Félix Bolaños: «El cocidito madrileño ha engullido a Feijóo»
El ministro inaugura el ciclo de Letras en Sevilla que se celebra en Cajasol y que en su décima edición reflexiona sobre 'Políticos: ¿solución o problema?
Félix Bolaños, García-Page, Cayetana Álvarez de Toledo e Ignacio Camacho, en el ciclo 'Letras en Sevilla' de Cajasol

El ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes de España, Félix Bolaños, ha inaugurado la décima edición del ciclo Letras en Sevilla que organiza la Fundación Cajasol y coordinan Arturo Pérez-Reverte y Jesús Vigorra. La más «complicada» de la historia de estas jornadas se titula 'Políticos: ¿solución o problema?' y cuenta con una nómina de participantes, políticos, filósofos, historiadores y periodistas que a lo largo de tres días reflexionarán sobre el estado actual de la política española y su impacto en la sociedad.
La charla de Bolaños con el periodista sevillano Juanma Lamet llevaba por nombre '¿Tiene España los políticos que se merece?' y se ha prolongado por casi una hora y media. En ella, el público también ha podido realizar sus cuestiones al ministro socialista, que ha defendido que su profesión, pese a la «leyenda negra» que la rodea, es la única en la que se puede asegurar han sido los ciudadanos los que «han empoderado a sus representantes».
Bolaños ha agradecido la invitación a un foro donde «se viene a hablar, a reflexionar y que sin duda nos va a enriquecer». En este sentido, ha asegurado, «en un mundo con tantos medios, el problema es que no nos escuchamos, si lo hiciéramos nos daríamos cuenta de que todo el mundo tiene una parte de verdad. No es un profesión sencilla, pero los que tenemos vocación de servicio público lo hacemos con toda convicción, no salimos de un planeta muy lejano».
En este sentido, y a la consideración de Lamet de que la profesión política funciona como una «trituradora» de la vida civil, el ministro de la Presidencia ha confesado que se trata de una elección «arriesgada» en la que pesa la «vocación». Así, el periodista ha recordado que Bolaños de niño jugaba con los clic de Playmobil a montar parlamentos y el ministro ha destacado que en este aspecto se podrá escribir en su obituario que «cumplió un sueño» al dedicarse a la política que, a su entender, es un trabajo en el que se «gestiona el espacio público imprescindible para la convivencia». «Hasta el que dice que no tiene interés en la política tiene un posicionamiento político. Que alguien dedique su esfuerzo, talento e inteligencia por el bien de todos es digno de elogio y sin embargo recibe insulto», ha lamentado.
Ese descrédito que merecen los políticos a ojos de la sociedad española y que se refleja incluso en las encuestas del CIS -cuatro de diez de los problemas que más preocupan a los ciudadanos tiene que ver con la clase política- se revierte según Bolaños haciendo «pedagogía pública», por lo que ha insistido todos los políticos, independientemente de su ideología merecen «respeto». En este momento, el discurso del líder socialista se ha centrado más en incluir a los que, según él, «se dedican a la antipolítica», una forma de operar que, dice, tienen el propósito de que los ciudadanos «dejen de votar, que pierdan la esperanza», pese a que España cuenta con una alta participación en las elecciones generales.
Sobre si los jóvenes están «desconectados de los grandes partidos políticos», lo que ha favorecido un acercamiento a la extrema derecha, Bolaños lo ha comparado con una supuesta crisis del teatro de la que se habla cuando las salas están más llenas que nunca y se ha referido a cómo fallan las encuestas. «Los jóvenes, más que a partidos, están vinculados a causas como la defensa del medioambiente».
La sombra de la ultraderecha ha vuelto a planear cuando su interlocutor le ha preguntado sobre el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo. «Él llegó diciendo que iba a hacer política para adultos, pero el cocidito madrileño le ha engullido y está al albur de las posiciones más extremas de su partido», ha comentado en directa mención a Isabel Díaz Ayuso. Sobre la presidenta de la Comunidad de Madrid ha resaltado que encarna el «trumpismo en España». «Es una forma de hacer política que trata de deshumanizar al de enfrente. Busca que digan una burrada para que no se hable de lo que de verdad interesa».
Para Bolaños, la «ola ultraderechista» no sólo afecta a nuestra país e, insiste, «pretende con odio y polarización hacer que la ciudadanía pierda la esperanza en la política para desestabilizar el estado de bienestar. Los mensajes repetitivos de la ultraderecha en todo el mundo intentan que calen para que haya ciudadanos que voten en contra de sus propios intereses». En este punto ha mencionado a Steve Bannon, jefe de campaña de Trump en las primeras elecciones en las que consiguió la presidencia de los Estados Unidos. «Él dijo que con un enorme capital económico a su servicio podían conseguir dar la vuelta a gobiernos progresistas de Europa, que sería fácil», ha insinuado.
