Antes de que Rosalía se convirtiera en un fenómeno global, ya había dejado huella en eventos importantes como la Bienal de Flamenco de Sevilla en 2018. Aquel 28 de septiembre, la cantante catalana ofreció un concierto que, a pesar de estar en pleno auge ... con «Malamente», mantuvo un tono clásico y purista (acorde con lo que se espera de la Bienal de Flamenco). La actuación tuvo lugar en el Café Alameda a las 23:00 horas y ha formado parte del documental flamenco «Nueve Sevillanas».
Una actuación flamenca y moderna
Rosalía no estuvo sola en el escenario, sino que estuvo acompañada por un elenco de artistas flamencos destacados: Joselito Acedo a la guitarra, Los Mellis a las palmas y Anna Colom y Claudia «La Chispa» en los coros. Durante poco más de una hora, interpretó un repertorio que combinaba tanguillos y fandangos, con canciones tanto de su primer disco Los Ángeles como de su entonces inédito El Mal Querer, que salió en noviembre de ese mismo año.
A pesar de la controversia que su estilo fusión genera entre los flamencos más puristas, en su actuación de la Bienal ofreció un espectáculo más tradicional. Así que desarmó las críticas de muchos que dudaban de su capacidad para interpretar flamenco puro. El público del Café Almeda respondió con entusiasmo, entre piropos y aplausos, valorando su maestría en el escenario.
Sin embargo, no dejó de generar debate. Aunque el repertorio fue clásico, Rosalía apareció vestida con un mono de leopardo y zapatillas blancas de plataforma, una estética que choca bastante con la imagen tradicional del flamenco.
Aquella noche en la Bienal de Sevilla fue un hito para Rosalía, antes de su gran despegue internacional. Aunque no fue la que muchos de sus fans actuales conocen, los sevillanos que la vieron en directo pudieron disfrutar de una de sus últimas actuaciones en una forma más privada.
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