cultura
Un audiovisual de la Universidad Loyola de Sevilla recrea el disco de oro que las Voyager enviaron al espacio
Paco Pérez Valencia dirige este proyecto en el que han participado 235 alumnos de Sevilla y de la Universidad de Desarrollo de Chile que quiere dar a conocer a la Agencia Espacial Española
Paco Pérez Valencia: «Le he sido muy infiel a la pintura pero esta ha sido fiel conmigo»
La Agencia Espacial Española busca nuevo director en Sevilla
La historia de amor más allá del espacio y el tiempo
Sevilla
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEn el año 1977, la NASA envió dos sondas Voyager al espacio con unos discos de oro que contenían mensajes sobre la humanidad. 'The Sounds of Earth' —'Sonidos de la tierra'—. Detrás de este proyecto de dimensiones interestelares estaba el ... prestigioso científico norteamericano Carl Sagan. Casi cincuenta años después, el pintor y museógrafo Paco Pérez Valencia —que es profesor titular de la Universidad Loyola de Sevilla—, ha implicado a 235 alumnos de ocho grados de la Loyola y de la Universidad del Desarrollo de Santiago de Chile en una iniciativa que recrea este disco de oro, pero desde un punto de vista diferente. Después de haber grabado cientos de horas de material, el resultado ha sido un audiovisual de algo más de hora y media de duración que explique la humanidad de forma poética, artística y emocional, en vez del enfoque científico original. Además, el artista sanluqueño quiere presentar este trabajo a la Agencia Espacial Española para que esta institución con próxima sede en Sevilla conozca dicha iniciativa de primera mano con idea de que pudiera enviarse esta grabación al espacio en un futuro, si al final la agencia da la luz verde.
Antes de nada, el máximo responsable de este nuevo disco de oro subraya la idea fundamental, pues se trata de un proyecto transdisciplinar en el que se combinan a partes iguales la ciencia y el arte, «porque a mí siempre me gusta rodearme para cualquier cosa que hago de profesionales como ingenieros, arquitectos científicos, etc.», comenta. «Como docente -prosigue-, tengo la ambición de mejorar del mundo. Una cosa es trabajar como artista con la belleza en la soledad del estudio y otra es hacerlo en un aula con 200 jóvenes que están formándose y te están escuchando. Ese privilegio me hizo ser cada vez más ambicioso». A partir de ahí, Pérez Valencia ha explorado conceptos como la lentitud o la trascendencia, «cosas que me parecen fundamentales para un mundo que está en llamas», subraya.
Para este artista fue fundamental enterarse a finales de 2022 de una noticia que lo cambió todo: el anuncio del traslado de la Agencia Espacial Española a Sevilla. A partir de ahí recordó algo que le impactó cuando era joven, el lanzamiento de un mensaje sobre la humanidad en las dos sondas Voyager en el año 1977 con objeto de que estos satélites artificiales pudieran ser descubiertos por algún tipo de vida inteligente en el espacio dentro de cientos miles de años. «Carl Sagan, que fue el comandante de ese proyecto, exploró con cinco jóvenes qué podía contar de la humanidad. Ahí no se hablaba de Auschwitz ni de cómo nos hemos maltratado los seres humanos, sino de la belleza de nuestro mundo, de los animales que nos acompañan o de piezas sublimes del arte, como un 'Preludio' de Bach tocado por Glenn Gould», dice el museógrafo. Pero el último minuto de la grabación sonora contiene las ondas cerebrales de una mujer enamorada. «Ann Druyan estaba enamorada de Sagan, este le pidió el matrimonio y a ella se le ocurrió hacerse un electroencefalograma. El último minuto del mensaje más poderoso que hemos lanzado a las estrellas tiene una historia de amor, y eso me dio la clave», comenta.
Partiendo de ese último minuto, Pérez Valencia comenzó a pensar en un nuevo proyecto que resumiera cómo es actualmente la humanidad, «porque cuarenta y tantos años después seguimos amando y sufriendo». Los famosos discos de oro de la Voyager pretendían resumir la diversidad de la vida y la cultura en la tierra, e incorporaban desde saludos en 56 idiomas hasta sonidos de la naturaleza y las invenciones humanas más célebres, pasando por fórmulas químicas, fotografías, composiciones musicales, etc. Se da la circunstancia de que hay un científico de la NASA, Jonathan Jiang, que está analizando cómo debe ser nuestro próximo mensaje en una botella lanzado al espacio actualizado a la realidad de 2024. «Curiosamente conocimos esta noticia el pasado 13 de diciembre, que fue cuando presentamos nuestro proyecto públicamente. Pero, por lo que hemos investigado, la NASA va a darle continuidad a ese disco de oro de 1977, dando una información sobre la tierra. Nosotros no damos información. Hemos explorado creativa, artística y emocionalmente esa información. En vez de lanzar un informe técnico, lanzamos un poema. Esa es la diferencia», dice este creador gaditano.
