Johnny Depp: «Todos los artistas tienen algún momento de cuelgue, de locura»

-Es la primera vez que visitan Sevilla. ¿Qué les ha parecido la ciudad?

-Johnny Depp (JD): No la conozco lo suficientemente bien. Tengo una necesidad sincera de conocer mejor la ciudad de Sevilla. Es la primera vez, de hecho, que yo vengo a Andalucía, al sur de España. De lo que me pueda acordar (ríe).

-Antonia Desplat (AD): También es mi primera vez, pero sí que me fui a pasear esta mañana y me pareció preciosa. Me encanta todo lo español, el flamenco, espero que podamos ir a ver un poco de flamenco.

JD: Hay que hacerlo. Voy a intentar si puedo engañar a la gente que está intentando meternos en un avión para llevarnos a otro sitio, a ver si consigo timarles un poco, les voy a dar dinero, cualquier chantaje, lo que sea necesario para quedarnos un día más y por lo menos vivir la ciudad un día más.

Estaba una vez en Barcelona y alguien me llevó a un restaurante, que parecía una cafetería con una luz muy fuerte, era muy viva, era gente de verdad. Hace muchos años de eso, estaba yo con Vanessa (Paradis) y fui a cenar a un sitio de gitanos. Nos llevaron de la habitación con más luz a otra oscura y allí, con dos mesitas, pude ver el flamenco más bonito. Era absolutamente hipnotizante, te quedas paralizado, me quedé completamente alucinado.

-AD: Yo nunca lo he visto.

-JD: Oh, Dios mío, quiero que lo veas, tiene que ir a verlo.

-En la película hay una escena de toreo y una canción en español y usted está muy cómodo en Europa. ¿Le gustaría un proyecto en nuestro país y, por qué no, en Andalucía?

-Estoy preparado (dice mientras abre los brazos). Hace muchos años intentamos rodar con Terry Gilliam 'El hombre que mató a don Quijote, que se iba a rodar aquí, en el norte. Acabó siendo un desastre, hubo lluvia, granizo y al final ese proyecto se interrumpió. Tengo mucha ilusión, creo que voy a trabajar con mi queridísima amiga Penélope Cruz el año que viene en España —se refiere a 'Day Drinker', un 'thriller' de Marc Webb—.

-No dirigía una película desde hace 27 años, ¿qué le llevó a volver a la dirección? ¿Qué tanto le atrae del personaje de Modigliani?

-Al Pacino (sonríe). Estaba súper sorprendido, confundido. La primera vez que hablamos de este proyecto fue hace muchos años y él lo iba a dirigir. Todo este tiempo más tarde me llama Al y me dice: «Johnny, ¿por qué no lo diriges tú?» Yo no tenía el guion todavía y dije sí, venga, vale, ¿por qué no?, allá vamos, vamos a intentarlo.

Esto es complicado porque podemos estar leyéndonos un personaje todo el día y toda la noche, pero llega un momento en el que mi imagen del personaje ya no tiene ninguna expectativa, es lo que yo cojo de todos los personajes, es hacer las mismas tareas que hago como actor pero sin tomar decisiones definitivas que son para que las tomen los actores. Cuando hice 'The Brave' hace muchos años era un guion que yo había escrito, dirigía pero también tenía que estar para conseguir pasta básicamente. En aquella época me dijeron te doy dos millones para hacer la peli si no estás en ella y cinco de presupuesto si actúas. Y claro, tenía que hacerlo. Y fue una experiencia bella, bonita, pero también difícil. Hasta este mismo instante yo sé que fue uno de los mejores trabajos que conseguí sacar. Dirigir 'Modi' es, uff, no tengo que actuar. Yo tengo todas las ideas y espero, y veo lo que hace tu talento y lo que tu talento aporta.

Esta señora joven -dice poniendo la mano en la rodilla de su compañera- ha conseguido habitar a Beatrice, realmente igual que vuelve a mí Jack Sparrow, es como apagar y encender, aunque lógicamente hay un periodo de rampa de abajo a arriba. Tuve mucha suerte porque lo que Antonia aportó a la película... sólo ves la historia de ella, es una complejidad fascinante, lo que ella pudo hacer. Todo lo que yo hacía era capturar lo que ella hacía. Con los demás actores es lo mismo. Se han construido unas relaciones muy buenas, todo ha sido perfecto.

-El personaje de Beatrice de alguna manera equilibra a Modi. ¿Cómo ha sido trabajarlo?

-AD: No sé si es equilibrio. Ella vive con los pies en la realidad, es muy pesimista porque sabe cómo es la realidad y sabe que no la puede cambiar. No vive en las nubes, vive en lo concreto.

-JD: Para Modi se convierte en su madre cuidadora.

-AD: Lo que pasa es que los dos están rotos y da igual si ella está más en la realidad que él, no hay nada que vaya arreglar algo en ninguno de los dos.

-El personaje de Modi toca fondo varias veces, todo se funde a negro y aparecen los fantasmas. ¿Cree Johnny Depp que la locura es algo normal en los seres humanos, esa dualidad entre la realidad y lo soñado?

-Sí, existe esa dualidad, la locura viene de muchas formas. Hay muy poquita gente creativa que no haya tenido experiencia de cuelgue, de locura. Como todas las personas tenemos voces de la infancia que nos recuerdan cosas. Hay alegorías en la película como la escena del toreo. Es un momento en el que dos personas se conectan a un nivel tal, dentro del momento perfecto, en ese tejido que es tan fuerte. Esa secuencia muy pequeñita representa la vida, es una corrida de toros pero es algo lúdico, es jugar, es la vida.

No hay tiempo de más preguntas porque la agenda de los actores se impone, pero Depp, haciendo gala de su simpatía, grita: «¡Hazla!» Se agradece, pero llega la hora de una abarrotada rueda de prensa en el Alcázar, donde confiamos que se le puedan realizar más cuestiones. Qué le parece la victoria de Trump en su país, si como en 'Modi' su mejor obra está por llegar o lo que sus seguidores ansían: si hay posibilidades de que vuelva a protagonizar 'Piratas del Caribe'.

Volvemos a quedarnos con las ganas pese a que su comparecencia es larga, pero más dilatadas sus respuestas, en la que tiene palabras para las víctimas de la DANA -«todo nuestro corazón está con la gente de España»-, las diferencias entre el cine en Hollywood y en Europa, donde según él el «hambre continúa», y otro de sus papeles más recordados, el de Eduardo Manos Tijeras, personaje con el que confiesa tener más parecido.