El Espacio Santa Clara de Sevilla inaugura en diciembre una nueva exposición de Luis Gordillo, 'Retroalimentación'

Desde que en 2019 fruto del acuerdo entre ambas instituciones se abriese un espacio permanente consagrado a la obra de Gordillo, en Santa Clara se han sucedido las retrospectivas sobre el autor, Premio Nacional de Artes Plásticas del Ministerio de Cultura. 'CarmenmásetcéterAs', 'Firmamentos interiores' y 'Manicromático' han servido para descubrir distintas facetas y matices de su producción, caracterizada entre otras cuestiones por el juego colorista que imprime a sus cuadros.

En esta ocasión, 'Retroalimentación' ahonda en la base fotográfica de sus pinturas, en cómo ambas disciplinas han corrido a la vez por el torrente creador del sevillano desde sus inicios, cuando recortes de rostros extraídos de revistas y periódicos se convirtieron en el germen de su primera gran serie, 'Cabezas', a mediados de los 60. A partir de ahí se observa la obsesión del pintor por el rostro humano, que le acompañará en toda su evolución.

La exposición se articula en varias salas temáticas que abarcan desde esas primeras exploraciones hasta sus últimos proyectos pospandemia, con sus murales fotopictóricos más recientes. En estas obras Gordillo combina elementos como fotografías de prensa, recortes, dibujos y pinturas, revelando un enfoque profundamente táctil y experimental que mantiene intacto su carácter innovador hasta la actualidad.

La Sala 1 alberga piezas de los años 70, época de su icónica obra 'Baño Dúplex', cuya imagen de un individuo sin rostro se convertirá en la base de otros trabajos como la 'Serie Lábil', la 'Serie Nueva York', las dos 'Series Blandas 'o la 'Serie Luna', cuya obra final pertenece a la colección del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.

En este punto de la trayectoria del artista hispalense, en el que juega dibujando y borrando gestos del rostro fotografiado colocando encima un cristal, ya se observa uno de los grandes méritos del genio, cómo siendo totalmente analógico, sin tener ordenador ni redes sociales, ha ido por delante en el tratamiento de la imagen fotografiada.

La siguiente sala, la número 2, recoge piezas de las tres siguientes décadas de producción, los 80, 90, y los 2000. La colección fotográfica de prensa que el sevillano atesoraba desde niño se convirtieron en los 80 en unos peculiares murales de imágenes conectadas, construyendo unos extraños collages con los que el artista dejaba al ojo del espectador dotarlo de sentido. Manteniéndose fiel a su trabajo artesanal, ya en el nuevo milenio y con el avance de las cámaras digitales, es cuando la fotografía prende definitivamente el trabajo de Gordillo en el estudio. El pintor sevillano opta por sacar las fotos en el laboratorio, manipularlas con las manos y no el ordenador.

Las dos salas siguientes presentan una serie de obras que tienen que ver con sendos elementos distintivos de la creación de Gordillo. La 3 contiene un resumen de esas obsesión por las caras mencionada anteriormente, pero en cómo ésta se ha visto influenciada en los últimos tres lustros. En la década de los diez, usa como modelo para sus fotografías caretas de goma 1 –con los rostros de José Luis Rodríguez Zapatero, José María Aznar e incluso Barack Obama; casi sin poder reconocer a los personajes– un elemento que vuelto del revés generaba una imagen entre intrigante y repulsiva que sirvió luego de inspiración para varios cuadros.

Por último, la exposición mostrará en la sala 4 lo más reciente de la producción, en concreto desde la pandemia hasta nuestro días. Se trata de sus extensos murales fotopictóricos y que funciona, según destaca el comisario de la muestra, en una especie de «autorretrato expandido» y en la que en muchas de esas caras él es el protagonista y casi siempre mostradas con humor. En estos murales además hay guiños continuos a pintores del pasado, desde Durero a Rembrandt, pasando por El Greco o Goya.

El Ayuntamiento de Sevilla, con esta iniciativa, reafirma su compromiso con la promoción del arte contemporáneo y la preservación del legado de Luis Gordillo, consolidado como uno de los máximos exponentes de la cultura visual del siglo XXI. Esta colaboración con la Fundación Luis Gordillo subraya la apuesta de la ciudad por acercar al público la obra de artistas que han definido el panorama cultural español e internacional. Hace menos de un año, en su visita al pintor Antonio López en su estudio de Madrid, José Luis Sanz aprovechó para recorrer la exposición de Gordillo que en ese momento se exhibía en la Sala Alcalá 31 de la capital madrileña y que mostraba una «extensa selección de obras» de los últimos 20 años de producción del artista hispalense.

'Retroalimentación' ocupará durante casi un año el Espacio Santa Clara, donde hasta el 30 de noviembre puede verse 'Tratado general del mundo', una aproximación a las galerías sevillanas. Este año además, el centro cultural consagrado al arte contemporáneo —al que recientemente se le ha sumado la Fábrica de Artillería—, ha dedicado una retrospectiva comisariada por Juan Lacomba del maestro sevillano de pintores José Luis Mauri, junto a Gordillo, los dos más importantes pinceles locales vivos.