Los libreros de viejo reclaman que la Feria del Libro nuevo se distancie más en fechas para no ver afectadas sus ventas

El director de la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión, José Manuel Quesada, asegura a ABC que «estamos teniendo quejas porque a los clientes no les parece bien que las ferias del libro nuevo y antiguo estén tan próximas y hay mucha gente que confunde ambas porque durante más de un mes la Plaza Nueva está ocupada por casetas de libros y mucha gente no sabe bien a dónde está yendo». De hecho, hay que recordar que la Feria del Libro de Sevilla concluyó el pasado 5 de noviembre y que los libreros de viejo apenas tuvieron algo más de una semana para el montaje de sus casetas, ya que la Feria del Libro Antiguo ha comenzado el pasado 17 de noviembre y finaliza el 9 de diciembre.

Los libreros de viejo se quejan que desde la Asociación de la Feria del Libro de Sevilla «nadie ha consensuado con nosotros ese cambio de fechas. Comprendimos que el primer año, por motivo de la pandemia, la celebraran en otoño, pero creíamos que luego volverían a su fecha habitual en primavera, pero como les fue muy bien no tienen intención de regresar a primavera. Nosotros no hubiéramos podido plantear lo contrario y haberla celebrado en primavera una semana antes de ellos», dice Quesada. Esa cercanía de las dos ferias está afectando mucho a las ventas de la Feria del Libro Antiguo, ya que hay muchas personas que compran en la del libro nuevo y luego no tienen presupuesto para comprar en la siguiente feria.

Por otra parte, desde la Feria del Libro Antiguo hay un temor de que haya un posible retraso en el inicio de este evento por problemas con el montaje. En este sentido, José Manuel Quesada comenta que en 2021 y 2022 «la empresa montadora ha sido la misma para las dos ferias y teníamos garantías de que se iban a cumplir los plazos. Este año, como la Feria del Libro Nuevo tiene que convocar a concurso público a la empresa montadora, el problema llegó porque se retrasó mucho el concurso. Al final, la empresa adjudicataria que salió elegida era otra distinta a la de los dos años anteriores, pero renunciaron porque nunca habían hecho ese tipo de montaje y se contrató a la misma empresa que trabaja para nosotros».

El director de la Feria del Libro Antiguo señala que tanto el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, como la delegada de Cultura, Minerva Salas, «se están mostrando muy receptivos con nosotros y ambos nos han dicho que no les parece normal que las dos ferias estén tan pegadas, y desde el Ayuntamiento nos han resuelto problemas logísticos de movilidad o urbanismo». También han hablado de las obras que afectarán el próximo año a la Plaza Nueva. La Feria del Libro Antiguo se trasladará con casi total seguridad a la Plaza de San Francisco, mientras que desde la Asociación Feria del Libro de Sevilla se adelantó su intención de moverse hacia la Alameda.

Por otra parte, los organizadores de la Feria del Libro Antiguo buscan que el Ayuntamiento aumente su asignación económica, que en estos momentos se cifra en 25.000 euros, mientras que a la otra feria le han otorgado este año 150.000 euros. «Está claro que la subvención de ellos tiene que ser mayor porque celebran muchas actividades y traen a escritores, hacen cosas con editoriales, etc., pero no es normal que el Ayuntamiento nos dé mucho menos cuando nuestra feria dura el doble de tiempo. Nuestro objetivo es crecer y organizar un mayor número de actividades, pero para hacerlo necesitamos más dinero. No queremos que se baje la subvención que recibe la Feria del Libro nuevo, sino que la nuestra se acerque más a esa cantidad y que el crecimiento de ellos y de la Feria de la Artesanía no sea a nuestra costa», concluye José Manuel Quesada.