novela
Andrés Pérez Domínguez: «Todo lo que me ha sucedido tras “La clave Pinner” ha sido un milagro»
El escritor sevillano publica su novela corta «Los perros siempre ladran al anochecer» (Alianza Editorial)
andrés gonzález-barba
Andrés Pérez Domínguez (Sevilla, 1969) sorprendió en el año 2004 cuando publicó su primera novela, «La clave Pinner», un trepidante thriller que sentó las bases de lo que sería su posterior producción literaria. Posteriormente vendrían «El factor Einstein» (2008), «El síndrome de Mowgli» (2008), « ... El violinista de Mauthausen» (2009, Premio Ateneo de Sevilla) o «El silencio de tu nombre» (2012).
Pero también este autor ha apostado desde el inicio por otros géneros minoritarios como el cuento o la novela corta. Dentro de este último se circunscribe «Los perros siempre ladran al anochecer» (Alianza Editorial, Premio Iberoamericano de Novela Corta La Espiga Dorada 2009), una historia narrada en clave de thriller psicológico con la que ha logrado cambiar totalmente el registro con respecto a otras obras suyas anteriores.
No en vano este libro supone un riesgo para el autor porque plantea una historia muy intensa en apenas 160 páginas. La novela arranca cuando un joven matrimonio que ha perdido a su hijo se muda hasta una urbanización después de que tuvieran que marcharse de su antiguo piso por la presión de los vecinos. Como confiesa el propio Pérez Domínguez, esta narración se basa en un hecho real:«hace unos quince o dieciséis años escuché una vez a una señora por la radio que se tuvo que ir con su marido de su casa porque los vecinos sospechaban que escondía un secreto oscuro de su pasado».
A partir de esa pincelada de veracidad, el escritor trazó esta novela en donde hay ciertos rasgos autobiográficos: el protagonista que narra la historia es un dibujante de cómics y en una fiesta tiene cierto pudor en reconocer su profesión porque sus nuevos vecinos no acaban de creérselo, algo parecido a lo que le pasa a Pérez Domínguez cuando dice que es escritor, según confiesa.
La realidad oculta
Aunque la pareja protagonista parece estar viviendo un momento idílico al trasladarse a su nueva casa de una urbanización en donde los nuevos vecinos son muy hospitalarios, pronto el pasado les estalla, viéndose todo lo que estaba oculto debajo de la punta del iceberg. «Yo siempre intento, además de entretener, buscar una segunda lectura y que deje un poso en el lector».
En todo caso, en «Los perros siempre ladran al anochecer», el escritor sevillano busca la naturalidad: «el narrador le cuenta la historia al lector más que éste tenga que leérsela», admite. Asimismo, alude a la frase de Carlos Fuentes que decía: «No me clasifiquen, léanme. Soy un escritor, no un género». Y es que Pérez Domínguez asegura que con esta novela «muestro mi cara B, por eso no me obsesiona que una historia como ésta no tenga un género definido».
Por otra parte, y aunque sea un novelista de un éxito contrastado, Andrés Pérez Domínguez apuesta por adentrarse dentro de otros géneros literarios, como el relato o la novela corta. Éste último le gusta especialmente al autor de «El síndrome de Mowgli», porque «posee la misma intensidad que un cuento y le ganas terreno al lector».
Por eso, lejos de acomodarse en repetir la fórmula que logró con su primera novela, «La clave Pinner», siempre ha ido buscando un más difícil todavía en su producción:«Me arriesgué y después publiqué una novela que no tenía nada que ver, “El síndrome de Mowgli”». De hecho, confiesa que «todo lo que me ha sucedido después de publicar “La clave Pinner” ha sido un regalo». En ese sentido, aunque comprende que «los editores quieran publicar lo que se vende, yo oigo mi voz interior y no quiero traicionar mi estilo. Escribir tiene un componente de riesgo y yo no quiero encasillarme».
Andrés Pérez Domínguez: «Todo lo que me ha sucedido tras “La clave Pinner” ha sido un milagro»
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete