Los candidatos andaluces a los Premios Max: «Aquí hay mucho talento y poca visibilidad»

Israel Galván, Rafaela Carrasco, Isabel Vázquez, Vanesa Aibar, Alberto Conejero, Elena Carrascal y José Antonio Pascual (Animasur), entre los nominados en esta edición

Israel Galván: «yo ya no me siento un bailaor, sino una instalación, y como no me gusta bailar, me parece bien»

Los candidatos andaluces a los Premios Max, reunidos este miércoles en Sevilla con el director de la SGAE en Andalucía, José Lucas Chaves coun una simbólica manzana en sus manos Raúl doblado

Todas las ediciones de los premios Max están plagadas de creadores andaluces, y en esta de 2023 no podía ser de otra forma. Este miércoles se han presentado en Sevilla los candidatos andaluces finalistas de los galardones, que se entregarán por primera vez en Cádiz ... el próximo 17 de abril. Entre los que asistieron, Vanesa Aibar, Rafaela Carrasco, Israel Galván, candidatos en distintos apartados de Danza, a los que se une Mario Bermúdez; Alberto Conejero, nominado a Mejor dirección de escena por 'El mar: visión de unos niños que no lo han visto nunca'; Elena Carrascal, nominada a Mejor espectáculo de danza por 'Archipiélago de los desastres'; José Antonio Pascual (Animasur), nominado a mejor espectáculo de calle por 'Love, love, love' y Pablo Chaves candidato al mejor diseño de espacio escénico por 'Cucaracha con paisaje de fondo'.

Algunos de estos artistas se han dado cita ante un puesto de frutas del mercado del que 'pillaron' una manzana roja a modo de símbolo de los Max para hacerse una foto de familia y explicar después sobre sus respectivas candidaturas, ante el asombro de los placeros y de los turistas que junto con los clientes del barrio, se entremezclan ahora en el mercado de Triana.

Junto a ellos ha estado el director de la SGAE en Andalucía, José Lucas Chaves, quien en un primer momento ha destacado esta primera celebración de los Max en Cádiz, aún no repuesta la ciudad del éxito del reciente Congreso de la Lengua Española. Asimismo ha resaltado la siempre intensa presencia de los andaluces en las candidaturas. Sentados en la trianera Casa Cuesta y con la calle Castilla llena de guiris, el desayuno con los candidatos ha suscitado curiosidad entre los turistas que miraban por las ventanas.

«Aquí hay gente que ya tiene algunos Max», ha comentado Lucas Chaves, a lo que Israel Galván ha contestado que «creo que seis..., ah no, nueve, me corrigen. Se me habían perdido tres». Alberto Conejero recibió también un Max como autor de 'La piedra oscura'. La obra de Conejero y Pablo Messiez obtuvo otros cinco Max, incluyendo el de Mejor Espectáculo Teatral en 2016.

El flamenco y el metal

La compañía Vanesa Aibar y Enric Momfort están nominados al Mejor espectáculo de Danza por 'La reina del metal' y Aibar, además, como Mejor intérprete de Danza. En 'La reina del metal', la bailaora ha experimentado con el sonido de los metales y otros elementos, confesando que durante este proceso ha cambiado su manera de bailar «con el sonido y el movimiento. Cuando Guillermo Weickert, que me asesoraba, vio la obra, yo pensé que estaba muy dura, pero él me dijo que había que insistir en la idea, y la verdad resultó».

Tras haber hecho dos versiones cortas, una en online y un vídeo-danza en Artillería, la bailaora decidió realizar la versión actual de este espectáculo. «He descubierto que los sonidos provocan al movimiento y al revés», ha declarado, anunciado que acaba de estrenar una obra titulada 'Áspid' sobre el mito de la serpiente y la bailaora, «todo alejado del mito romántico del flamenco», ha dicho.

Israel Galván: «soy una instalación»

Israel Galván está nominada al mejor intérprete de Danza por su espectáculo 'Seises'. El bailaor, con una enorme sonrisa, anunció con sorna que a este espectáculo le queda un año y medio. «Ya se ha visto en muchos sitios y me voy haciendo mayor. Dentro de dos años me echan de los Seises», comentó con humor.

