Pasadas las 10.50 de la mañana y tras dos horas de apertura de la capilla ardiente instalada en el salón Apeadero del Ayuntamiento de Sevilla -por el que durante la tarde del jueves pasaron más de 30.000 personas- el coche tirado por cuatro caballos ha partido hacia la parroquia de Santa Ana, donde se oficia el funeral por el alma de la intérprete del 'Se acabó'.
El cortejo ha partido después de un intenso aplauso dado por cientos de personas que se han agolpado en la Plaza de San Francisco desde primera hora de la mañana y al grito de guapa. Desde entonces, los sevillanos han despedido a María Jiménez en masa. Con emoción, pero también con mucha alegría, como la que la cantante derrochó a lo largo de su intensa vida.
Tras un recorrido por Hernando Colón, Alemanes, García de Vinuesa, Arfe, Antonia Díaz, Paseo de Cristóbal Colón, Puente de Triana, Altozano, Pureza y la calle Santa Ana, el carruaje con los restos mortales de la artista ha llegado a la Parroquia de Santa Ana poco antes de las 11.30 horas. En su barrio de Triana también aguardaban decenas de seguidores para acompañar el último paseo de María La Pipa, María Jiménez para la eternidad.
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