frustrado el ansia y la necesidad de paz y libertad que existía en España. En esos dos o tres años previos compartimos horas de conversaciones con guardias civiles que estaban fuera de nuestro país y esta vez sabíamos que sí se iba a acabar el terrorismo porque ETA estaba prácticamente desarticulada». En el ámbito personal, el que fuera portavoz del PP en el Parlamento Vasco ha dicho que aquel día «me pilló en la sede de mi partido en Gipuzcoa. Pensé mucho en mis padres, ya que por fin al día siguiente podríamos bajar a tirar la basura a la calle sin escoltas. Ya no sufriríamos ni disparos ni nos alcanzarían las bombas».

Alberto García Reyes, Lourdes Pérez, Borja Sémper, Mercedes Camacho, Eduardo Madina, Enrique Queralt y Francisco Robles raúl doblado

Ante el hecho de que ambos sean unos supervivientes de la banda terrorista, sobre todo Eduardo Madina, que fue víctima de ETA en 2002 tras sufrir un atentado que le causó graves lesiones físicas, el que fuera secretario general del Grupo Socialista en el Congreso de los Diputados ha recordado que «España tiene una historia incómoda, pero la historia es un gran laboratorio de avisos de lo que el pasado ofrece. Si estuviera ahora en la política haría que la gente no olvidara todo esto. Por eso Borja y yo decidimos publicar este libro, ya que había gente que pensó que sus vidas valían más que las de otras personas». Igualmente ha denunciado que la banda terrorista quisiera «elevar su idea de Euskadi a una idea total. No se puede matar a quien tiene una idea distinta a la tuya. A mí me tocó muy de cerca y 858 personas fueron asesinadas. Sólo la memoria nos defiende de pasados de sangre como los de ETA».

Sobre este asunto, Borja Sémper ha reconocido que este «no es un libro que pretenda hacer ningún revisionismo. Son conversaciones de dos personas a través de nuestra experiencia. Está ese lado oscuro de ETA, que intentó someter a los españoles. Pero hay también una historia de la nobleza de toda la sociedad española. Las instituciones democráticas españolas supieron estar a la altura de las circunstancias. Hemos vencido al terrorismo, pero no somos capaces de reflejarnos en esa victoria».

Ante la pregunta formulada Lourdes Pérez sobre qué lugar ocupa ETA en las vidas de ambos políticos, Madina ha añadido que esta banta terrorista «no está en mi cabeza. Ya no me visita en mi memoria, sino que yo la visito cuando quiero». Asimismo ha expresado su preocupación ante el hecho de que «la sociedad vasca no sea ágil en la gestión de su propio pasado. Muchos jóvenes vascos no saben quién es Miguel Ángel Blanco». Borja Sémper ha añadido que «acabé exhausto tras lo de ETA. Dejé la política hace algo más de tres años. Abandoné el País Vasco y eso me ayudó a sobrellevar el agotamiento. Para el libro estuvimos hablando tres días sobre ETA y fue emocionalmente agotador».

El expolítico del PP ha declarado igualmente que «hoy en día la sociedad reacciona de forma vehemente ante determinadas cuestiones como el maltrato o el racismo, pero me llama la atención que no mantengamos ese nivel de exigencia contra quienes propagaron la cultura de la violencia en el País Vasco. Una cosa es evolucionar y otra es olvidar y correr un tupido velo sobre determinadas actitudes».

En el libro se habla sobre el concepto «museo de la indiferencia», acuñado por Eduardo Madina. Este antiguo dirigente socialista aclara que «si en Alemania no hubiera habido indiferencia, Hitler no habría llegado tan lejos. Yo no soy capaz de mirar hacia otro lado como hicieron tantas personas. El silencio cómplice de tantas buenas personas hizo que ETA durara cincuenta años. Hubo mucha gente que sí dio la cara ante el terrorismo, por eso estoy orgulloso de formar parte de un partido al que ETA vio como un obstáculo para establecer su proyecto totalitario».

Un recuerdo a Alberto Jiménez-Becerril y a Ascen

También se han esbozado ideas como qué harían ambos si existiera un hipotético «Ministerio de la Memoria» y ambos intervinientes han coincidido en la necesidad de la educación para concienciar a la sociedad sobre todos estos actos criminales del pasado. En ese sentido, un compañero del instituto de Madina vino a Sevilla y asesinó a Alberto Jiménez-Becerril y a su esposa, Ascensión García Ortiz. Precisamente, la primera vez que Lourdes Pérez vino a la capital hispalense fue para cubrir este atentado.

Al final, la periodista ha preguntado a Madina y Sémper cómo se puede convivir actualmente con la izquierda abertzale. Ante esta cuestión, el primero ha dicho que «durante muchos años les ofrecimos el camino para elegir entre las armas y las letras o entre las armas y las urnas. Ellos trabajaron en un proyecto de país donde nosotros no cabíamos, pero yo formé parte de un proyecto de sociedad donde ellos sí cabían. Hay que soñar grande y pensar en mayorías amplias. En una sociedad mejor hay espacio para quien piensa distinto a ti». Por su lado, el exdirigente popular ha subrayado la idea de que «en España decidimos establecer un marco para la convivencia pacífica. Prefiero a los abertzales en un escaño que ante una pancarta. Como sociedad estamos dispuestos a que esto influya en la gobernabilidad de nuestro país», ha concluido.

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