Por todo ello, el artista destaca la idea de que «hablé con los alumnos que tengo en la Loyola para hacer una continuación de esta iniciativa de los años setenta con un único fin: que nuestro trabajo no oliera a universidad. Que fuera un trabajo lo suficientemente ambicioso como para poder soñar con ir a las estrellas. El fin último es ese y no cabe duda de que el hecho de que la Agencia Espacial Española vaya a estar en Sevilla es para nosotros un auténtico leitmotiv y un ejemplo de comunicación positiva», asegura. La Universidad del Desarrollo de Santiago de Chile se interesó por este proyecto y se sumó a la Loyola, llegando a participar un total de 235 estudiantes. A estos se han unido una serie de técnicos y un grupo de ancianos de una residencia de Dos Hermanas, por lo que al final han trabajado más de 300 personas en esta iniciativa.
Paco Pérez Valencia asegura que para los responsables de este trabajo «sería fantástico» que la Agencia Espacial Española lo terminara avalando. «Nuestro sueño es que se incluya este audiovisual que hemos hecho en cualquier satélite que ellos manden al espacio». También subraya el hecho de que el Ayuntamiento les haya abierto las puertas, especialmente el director de programación del ICAS, Fernando Mañes, que está al tanto de este proyecto y que apoya al cien por cien esta iniciativa, pues «cualquier bandera cultural que tenga a Sevilla como referente será siempre apoyada por el Ayuntamiento», afirma el pintor y museógrafo.
¿Qué es lo que contiene el disco? Según este artista, «tuvimos que ser muy selectivos, por lo que hubo dos líneas de trabajo. Una fue aportar ideas para mejorar el mundo. Es decir, cosas que nos permitan vivir de una forma más intensa. Además, exploramos la trascendencia, el ir más allá, al igual que la evocación, la belleza y la poesía, que están contenidas en cuerpos de jóvenes que se expresan de una forma honesta». De ahí que el lenguaje que usan los estudiantes sea performativo y audiovisual. Estos han llegado a crear canciones. También se incluyen voces que narran algunos pasajes, como la del articulista de ABC y profesor de la Loyola Fernando Iwasaki. «Los 235 estudiantes aportaron cada uno un verso sobre la trascendencia y se han hilvanado en un solo poema todos esos versos en la voz del poeta y profesor de la Loyola Abraham Parrón».
Con Abraham Parrón precisamente, Paco Pérez Valencia ha realizado un proyecto de co-docencia, juntando a los alumnos de las clases de ambos profesores. «Yo iba a su aula y él venía a la mía, por lo que los estudiantes han tenido dos profesores. Abraham lleva muchos años trabajando conmigo y tenemos una complicidad tremenda». Igualmente ha colaborado en el proyecto Javier Orellana, que fue alumno en un máster que el artista sanluqueño impartió en Barcelona. «Él es arquitecto y me llamó. Me dijo que estaba de profesor de emprendimiento en arquitectura en la Universidad del Desarrollo de Santiago de Chile y que quería colaborar conmigo. Le hablé de este proyecto y que sería el de sus vidas. Se sumó otro profesor chileno ayudante, Roy Brayson, y la Universidad de Chile nos preparó un marco COI, que es un proyecto de colaboración online internacional, de modo que nuestras clases se fundieran con las suyas. A ellos se les encomendó la misión de crear el envoltorio del disco de oro y nosotros trabajamos el contenido», subraya el artista.
Pérez Valencia subraya asimismo el hecho de que «desde el primer momento hemos tenido el apoyo de CaixaBank». Estos han equipado a los responsables del proyecto con unas cazadoras espaciales para hacerse unas fotografías promocionales. «El único compromiso era que apareciera la estrella de la Caixa en las cazadoras», dice este creador, que también comenta que el campus universitario de la Loyola de Córdoba se ha sumado igualmente a esta iniciativa.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete