literatura

Andrés Trapiello: «A la Generación del 98 le ha ido muy bien el paso del tiempo»

El escritor leonés inaugura la XIV Feria del Libro de Tomares

Más de 130 escritores participan en la Feria del Libro de Tomares, que inaugura el miércoles Andrés Trapiello

Andrés Trapiello: «Me interesan poetas como Cernuda que han vivido la poesía con una pobreza enorme»

Andrés Trapiello durante su intervención en la Feria del Libro de Tomares rocío ruz

El escritor Andrés Trapiello ha sido el encargado de inaugurar este miércoles la XIV Feria del Libro de Tomares, que este año celebra el 125 aniversario de la Generación del 98. Ha comenzado su intervención diciendo que «me encanta la Generación del 98 ... porque soy más 'noventayochista' que 'veintisietista' o 'catorcista'. La Generación del 98 es la segunda edad de oro de la literatura española. Si lo computáramos por obras, salvo Cervantes, los demás escritores de la generación del Siglo de Oro se han quedado para estudiosos o eruditos. De Lope de Vega y Calderón se han quedado media docena de obras. También leemos algunos poemas de Quevedo. En cambio, la Generación del 98 está vivísima. Tiene que ver en parte por la lengua, que es la puerta de acceso al conocimiento. Si esa lengua se ha quedado arcaica, como la del Siglo de Oro, las dificultades que tenemos de leer a Lope, Quevedo e incluso a Cervantes son enormes».

Al hilo de esto ha añadido que «la Generación del 98 se despoja de la retórica del siglo XIX. El XIX era muy pomposo y los escritores del 98 prescindieron de esa retórica y acercaron lo máximo posible la lengua escrita a la hablada. Si exceptuamos a Valle-Inclán, los textos del 98 son de fácil acceso». «También hay otra cosa de fondo -ha añadido- que los hace a todos ellos cercanos, porque hablan del sentimiento del paisaje, del sentimiento humano, del sentimiento de la memoria, etc. Eso es lo más novedoso y moderno que le podría haber pasado a la literatura. Teníamos los ejemplos de Larra, Bécquer y Galdós, pero entre todos los del 98, y si consideramos a Galdós dentro de esa generación, ya que muere en 1921, logran hacer un nuevo siglo de oro y cada uno con una personalidad muy distinta, pero bastante parecida en cuanto sus preocupaciones».

Comenta también el autor de 'Al morir don Quijote' que «el único que creyó en la generación fue quien la creó, Azorín. Los demás la negaron. Unamuno, Baroja, incluso Juan Ramón la negaron. También se deslinda la Generación del 98 del modernismo». «A mi modo de ver, el tiempo ha acartonado a la Generación del 27, ya que muchos textos son muy formales, pero a la Generación del 98 le ha ido muy bien el paso del tiempo».

El escritor ha hecho una pequeña guía personal que forma parte de su vida como lector. «Todos estos autores del 98 han escrito muchísimo. Las obras completas de Unamuno son nueve tomos en papel biblia de miles de página cada volumen, y faltaba aún su correspondencia, que ahora se está publicando. De Baroja, la edición del Círculo son 15 o 16 volúmenes. Lo mismo pasa con Azorín, Juan Ramón, etc. Incluso autores menores como Eugenio Noel tienen también muchas obras publicadas o Gutiérrez Solana».

En cuanto a la recepción de estos autores por los nuevos lectores, Andrés Trapiello ha subrayado la idea de que «lo importante es quitarle a la gente el miedo a leer ciertos libros que le obligaron a leer en su etapa del colegio, instituto o la facultad. Por una mala enseñanza académica muchos lectores han aborrecido el Quijote y una cierta literatura española que no creían moderna. Pero estamos hablando de unos autores modernos y muy divertidos. Un niño de 13 años no puede leer 'El sentimiento trágico de la vida', pero sí 'La novela de Don Sandalio, jugador de ajedrez' o 'San Manuel Bueno, mártir'. A lo mejor un muchacho no puede leer 'La familia de León Roch' de Galdós, pero sí acercarse a alguno de sus episodios nacionales, que se pueden leer como una novela de Salgari».

Insiste el pregonero de la Feria del Libro de Tomares que «quiero hacer lectores, no quitarle lectores a la literatura española. Tenemos la suerte de contar con una literatura que se puede leer, con una lengua rica, viva y llena de matices. En el 98 estamos hablando de escritores que ya no usan los arcaísmos o los hipérbaton».

Lecturas recomendadas

Respecto a algunas obras destacadas de los autores del 98, este poeta y ensayista ha dicho que «citaría quince o veinte poemas imprescindibles de Unamuno. Uno de ellos era para Juan Ramón de los cinco mejores poemas de la lengua castellana y se titula 'El armador aquel de las casas rústicas'. Igualmente recomendaría 'La busca' de Baroja. También destacaría los últimos poemas de Antonio Machado de la muerte de Abel Martín. 'Castilla' de Azorín o alguno de sus libros sobre literatura me parecen fantásticos. Asimismo resaltaría alguna sonata de Valle-Inclán o un sainete genial, 'Luces de bohemia'. De Juan Ramón destacaría todo. 'Platero y yo' quizás ya no es un libro para los niños de ahora. Hace cien años, los niños de 13 o 14 años sí estaban acostumbrados al campo, tanto los que vivían en un ambiente rural como los que lo hacían en las ciudades. Hoy no es así. Pero, con todo, 'Platero' es un prodigio de obra. Una obra genial. Hay, pues, muchas cosas vivas».

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