Jorge Volpi: «Una novela crea unas condiciones, pero los cuentos rompen las reglas»

Comenta el autor de 'En busca de Klingsor' que hay dos razones por las cuales ha vuelto a escribir cuentos, un género con el que se dio a conocer dentro del mundo literario, pero que no ha cultivado demasiado en los últimos años. «He escrito pocos cuentos. Es un género que quien dominaba realmente era mi amigo Ignacio Padilla, que murió hace ya casi siete años. Quizás por eso me animé a escribir estos relatos». La otra razón que le ha llevado a publicar este libro tiene su origen en la pandemia, «porque estos cuentos los escribí durante esa época. Los libros de cuentos unitarios son como una especie de laboratorio. A partir de ahí decidí explorar la rabia y la ira, pero siempre empleando el humor como un antídoto a esa rabia».

Preguntado por ese estado de cólera que afecta al ser humano, el escritor mexicano asegura que «el hombre contemporáneo tiene muchos motivos para la rabia. Está la rabia que uno siente frente a la justicia, la violencia y la desigualdad. La rabia es un motor para cambiar las cosas. Por otra parte, en las redes sociales se inventan motivos para la rabia». En ese sentido ahonda en la idea de que «los líderes mundiales usan las redes sociales y crean rabias manipuladas con fines políticos. Se polariza a las personas a través de la rabia».

La mayor parte de los grandes escritores ha escrito cuentos y hay algunos autores que son especialmente recordados por su sabio manejo de este género, como Edgar Allan Poe, Guy de Maupassant, Anton Chéjov, Jorge Luis Borges o Julio Cortázar, entre otros muchos ejemplos. Este género permite una serie de licencias con respecto a la novela, que parece dominar el ámbito literario desde que se impuso definitivamente en el siglo XIX: «En una novela uno crea ciertas condiciones desde el inicio y uno desarrolla luego esas reglas. Sin embargo, un libro de cuentos unitario permite romper esas reglas, usando muchas perspectivas y recursos formales. Es como un material que está siempre preparado para la experimentación. Quería que cada relato tuviera su propia personalidad y que también pudieran leerse de una forma unitaria formando un todo».

El libro comienza con 'Irreversabilidad', un relato demoledor en donde no hay un solo punto: «Es un obituario de un alumno a su maestro. En realidad cuento la imposibilidad del alumno de escribir un obituario elogioso. Es más bien el monólogo interior de un alumno. Un monólogo no tiene signos de puntuación, por eso no empleo puntos para separar las frases».

Otro de los cuentos más interesantes de 'Enrabiados' es el que lleva por título 'Fatalidad'. En esta historia su autor combina lo mejor de la tragedia griega —hay personajes con nombres clásicos como Yocasta— con recursos cómicos y de humor negro. «En ese relato quería abordar la rabia en el mundo de la empresa privada. La ira se usó mucho en la tragedia griega, por eso me pareció muy interesante darle esa visión contemporánea».

Este es el segundo libro de relatos que ha publicado Volpi en Páginas de Espuma después de 'Días de ira' (2011). Detrás de este sello está Juan Casamayor, el editor que más ha apostado por este género en España en las últimas décadas: «Lo que ha hecho Juan Casamayor con el relato y el cuento es encomiable. El cuento ha tenido mucha tradición en la literatura española y latinoamericana. Que alguien busque a los mejores autores del cuento clásico y contemporáneo como ha hecho Juan es algo muy valioso».

El autor de 'Partes de guerra' no se explica por qué el cuento «ha calado más en el mundo anglosajón que en el hispanoamericano. En lengua española seguimos con pocos lectores en los cuentos. Tiene que ver con la manera en que estudiamos la literatura. La novela le deja poco espacio el cuento. Italo Calvino decía que en nuestra época vertiginosa iba a ser más fácil leer textos cortos, pero cuando el lector termina de leer un cuento tiene que hacer un esfuerzo enorme para comenzar otra historia totalmente distinta».

En la actualidad, además de su amigo Ignacio Padilla, Volpi destaca a dos autoras que están brillando dentro del género del relato: Samantha Schweblin y Mónica Ojeda. También resalta en cuanto a los clásicos a Edgar Allan Poe, del que Páginas de Espuma publicó sus 'Cuentos completos' en una edición que prepararon el escritor mexicano y Fernando Iwasaki. Con este último precisamente Volpi acaba de organizar en Málaga Verdial: «Ha sido un festival de creación hispanoamericana con más de setenta escritores, dramaturgos, cineastas, etc. Un homenaje a la Generación del 27 a través de la cultura contemporánea. Además, hemos contado con invitados de primer nivel como Alejandro González Iñárritu», concluye.