El paseante
La vuelta al mundo en ochenta taxis desde las chimbambas
La cumbre de la ONU en Sevilla Este tiene su repercusión en los aparcamientos y el tráfico del resto de la ciudad
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Iniciar sesiónDe improviso, un patrullero de la Guardia Civil con las luces azules de gálibo centelleando atraviesa raudo la calle abriendo paso a una comitiva de varias furgonetas y turismos enlutados donde viajan -vaya usted a saber quién- innominados participantes en la cumbre de la ONU ... para la financiación del desarrollo que se celebra en Fibes desde el lunes 30 de junio hasta el jueves 3 de julio.
Los vecinos de Sevilla Este sobrellevan con estoica paciencia las incomodidades en el día a día que supone la reunión internacional: avenidas enteras cortadas, estacionamientos particulares eliminados, paradas de autobús suprimidas y hasta contenedores de basura cambiados de sitio por motivos de seguridad. Todo para ofrecer la mejor imagen de la ciudad a los visitantes. Aunque sea a costa del sufrido vecino.
Pero los efectos de la concentración de delegaciones oficiales con rango de embajador para arriba se dejan sentir en toda la ciudad. Allí donde hay un hotel donde pernoctan los representantes de las naciones participantes, la Policía ha dispuesto un perímetro de seguridad alejando los vehículos estacionados de las inmediaciones. Hasta las motos de la acera en frente del rascacielos de la Cartuja. Sin contemplaciones. No se aparca en toda la calle y sanseacabó. Y alcantarillas selladas.
En Marqués de Paradas, por ejemplo, delante del hotel Plaza de Armas, la vía ha quedado expedita y no puede haber un coche en toda la manzana si no es de las comitivas oficiales. Y en la plaza del Museo, igual. Hasta la calle Monsalves, donde aparcan cuatro coches y medio todo el año, la han vaciado. Como una Semana Santa y una cabalgata de Reyes Magos a la vez y a lo bestia.
A tenor de la cantidad de automóviles de alta gama y furgonetas PME han debido dejar a Madrid desabastecida de tales vehículos de cortesía para altos funcionarios ministeriales y de empresas públicas
La zona azul es más azul que nunca porque la han reservado para vehículos de transporte colectivo con matrícula de este color. Azules contra rojos, como en los mapas de guerras, sólo que aquí la guerra es por el aparcamiento. Las matrículas rojas de los automóviles acreditados del cuerpo diplomático compiten en los tramos de las calles despejadas con las del parque móvil del Estado, las PME que vinieron a sustituir hace años a las PMM (Parque Móvil Ministerial) cuyo acrónimo el pueblo renombró «Para Mi Mujer» con guasa gorda del abuso particular de los medios públicos en el franquismo. No hemos avanzado nada, como puede comprobarse.
A tenor de la cantidad de automóviles de alta gama y furgonetas PME han debido dejar a Madrid desabastecida de tales vehículos de cortesía para altos funcionarios ministeriales y de empresas públicas porque de otro modo no se entiende la cantidad de coches que han traído. Estacionados como los barcos, abarloados, al paseante se le queda cara de Josep Pla contemplando rascacielos en Nueva York: «¿Y esto quién lo paga?».
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Como el arranque de las jornadas coincide con el último día hábil para presentar la declaración de la Renta de 2024 si sale a abonar, ya sabe el lector de dónde sale el dinero con el que se han comprado los Mercedes, se reposta la gasolina y se pagan las horas extraordinarias de los chóferes.
Lástima que los niños hayan acabado el colegio, porque los automóviles negros dan para repasar la asignatura de Geografía, si es que se sigue impartiendo tal cosa en los malhadados planes de estudio de Humanidades. Como además los nombres de los países están en inglés, los chavales pueden refrescar sus conocimientos en la lengua de Shakespeare y el de las banderas. Lo que se llama un contenido curricular transversal, vamos.
Lees en el parabrisas 'Qatar. Mr. Ambassador' y lo mismo te lo imaginas dando botes porque el equipo de fútbol de su primo (siempre hay un pariente dueño de un club europeo) ha ganado el trofeo. Lees en el parabrisas 'Kenya' con el escudo masai sobre las franjas negra, roja y verde y esa también te la sabes, porque estás harto de verlos subir al podio de atletismo a manojitos, como los boquerones.
Tanto viaje por el mundo cansa, sobre todo si tienes que venir andando de las chimbambas porque el tranvía no pasa de la Puerta de Jerez, la línea de autobús da un rodeo por China (la avenida en Sevilla Este, no el país del Lejano Oriente) para evitar la calle de Luis Uruñuela, delante de Fibes
Ahora, que cuando llegas a la calle Virgen de la Presentación y descubres una furgoneta marcada como 'Kingdom of Eswatini' y ves la bandera nacional, no hay manera de aclararse dónde está ese reino perdido. El ordenador portátil que todos llevamos en el bolsillo auxilia al paseante a la velocidad del rayo: se trata de Suazilandia, capital Mbabane, tal como lo aprendimos en el colegio cuando había que saberse los accidentes costeros de los continentes para geografía física y las capitales de todos los estados para la geografía política. ¿De verdad que hoy se sigue estudiando esto?
El país se cambió oficialmente de denominación en 2018, pero como no suelen ganar medallas de oro, el pabellón nacional no lo izan nunca. La única plusmarca que baten en el país del África austral es la de poligamia regia: el monarca absoluto actual tiene 16 mujeres, pero su antecesor llegó a tener 70.
Tanto viaje por el mundo cansa, sobre todo si tienes que venir andando de las chimbambas porque el tranvía no pasa de la Puerta de Jerez, la línea de autobús da un rodeo por China (la avenida en Sevilla Este, no el país del Lejano Oriente) para evitar la calle de Luis Uruñuela, delante de Fibes, reservada para las comitivas oficiales y no encuentras dónde aparcar tu utilitario de matrícula blanquita, normalita. Todo sea por admirar el muestrario de vehículos policiales (verdes, azules, amarillos, de estreno, reciclados, de intervención, de guías caninos, de robots) con que han salpicado las calles de la ciudad, no importa si al lado del Palacio de Congresos o a diez kilómetros en línea recta.
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