El descubrimiento de América protagoniza la primera conferencia del ciclo 'La Corona y el Nuevo Mundo'

La jornada de hoy ha estado protagonizada por Ramón María Serrera, coordinador del ciclo y Catedrático Emérito de Historia de América de la Universidad de Sevilla (US), que ha puesto al público en contexto con su ponencia 'España, el descubrimiento de América y la primera vuelta al mundo (1492-1522)'.

Marcelo Maestre León, fiscal de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, ha sido el encargado de presentar el acto en el Salón de los Carteles de la Plaza de Toros, y ha aprovechado su discurso para destacar que «la colaboración entre la fundación y la Real Maestranza se inicia en 1996 y se ha mantenido hasta el presente, prueba inequívoca de que el ciclo está ya plenamente consolidado». A su vez, ha recordado que la trayectoria profesional del ponente «ha estado estrechamente vinculada y al continente americano. De hecho, fue presidente de la Asociación Española de Americanistas, Hijo Adoptivo de la ciudad de Guadalajara, México, y Premio de Investigación del Banco Nacional de México. Quién mejor que él como coordinador del ciclo y como conferenciante inaugural».

Por su parte, María Cristina de Ulloa y Solís Beaumont, duquesa de Arcos y presidenta de la Fundación Cultural de la Nobleza Española, entre otros, ha hecho referencia al discurso de Carmen Iglesias, directora de la Real Academia de la Historia, durante el encuentro de las Academias Hispanoamericanas de la Historia: «la universalidad, el mestizaje, la igualdad jurídica de todos a un lado y otro del Atlántico como súbditos del Monarca, es un sello especial diferenciador de la Monarquía Hispánica y que la historia del mundo no se puede entender sin la historia de España y la historia de España no se entiende sin la historia de América».

La historia del descubrimiento del nuevo continente está llena de mitos y dudas. De ahí que, durante su intervención, el coordinador del ciclo haya puesto algunas preguntas en el punto de mira: ¿Quién es el verdadero descubridor de América? ¿Colón pensaba que había llegado a un nuevo continente? ¿Cuántos barcos y hombres regresaron de la expedición original? ¿Por qué el nombre de Américo Vespucio quedó asociado al continente y no el de Colón?

Ramón María Serrera, arrancó su ponencia afirmando que «España le enseñó al mundo un nuevo continente, algo que no se conocía. En segundo lugar, los españoles, en este caso, Juan Sebastián Elcano junto con Magallanes, van a demostrarle al mundo lo que ya Eratóstenes en la época griega, en el siglo tercero antes de Cristo había especulado, que es el tema de la esfericidad de la Tierra».

A la hora de abordar el tema, el académico optó por empezar por el principio: la figura de Cristóbal Colón. «Colón empezó siendo pirata y terminó siendo almirante. Es uno de los grandísimos descubridores, y es para mí el más importante descubridor de la historia de la humanidad». Tras analizar su perfil, confesó que una de las cosas que más le llaman la atención es que «hace cuatro viajes a América, ¿pero cómo sabía Colón por dónde tiene que volver? Porque nosotros sabemos hoy lo que es el mundo de las corrientes Norecuatoriales. Colón sabía ir, pero lo que verdaderamente demuestra que Colón fue un navegante que conoció muy bien el mundo Atlántico era que en las cuatro ocasiones supo volver».

Sin embargo, Colón murió pensando que aquella tierra firme era Asia, y los mapas de la época, así como su pensamiento geográfico, lo demuestran. Aquí es donde entra Américo Vespucio, «un hombre muy culto», tanto, que para reflejar su nivel cultural, Ramón María Serena ha revelado que era familiar de Simonnetta Vespicci, la mujer que inspiró el 'Nacimiento de Venus' de Boticelli.

En un mapa que proyecta en la pantalla, el coordinador de esta actividad plasma cómo, en el año 1507, Américo ya era consciente de la forma curvilínea del continente americano, «porque América del Sur no está al sur de América del Norte, sino a la derecha de América del Norte. Es decir, América está desplazada. Hasta en eso fue Américo Vespucio un auténtico genio». El nuevo continente se empezó a llamar así a partir de ese mismo año en honor a Américo Vespucio, «porque el descubrimiento es cuando algo se descubre y se difunde ese conocimiento, no hallar de pronto», alega, y se empleó el femenino porque, por aquel entonces, los continentes tenían nombre de mujer: Europa, Asia, África… América no podía ser la excepción.

«El descubrimiento de un continente como este, por Vespucio o por Colón, tiene su importancia, no solo por ser algo nuevo o por la distancia, sino por la inmensidad continental, y eso se hizo todo bajo los auspicios de la Corona de Castilla. ¿Y la vuelta al mundo? Bueno, pues sí, es un portugués pero que estuvo en Sevilla y tuvo relación con la ciudad», comenta, dando paso a otro tema: la expedición de Magallanes y Elcano.

Rescatando las palabras del profesor José Luis Comellas sobre el Estrecho de Magallanes, Ramón María Serrena incidió en que «lo más opuesto a lo que probablemente se entiende como un estrecho, porque es una conglomeración de islas e islotes que obliga a vueltas y revueltas, a pasos difíciles, que tiene cientos de salidas, válidas o falsas, que marcha en direcciones opuestas, y en el que es facilísimo perderse incluso en tiempos modernos. Es un laberinto interminable, puesto que se extiende a lo largo de 562 kilómetros». «El paso del Estrecho de Magallanes fue una de sus grandes hazañas, y por eso se llama justísimamente así. Fue Magallanes el que se empeñó en encontrar el paso y la salida al Pacífico. Bendito el nombre de Estrecho de Magallanes, y un verdadero milagro el hecho de que Magallanes supiera encontrar la salida».

Inicialmente, la expedición marítima estaba dirigida por Fernando de Magallanes, pero al morir durante el viaje, terminó siendo capitaneada por Juan Sebastián de Elcano, completando así la primera circunnavegación de la Tierra en la historia, permitiendo así que Battista Agnese lograra ilustrar el primer mapa con la primera vuelta al mundo. «Salieron 250 marineros, viajaron en cinco naos. Por el camino, se perdieron la Nao Trinidad, la Nao San Antonio, la Nao Concepción y la Nao Santiago. Solo llegó Elcano con la Nao Victoria y 18 hombres».

El broche de oro a su intervención lo puso el mapa que el veneciano Giovani Cimmerlino publicó en 1566. Un mapa con forma de corazón basado en la obra de Oronce Finé de 1534. «A mí este mapa me emociona. Para mí, lo que sería hoy ideal es que este mundo con forma de corazón lo fuera, no solo en cartografía. Que la gente deje de matar, que la gente deje de odiarse, que la gente deje de luchar contra sí, que no haya tantas desigualdades, que no haya tantas miserias, que todo el mundo sea como el abrazo de estos continentes que vemos aquí metidos dentro de un corazón».

«Todo eso es lo que hizo la Corona Española, descubrir el mundo, y ya puede haber todas las leyendas que sea, que esto no lo van a poder arrebatar nunca», así terminaba la conferencia, cerrando el capítulo del descubrimiento de América y la primera vuelta al mundo. Mañana, miércoles 12 de febrero, Juan José Iglesias Rodríguez, ex vicerrector y catedrático de Historia Moderna de la US explicará las claves de 'Las bulas pontificias de 1493: líneas de demarcación y deber de evangelización'. El ciclo culminará el jueves con el discurso de José Jaime García Bernal, doctor en Historia y profesor titular de Historia, Moderna de la US, que abogará por 'La defensa del mundo indígena (1511-1800)'. Ambas jornadas tendrán lugar a las 19.30 horas, y la entrada será libre hasta completar aforo.