Las vidas de los otros implicados en el caso Marta del Castillo

ABC ha informado este viernes de la intención de Miguel Carcaño de ser padre. El único de los adultos condenado por la muerte de la menor cumple condena en el módulo 2 de la prisión de Herrera de la Mancha donde recibe semanalmente las visitas de su novia. Carcaño ya ha confirmado a otros internos y a los funcionarios con los que trata a diario sus planes a corto plazo. Su vida en prisión sigue una estricta rutina carcelaria en un módulo de respeto que compagina con su trabajo en la panadería que le permite tener unos ingresos. Le quedan aún siete años en prisión. El cumplimiento de su condena está fijado para mayo de 2030.

Francisco Javier García ha vivido un antes y un después en estos catorce años. Tras pasar por un centro de menores y cumplir su condena, se marchó a Francia, a la localidad de Rognac, donde vivió con Samuel Benítez. Allí se estuvo buscando la vida hasta que su anonimato saltó por los aires al difundirse en los medios fotografías de su intensa vida social. La presión mediática fue importante y aquel intento de reinventarse lejos de Sevilla fracasó.

El Cuco ha sido el único que la Justicia ha seguido procesando por un lado por el quebrantamiento de la orden de alejamiento que le impedía acercarse a Sevilla cuando cumplía la pena por su colaboración en el crimen y, por otro lado, por haber mentido en el juicio celebrado contra los adultos en la Audiencia. Este último asunto sigue aún vivo. En 2022 se produjo un cambio notable en su imagen al cortarse el pelo. Se esfuerza al máximo por ocultar su imagen a los medios sabiendo que a día de hoy es muy difícil reconocerlo en las fotografías que se publicaron hace más de una década.

En 2017 fue noticia por última vez a raíz de un enfrentamiento con el padre de Marta del Castillo que dio a conocer su futura paternidad con su novia. Le reprochó a Antonio del Castillo que pusiera en la diana a su hijo y la madre le llegó a decir en un mensaje privado que «ojalá no encontrara nunca a su hija». Las críticas les llovieron a ambos. Desde entonces no se ha vuelto a saber nada. En aquella ocasión, el amigo de Carcaño estaba en Tenerife, que es la localidad de su pareja, pero no se sabe si se ha quedado allí.

De la actividad laboral de Samuel se conoce poco. Durante su etapa francesa trabajó un tiempo como modelo e hizo cursos de escultura e incluso llegó a exponer su trabajo en el centro cultural de Rognac.

El hermano de Miguel Carcaño, Francisco Javier Delgado, volvió a ser noticia a raíz de la emisión del documental«¿Donde está Marta?», donde pactó dejarse entrevistar a cambio de no mostrar su imagen. En aquella pieza audiovisual insistió en su inocencia una y otra vez, agarrándose al fallo judicial que dictó su absolución.-

Carcaño lo acusó de haber sido él quien mató a Marta en el transcurso de una discusión entre hermanos por el pago de una hipoteca y que pilló a la menor por medio; una declaración que ha servido para romper por completo la relación entre ambos. Francisco Javier Delgado había ejercido como una suerte de padre para Miguel antes de que se produjeran los hechos. Entonces trabajaba como vigilante de seguridad, pero tras la imputación fue despedido. Su relación con su novia de entonces, María García, también murió a raíz de este asunto. Lo último que se sabe es que montó un bar y que gracias a los esfuerzos por ocultar su imagen, nadie es capaz de reconocerlo a día de hoy como el hermano de Carcaño.

Es la que ha conseguido llevar una vida más anónima y sigue siendo la más desconocida de los cinco implicados en el crimen pese a que también se sentó en el banquillo por un supuesto delito de encubrimiento y contra la integridad, de los que fue finalmente absuelta. La familia de Marta siempre ha considerado clave en el desarrollo de este caso la vinculación familiar de la que fuera novia del hermano de Carcaño con una militante socialista.

Durante la investigación se conoció que había estado estudiando n el domicilio de León XIII y que, según la sentencia, durmió en el piso. Fue absuelta de todos los cargos. García Mendaro, que aparece en todas las fotos con gafas de sol y tapándose el rostro con la melena, decidió marcharse de Sevilla para reinventarse como la mayoría de los implicados. Ha acabado trabajando en una clínica de Podología en Málaga y se ha negado a participar en los distintos reportajes elaborados sobre la historia de Marta del Castillo.