El sevillano se refirió en su intervención a cómo los espectáculos actualmente tienen muy poca vida, «hago las obras y luego ellas mismas me llevan hacia otro lado, se convierten en otras cosas«, a pesar de que Galván es de los pocos que conserva en repertorio una obra de largo recorrido, 'La edad de oro' realizada nada menos que en 2005, »porque el baile nunca muere, lo que mueren son las ideas», aseguró.

Sin embargo, el bailaor reconoce que actualmente el panorama de producción ha cambiado mucho, «te piden una obra en un sitio concreto, una producción para ése sitio y no para otro. Yo me siento más una instalación que un bailaor, hago cosas y se quedan ahí, no se llevan a ningún lado, no es exportable. Esto es un formato más relacionado con el mundo de las artes plásticas que con el baile, pero a mi me gusta más así porque nunca me ha gustado mucho bailar, y cada día me siento más artista plástico que bailaor».

Los candidatos a los Premios Max 2023, de izquierda a derecha, Vanesa Aibar, Alberto Conejero, Rafaela Carrasco, el director de la SGAE en Andalucía, José Lucas Chaves, Israel Galván, Isabel Vázquez, Elena Carrascal y José Antonio Pascual raúl doblado

El próximo espectáculo, o instalación, como dice el bailaor, la realizará en el Templete de Bramante de Roma, «y no me lo puedo llevar el templete, claro», ha bromeado, confesando además que los lugares le hacen bailar de una manera u otra.

Elena Carrascal e Isabel Vázquez: «más visibilidad»

La reivindicación de visibilidad de la danza vino de la mano de la productora Elena Carrascal, nominada a Mejor espectáculo de danza por 'Archipiélago de los desastres'. Ha agradecido la confianza de la bailarina y coreógrafa Isabel Vázquez autora de la idea y coreografía de esta obra, «porque es fundamental la confianza en el equipo para llevar a cabo un proyecto así», y reivindicó más presencia de Andalucía en las comisiones y órganos de concesión de ayudas o programación, así como de la Danza en la programación de los teatros. «Yo si produzco es porque distribuyo», aseguró, y añadió que la candidatura de esta obra en los Max, «la sitúa en otra línea de salida». Por último, se lamentó de que 'Archipiélago de los desastres', que ya ha tenido un recorrido amplio y está demandada por numerosos teatros, «no haya sido incluida en el catálogo del programa Platea, no lo entiendo».

Por su parte la autora de la coreografía e idea de esta obra, la sevillana Isabel Vázquez, ha destacado que es una pieza en la que se parte de la idea del fracaso, «porque todos hemos fracasado, pero la gente se siente identificada con ella porque al final se habla de la vida. Ése fue el punto de partida, la vulnerabilidad y al final derivó en el fracaso y el éxito. Todos en algún momento somos perdedores». Ha agradecido el compromiso de determinadas localidades con las artes escénicas, como es el caso de La Rinconada en Sevilla, que les permitió hacer una residencia de creación.

Isabel Vázquez, que fue en su momento profesora del Centro Andaluz de Danza, hoy organismo prácticamente desaparecido, destacó el hecho de que entre los candidatos a los Max, «hay cinco personas que pasamos por el Centro Andaluz de Danza donde se generaba talento. Eso lo hemos perdido y es lamentable», ha añadido.

Alberto Conejero: dos de Vilches

Alberto Conejero, nominado a la Mejor dirección de escena por 'El mar: visión de unos niños que no lo han visto nunca' (Teatro Nacional de Cataluña) y Mario Bermúdez, nominado al mejor espectáculo de Danza y mejor bailarín por 'El bosque', son el ejemplo claro de que cuando se apuesta por la opción de la creación, se triunfa. Ambos son de una localidad de menos de cinco mil habitantes de Jaén, Vilches, donde precisamente Bermúdez tiene su sede y residencia y donde crea sus obras.