Lamet le ha insistido en que si al Gobierno le interesa incluir en el mismo pack a la derecha y a la ultraderecha en su «choque de cuernas» con la oposición. «Es que lo son porque necesitan unirse para gobernar. La única comunidad en la que la ultraderecha gobierna en solitario es la de Madrid. En Alemania el partido de Merkel coqueteó con la idea de ligarse con la ultraderecha pero rápidamente se alejó de esa posición. ¿Por qué eso no pasa en España? Por qué no deja de usar las técnicas de la ultraderecha? La posición de Feijóo está muy débil, no da la talla», ha criticado. «¿Llegará al 2027? no lo sé, pero seguro que Pedro Sánchez sí», ha apostillado. Después, ha rebajado la afirmación: «Hay muchas almas en el partido popular. No creo que sea un partido ultraderechista, pero sí hay personas ultraderechistas. Se están planteando hacia dónde van porque a Feijóo le ha engullido el cocidito madrileño».
«Tengo la conciencia muy tranquila»
El diálogo con el que se ha iniciado la décima edición de Letras en Sevilla y que contará con la presencia de los presidentes Emiliano García-Page (Castilla La Mancha) y Alfonso Fernández Mañueco (Castilla y León), además de Patxi López, Cayetana Álvarez de Toledo y Albert Rivera, entre otros, ha repasado la actualidad nacional en un ejercicio en el que Lamet ha pedido en varias ocasiones «autocrítica» al ministro Bolaños, calificado por Jesús Vigorra en la presentación como el de las «tres potencias» -en el argot cofrade-, por su triple cartera: Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes. «El primero que se lee los papeles sabe más, quien trabaja una hora más tiene una hora de ventaja con su adversario. El que trata de comprender y escuchar a todo el mundo para tomar decisiones lo hará sabiendo que es en beneficio del interés general. Es una profesión de servicio, de trabajo, de esfuerzo, de conocer la administración y la sociedad, hay que estudiar los temas en profundidad. Ayudo a que la sala de máquinas del gobierno funcione», ha subrayado sobre su labor en el Ejecutivo de Pedro Sánchez.
Un trabajo que, comenta, le permite dormir y no sufrir en demasía. «Yo tengo un escudo que es tener la conciencia muy tranquila. Las críticas en las que tú sabes que podías hacerlo mejor, duelen más. Se sufre, pero más los familiares porque no entienden que todos los días haya medios de comunicación que te insulten. Este es un problema de la democracia, de España y de Europa. Hay personas que quieren vivir en el bulo para que no se sepa la verdad», ha argumentado.
El papel de la prensa ha entrado en cuestión en este momento de la charla. «No hay interés por señalar a los medios, pero queremos que cumplan con el artículo XX de la Constitución que habla de dar información veraz. Hay medios que mienten todos los días, es una realidad y me da pena que no sea el colectivo de periodistas el que ponga freno, las primeras interesadas en que esto no pasara deberían ser las asociaciones de periodistas».
Lamet le ha preguntado sobre si se siente buen negociador, especialmente con el independentismo catalán. «Depende del asunto, unos son más complejos que otros. Llevamos año y medio y la legislatura avanza, hemos aprobado 25 leyes. Este ha sido el parlamento que eligieron los españoles, me hubiera gustado otro resultado, pero nos dieron el mandato de ponernos de acuerdo, hay que escucharles y entenderles y ver hasta dónde podemos llegar. El ingrediente es respetar a las personas con la que te sientas. Hoy en España todas las fuerzas políticas tienen representación en las instituciones», ha asegurado, al tiempo que ha resaltado que ciertas concesiones como la amnistía o la financiación singular ha conseguido sentar las bases para la resolución del proceso soberanista en Cataluña.
Para Bolaños, hay un camino que lleva al fracaso seguro en una negociación, radiarla. «Si lo cuentas públicamente es más fácil quedarse atrapado», aduce, por eso defiende el silencio durante el proceso y la «publicidad» cuando se lleguen a acuerdos, ha insistido, el verdadero trabajo de un político en democracia. «Son un fin en sí mismo, es bueno para la sociedad», habla sobre lo que el define como «acuerdos equilibrados» para evitar la palabra concesión. La necesidad de llegar a acuerdos en un parlamento donde hay diferentes fuerzas nos lleva a flexibilizar posiciones. Y esto va para décadas, no va a ver mayorías absolutas de nuevo en mucho tiempo. Somos sociedades complejas y avanzadas y esa fragmentación representa la realidad actual. No hay homogeneidad de fuerzas y a todas les merecemos un respeto».
Lecturas para la acción política
A preguntas de Lamet y del público, la conversación ha tratado temas como el acceso a la vivienda, la gestión de la DANA o sobre quién marca la agenda política. También sobre las lecturas que ha influenciado al ministro, abogado de profesión y voraz lector. No quiso mojarse y confesó estar en la etapa de su vida en la que lee menos. Aún así, salieron títulos como 'El Príncipe' de Maquiavelo, 'El ensayo sobre la lucidez' de Saramago, el 'Tirano Banderas' de Valle Inclán o 'Fouché' de Stephan Zweig. «No me atrevo a recomendar ninguno que llame a la acción política porque sería noticia», ha concluido el político.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete