Desde el Virgen del Rocío de Sevilla, al oeste de Gambia

En el hospital Virgen del Rocío de Sevilla conocen de buena mano lo importante que es la solidaridad y la cooperación entre países desarrollados y otros que se encuentran en una situación de necesidad y cuya situación política y económica no garantiza una atención médica justa para gente que así lo necesita. Desde hace ya ocho años un grupo de sanitarios de este centro hospitalario se desplaza durante un período de tiempo para realizar acciones en otros países en los que prestan su valioso servicio a través de asistencia médica y operaciones de cirugía.

A través de la Fundación Cirujanos en Acción, diez trabajadores del Virgen del Rocío se han desplazado a Gambia para llevar a cabo labores de cirujía mayor ambulatoria en el hospital de Kanifing, en la que han llevado a cabo un total de 112 operaciones en los diez días que ha durado su estadía en el país africano.

El equipo, liderado por Eduardo Perea del Pozo, está compuesto por seis cirujanos, dos anestesiólogos y dos enfermeros, han trabajado con personal sanitario de la zona para realizar intervenciones variadas pero, sobre todo, relacionadas con hernias y problemas de tiroides. Las hernias son habituales entre los hombres de la zona por su duros trabajos con animales en el campo, que les ocasionan estas protuberancias que, si no se tratan con tiempo, pueden llegar a dificultar mucho el movimiento de las personas. Por otro lado, están los problemas de tiroides, muy habituales en aquella zona debido al déficit de yodo que tienen en la zona y que ocasiona la inflamación de esta glándula que deriva en dolencias respiratorias que pueden llegar a ser muy peligrosas para la salud. «Hacemos cirugía mayor ambulatoria, muy resolutiva y con bajo índice de complicación para poder dar el alta el día siguiente», señala Eduardo Perea.

No es la primera vez que este grupo de voluntarios afronta esta tarea de colaboración con Cirujanos en Acción para prestar su ayuda y conocimientos en países con más necesidades médicas que las que se puedan encontrar en Europa. Tras una primera edición en la India, el resto de años los profesionales del Virgen del Rocío han acudido a países de África a desarrollar tareas de colaboración con las organizaciones que trabajan sobre el terreno.

«Hemos de estar muy agradecidos, y así me gustaría dejarlo claro, al Virgen del Rocío por permitir que un grupo de gente del hospital pueda colaborar en estos lugares, sabemos que los compañeros deben redoblar esfuerzos para que nosotros podamos marcharnos diez días y que el trabajo en el centro no decaiga», reconoce Perea, quien también agradece que incluso en el centro se haya creado la asignatura de Cooperación, materia que imparte en la Facultad.

Evidentemente, realizar estas labores de forma coordinada en un país del que no se conoce prácticamente nada no es flor de un día. «Trabajamos con una contraparte local. En el caso de Gambia, la ONG canaria Aseda nos ha ayudado allí por sus contactos, ya que trabajan en un orfanato y un colegio sobre el terreno, y nos ponían en contacto con personas muy desfavorecida, no publicitaban en la radio local... Todo para promover que tuvieran la confianza de acercarse a nosotros para poder atenderles en sus problemas», apunta Perea.

El próximo destino de este grupo de voluntarios está por decidir aún, pero una cosa tienen clara: «donde nos necesiten, iremos a ofrecer nuestra ayuda».