'1992' convierte a la Cartuja de Sevilla en un parque de atracciones terrorífico
En sus seis capítulos, la serie de Álex de la Iglesia, investiga una serie de asesinatos relacionados con la Expo 92 de Sevilla
Primeras imágenes de '1992', la serie de Álex de la Iglesia para Netflix
Sevilla
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Iniciar sesiónEste 13 de diciembre el último viernes 13 del 2024 Netflix se ha estrenado '1992', la nueva serie de Álex de la Iglesia que recupera un momento icónico de la historia reciente de España, la Expo de Sevilla, como telón de fondo de ... un incendiario thriller.
Con un guión que firma junto a Jorge Guerricaechevarría, su colaborador habitual, y Pablo Tebar ('Pollos sin cabeza'), el cineasta recrea en este thriller con ritmo endiablado protagonizado por Marián Álvarez y Fernando Valdivieso en el que crimen, venganza y la incipiente «cultura del pelotazo» y corrupción política se dan la mano. «Allí empezó todo y ahora, desgraciadamente, no seguimos muy distintos», apunta el cineasta, que dice tener en mente una secuela ambientada en los Juegos Olímpicos de Barcelona.
En sus seis capítulos, '1992' sigue los pasos de Amparo (Álvarez) una mujer decidida a descubrir toda la verdad después de que su marido muera en una misteriosa explosión y junto a su cadáver calcinado aparece un muñeco de Curro, la mascota de la Expo 92. Con la única ayuda de Richi (Valdivielso), un expolicía alcohólico amigo del fallecido, se adentrará en una intrincada trama de corrupción mientras siguen sacudiéndose asesinatos con el mismo macabro patrón.
La acción discurre en una Expo de Sevilla convertida en un lugar «misterioso y tenebroso», un parque de atracciones en ruinas, en el que hubo un pasado de esplendor. «Elegí la Expo porque vi unas fotos en internet de 'Curros' almacenados y oxidados, como comidos por el tiempo, y dije ¡esto es una historia! porque recuerdo aquella época con esa mezcla de bruma, confusión, de no saber qué ocurría, de temor de que ocurriera algo terrible, de hecho se incendio un pabellón y se hundió un barco, y todo parecía como si hubiera alguien detrás», comenta De la Iglesia.
Y es que, además de la Expo, de las Olimpiadas de Barcelona y de esa imagen de entusiasmo colectivo y afán de modernidad que se trasladaba al exterior, la España de principios de los 90 era también la España del pelotazo, de los primeros grandes casos de corrupción política. «Allí empezó todo y ahora, desgraciadamente, nos seguimos muy distintos», reflexiona el director en una entrevista concedida a Europa Press. «La serie entronca con eso, realmente, ¿no? Esos flashbacks nos llevan a toda esa cultura del pelotazo», apostilla Álvarez que incide en que, en cuestiones como la corrupción, el país no ha cambiado mucho.
«Y cómo se aprovechan de cualquier evento que surge en el país, unas Olimpiadas, una Expo... lo que sea. Bueno, se aprovechan hasta de la pandemia, así que cómo no se van a aprovechar de algo lúdico y festivo en el que se mueve tanto dinero», dice la ganadora del Goya a mejor actriz por 'La herida'.
«Yo creo que es una cosa cultural que llevamos en la sangre, esta cosa del caciquismo, de favorecer a alguien. Es una cosa lamentable, pero sigue existiendo», destaca Valdivieso. En este sentido, De la Iglesia destaca que para él era muy importante reflejar todo eso en la trama de '1992'.
«Cuando estás viendo una serie, lo que quieres es que te ayude a entender el presente, no el pasado. Y aquí lo que buscaba es que cuando estás viendo eso, de pronto digas: 'Dios mío, está hablando del lugar en donde vivo, de personas que conozco o de las que me representan'«, apunta el cineasta, que cree que estas reflexiones »funcionan mucho mejor« presentadas través de la ficción y reposadas con el paso de los años.
«Es que con el tiempo te distancias, ves las cosas desde fuera y entonces pueden parecer más o menos terribles, las puedes cosificar. Pero ahora, en este momento, estamos viviendo un poco lo mismo. Cuando veamos con distancia estos años, también descubriremos cosas que antes no sabíamos», dice el director de 'El Día de la Bestia', 'El Bar' o 'Las brujas de Zugarramurdi'.
La serie, en dos líneas temporales
Los que también, tal y como muestra la serie en las dos líneas temporales en las que se desarrolla '1992', siguen perviviendo inamovibles y ajenos a la evolución de los tiempos, son «ese grupo de hombres de copa y puro» y su machismo rancio. «Sí, están aquí y quería mostrarlo porque es verdad que continúan», sentencia De la Iglesia. «Yo creo que son generaciones que se tienen que terminar y con las nuevas generaciones habrá un relevo también de pensamiento y una evolución, ¿no?», apunta Valdivieso.
«Sigue habiendo machirulos de copa y puro, por desgracia», lamenta Álvarez que señala que sí hay cosas en las que «hemos evolucionado» en ese sentido. «Mira, simplemente que en una serie la protagonista sea una mujer de más de 40, en aquellos años era impensable. Por ese lado igual hemos avanzado, pero poco a poco, gracias al feminismo y todo lo que estamos consiguiendo, hay un largo camino por recorrer», reflexiona.
«A ver, vivimos en el mejor de los presentes, en el mejor de los mundos posibles, como decía Leibniz», apunta De la Iglesia citando al filósofo alemán para apuntar su alegato en contra de la nostalgia a la que se refiere como «un error o una enfermedad». «Estar pensando en el pasado como un mundo mejor no funciona. Si no sabes vivir tu presente, no sabes vivir ningún momento, en ninguna época... en ningún lugar estarías bien», explica el director ganador del Goya por 'El día de la bestia' que cree que, lejos de restar, los avances tecnológicos aportan «más oportunidades de controlar lo que nos ocurre o lo que ocurra a nuestro alrededor».
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