Andrés Calamaro: «Ya no soy un hedonista que pasa de todo»
Entrevista
El 27 de julio el rockero estará en el Tío Pepe Festival jerezano, por eso gusta de hablar sobre flamenco, toros y otras tradiciones españolas
Andrés Calamaro
Las bodegas Las Copas de González Byass serán su escenario en Tío Pepe Festival el próximo 27 de julio. Viene henchido de canciones, con el rock puesto en barricas y ávidas ganas de hablar de música, cante flamenco y tauromaquia. Una honestidad brutal al ... servicio de la cultura.
No es su primera vez en Jerez
Que viva el palo cortado/de Jerez de la Frontera/Santiago, la madriguera/y San Miguel el condado/del cante más contrastado/de Paquera y Lola Flores/bodegas y embajadores/como Rafael de Paula/que dejó abierta la jaula/del toro en vivos colores.
Su libro, 'Paracaídas y vueltas', arranca con una anécdota junto al Torta. Ese cantaor bohemio le marcó.
Tengo noción de la clase de artista que era Juan. De enorme riqueza. Es un honor haberle conocido. Fue en el Clamores de Madrid. Tenemos un buen amigo en común que nos juntó. Ya le estaba estudiando, conocernos en persona me honra y enriquece. Las cosas que se aprenden de grandes maestros se toman su tiempo para cuajar. Soy extranjero y músico de rock, pero sabía con quién estaba y el tesoro de persona y artista que fue Juan Moneo. Y nos tratamos como amigos, le estaré siempre agradecido por el privilegio del arte y la amistad.
«Nos fumamos todo tipo de falacias insensibles»
Andrés Calamaro
rockero
El Torta no es el único flamenco con el que se ha tratado. Es amigo de Vicente Amigo, Arcángel, Niño Josele... ¿Qué hace un rockero argentino en una fiesta flamenca?
Llegar como persona, con las cosas buenas por delante, el respeto, la gratitud y la amistad. Ser atento con todo el mundo, lo mismo artistas que cualquiera. Tampoco soy el alma de las fiestas. Cantarían para dios y para mí, sería de lujo.
A Paco de Lucía también lo conoció. Fue en un estudio de grabación, ¿no?
No grabamos al mismo tiempo. Él terminaba 'Cositas buenas' y nosotros grabábamos 'El cantante' con Niño Josele, Piraña y Alain. Luego le fui a escuchar en concierto, estuve un buen rato conversando con los músicos, pero no quise molestarle. Soy tímido y Paco de Lucía es una leyenda musical que admiramos demasiado en todo el mundo. No me atreví a darle la mano. No sentí que estaba yo como para interrumpir al maestro en sus cosas.
Calamaro, en concierto
Algunas de sus letras podrían cantarse por soleá: «Cuando ladra la moral/en modal inquisición/Me corresponde cantar/A la libertad, a la libertad». ¿Se atreve a escribir para este género, el flamenco?
Es posible. Hace unos años mostré cosas buscando una prudente validación flamenca literaria. Normalmente mis cosas contienen sonoridades contemporáneas o ironía, un cierto humor, pero podría intentarlo. Tengo muchos versos, seguramente alguno pueda dar el cante.
Una de sus últimas colaboraciones es con Arcángel, el cantaor de Huelva: 'Hereje'. Creo que le pidió una letra y al final, casi sobre la marcha, terminaron cantando juntos en la grabación, ¿no?
Mostré a Arcángel una serie de versos que consideraba posibles o adecuados, y eligió estos que tienen sentido y proponen un razonamiento casi didáctico del estado de las cosas en cuanto a la batalla cultural que involucra tradiciones y un estilo de vida, que no son cuestiones superficiales. Luego fui al estudio para un recitado y cantamos un poco más.
«Tengo muchos versos, seguramente alguno pueda dar el cante»
Andrés Calamaro
rockero
La letra de 'Hereje' resume algunas ideas de su discurso político y moral, que también aparece en muchos otros temas. ¿Vive arrinconada la cultura?
Es un modesto alegato cultural. Soy aficionado a los toros y nos fumamos todo tipo de falacias insensibles, un boicot mundial oportunista y vil, una comida de coco injusta e insoportable. Tanto viento en contra me ha cambiado un poco como persona, ya no soy un hedonista que pasa de todo sin pensar ni pronunciarse. Es imposible separar los toros del flamenco o la pintura. Son grandes cosas que me influyen como cantor y persona. Viva arrinconada la cultura, en una batalla cruenta. La cuestión taurina ahora parece un ensayo para cosas más globales, delirantes y peligrosas.
A José Antonio Morante lo ha acompañado en su furgoneta hacia la plaza escuchando a Antonio Mairena. ¿Cómo son esos momentos previos a la corrida?
Morante me ha demostrado todo como persona. Me recibió en su casa, los hoteles, la furgoneta y los burladeros. Y más cosas. Nos conocimos en un vuelo a Marsella para ir a Nimes. La amistad no tiene precio, es puro valor que tiene. Con José Antonio aprendo cosas que aplico cantando y pensando. Como persona, ciudadano y artista.
Le hemos visto coger una cámara de fotos en los tendidos. ¿Coge también los capotes en los tentaderos? ¿Se atreve a dar unos pases o prefiere dejarle la tarea a los toreros?
Fui a tentaderos, claro, pero no tengo estilo ni elegancia alguna, ni un pase bonito, pero lo he intentado. Con la cámara fui más constante, iba bastante a los toros y quise encontrar un sitio. Aprendí detrás de la lente, mostraba las fotos a especialistas que me indicaron lo que un retrato de toros debería mostrar del toro, humillando, las distancias y el retrato templado. Creo que lo hice bien con las fotos y encontré un estilo propio que podría llamar detalles o retratos. Hace años estamos preparando un libro. También una exposición para una galería de arte. Hace tiempo que no voy con los trastos al toro, sin cámara ni lentes.
¿Tiene clara la mejor faena de su vida?
Vi toros en Manizales, Aguascalientes, Ciudad de México, Nimes y en España. A muchos maestros toreros con diversas ganaderías. No siempre fui de invitado, compré en la reventa y tuve un abono unos años. Ver los toros es como es: puede salir aburrido, sin juego, lloviendo, con viento, con bronca, con arte y con gloria. Vine a España en septiembre de 1990 y voy desde entonces siempre que puedo. Mientras cumplo con las temporadas de los músicos. Presencia y proselitismo. Estoy muy agradecido con toda la gente del toro que me trata exquisito siempre. He vivido grandes faenas. Muchas.
El flamenco y el toreo tienen siglos de tradición, por eso sabemos cómo envejecen los cantaores y cómo lo hacen los toreros. El rock, Andrés, tiene menos tiempo. ¿Cómo envejece un rockero?
Sé lo que diría Silvio de los rockeros y los nazarenos. España sufrió los estragos de la heroína, ahora llegamos a viejos, algo es algo. No tengo experiencia con la vejez, espero tener una vida longeva y seguir así lo más que se pueda. Y añado:
Al recodo del camino/De las almas en suspense/Cuando la cuerda se tense/En un breve remolino/para cantarle al destino/Sobra con una garganta /Porque la corriente es tanta/Que nos arrastra en el río /Llega invierno con el frío/en tanto el vino decanta.
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