«Somos de la maltratada Jaén y estos impulsos, como las nominaciones de los Max, hacen mucha falta porque somos los olvidados de los olvidados», ha dicho el dramaturgo satisfecho por haber sido nominado. La obra por la que está nominado tuvo unos siete años de preparación, «es un híbrido entre la palabra y el teatro de objetos, y me parece muy bien que el teatro de objetos tenga visibilidad en los Max, me hace mucha ilusión«. La obra narra la historia de un maestro durante la Guerra Civil que es fusilado cuando quería llevar a sus alumnos a ver el mar. «Yo estoy involucrado en el teatro de la memoria. Somos de la generación que ya vive sin testigos de lo que allí pasó, por eso es tan importante conservar la memoria para que la historia no pueda ser manipulada», ha señalado.

Para Conejero, es importante hablar de los maestros, de las escuelas, «las escuelas tienen que tener un lugar en la historia y hablamos muy poco de ellas en la sociedad, a pesar de que la memoria de la escuela es la memoria de un país», ha añadido, lamentándose de que la obra tan sólo se haya visto en Andalucía en el teatro Alhambra de Granada y en el Central de Sevilla.

Rafaela Carrasco, la necesidad de crear

La bailaora sevillana Rafaela Carrasco está nominada a los Max por la obra, 'Mejor coreografía por 'Nocturna, arquitectura del insomnio', un producto de sus propias noches en vela que confiesa ella quiso llevar al escenario. La bailaora y coreógrafa, que dirigió en su día el Ballet Flamenco de Andalucía, en el que participó en sus inicios cuando era Compañía Andaluza de Danza dirigida por Mario Maya, ha confesado las dificultades actuales de tener una compañía de gran formato.

«Quería dirigir y mover bailarines y me hacía ilusión volver a trabajar sólo con mujeres de edades diversas, entre los 20 y los 50 años, cada una con su personalidad y vivencias, y experimentar con el espacio sonoro, porque es la primera vez que trabajo con música grabada».

Con la dramaturgia de Álvaro Tato, su colaborador habitual, Rafaela Carrasco quiso reivindicar la presencia de la Danza en la programación de los teatros. «Hay muy poca danza, tan sólo un diez o quince por ciento de la programación de los espacios, lo demás es teatro, y no puede ser. Además, en el flamenco es aún peor cuando llevamos músicos en directo, siempre hay problemas. Hay que intentar equilibrar las programaciones y crear nuevos públicos». Para Rafaela Carrasco, los Max, «nos hacen más visibles, incluso dentro de nuestra profesión».

Desde Granada, la denuncia social

José Antonio Pascual (Animasur), está nominado a Mejor espectáculo de calle por 'Love, love, love'. Nacido en Úbeda pero residente en Granada, este creador junto con su hermano encabezan la compañía Animasur que se dedica a hacer un teatro de calle como denuncia social. «Estamos muy emocionados con las candidaturas», dijo y se lamentó, al igual que otros compañeros, de que su obra se haya visto muy poco en Andalucía. «Aquí cuando se contrata teatro de calle quieren cosas de brujas y gnomos. Nuestra obra sin embargo, denuncia la violencia de género, pero partiendo del amor, porque no se podría hacer de otra forma. Además, siendo teatro de calle la puede ver cualquiera. El público cuando la ha visto le ha gustado, sin embargo en Andalucía lo que quieren en la calle es un teatro de calle que no genere conflicto y que no pueda generar un cierto compromiso político«, dijo Pascual quien definió su lenguaje como 'activismo teatral'.

Pascual afirmó que «no se puede confundir el teatro de calle con el castillo hinchable, y el problema es que en Andalucía se programa poco, y al igual que el resto de los compañeros, nuestra obra se ha visto más fuera de Andalucía que aquí«, informó.

Los Talía y los jurados

Tras la intervención de los artistas, el director de la Sgae José Lucas Chaves preguntado por la rivalidad de los Max con los premios Talía, recientemente creados por la Academia de las Artes Escénicas de España, dijo que, «no hay rivalidad porque son otro tipo de formato muy diferente. Además, acaban de realizar la primera edición y habrá que esperar a ver qué recorrido tienen», dijo, señalando que los Max van por la veintiséis edición.

En el coloquio posterior se habló entre los artistas de temas como territorialidad, proyección y presencia de Andalucía en los organismos consultivos y decisorios nacionales de las artes escénicas, y de que pese a la poca visibilidad, «los premios Max año tras año siguen llenos de creadores andaluces, luego a pesar de la situación, el talento no se agota», añadió el dramaturgo Alberto Conejero.

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