Suscríbete a
ABC Premium

XXIII BIENAL DE FLAMENCO DE SEVILLA

El flamenco y yo

Juan Carlos Romero se hace un autorretrato en la Bienal

Cantar la edad, bailar los años 

Juan Carlos Romero en mitad de la disección de sus facetas ABC
Santi Gigliotti

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Qué es lo que va contigo, quién te acompaña en el camino, cómo de grande es la sombra, cuán profundo el horizonte. Eres lo que has hecho, pero también lo que vas a hacer. El lanzarte al vacío, el no conformarte, la vueltecita de rosca ... del envés. Es la diferencia entre el conformista y el que se niega a dejar de creer. El que tampoco ceja en el empeño de seguir creando, que es creer en lo que uno puede aportar. Pensamos esto llegando a la Encarnación, toqueteando con la mente el nombre del espectáculo de hoy: 'El que va conmigo y yo'. La propuesta para la Bienal de un músico y compositor que ha hecho de la inquietud su emblema, del flamenco un cuartel general desde el que partir y al que volver después de sus laureadas incursiones en otras vertientes y culturas sonoras. Alguien que, después de haber colaborado con lo más granado del panorama artístico, sigue poniendo el burro detrás. Ese 'y yo' implica la humildad de los grandes. En la puerta del Espacio Turina cruza la gente a ritmo de sábado. El que escribe se sienta en un poyete al lado del cajón que canta los oles cuando los transeúntes pasan. Muchos, al escuchar de repente el «vivan los sevillanos», se giran como pidiendo explicaciones con la mirada.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia