Los usuarios vuelven a mirar la alternativa del avión para viajar de Sevilla a Madrid por el caos de los trenes

La supresión de las rutas aéreas que enlacen ciudades españolas (excluyendo las que actúan como hub para conectar con destinos internacionales) responde a un compromiso para reeditar el Gobierno de coalición de PSOE y Sumar en 2023 y se está ultimando su tramitación en el Congreso de los Diputados bajo la denominación de la Ley de Movilidad Sostenible. Ayer mismo el Consejo de Ministros dio luz verde a otro anteproyecto de ley, la de Consumo sostenible que, entre otras medidas, prohibirá la publicidad de estos vuelos cortos.

En el caso del vuelo entre la capital andaluza y la española, a tenor de que hay pocos trenes AVE que llegan puntuales, se antoja casi imposible que entre en ese rango de las dos horas y media. En cualquier caso, los empresarios sevillanos ya pusieron el grito en el cielo ante esta ley pues «pese a estar a favor de la lucha contra el cambio climático, esta supresión hace un grave daño a la competitividad y al progreso de la provincia de Sevilla». Máxime en esta época, donde viajar en tren se ha convertido en una odisea y el ahorro de tiempo de acceso, control en el aeropuerto y llegada al centro de la ciudad de destino en comparación con el servicio ferroviario se ha reducido a la casi nada.

De esta forma, ya hay muchos usuarios que han vuelto a buscar la alternativa por aire, una opción que había perdido adeptos tras la pandemia por la irrupción de los operadores de tren privados Iryo y Ouigo. Más horarios y precios más competitivos hacían irrechazable subirse al vagón. Hasta que llegó la hecatombe y las incidencias se hicieron cada vez más frecuentes.

Sólo hace falta echar un ojo a la estadística consultada por este periódico a AENA. En el último año, el número de operaciones comerciales entre Sevilla y Madrid cada mes bajó considerablemente con respecto al mismo mes del año anterior. En algunos casos, con porcentajes de caída superior al 20%. Hasta este mes de mayo, cuando se han puesto en números positivos. Si en mayo de 2024 fueron 267, en este han sido 272 operaciones.

Sin embargo, no se ha recuperado el número de pasajeros totales ya que en los meses de abril y mayo de 2025 se ha experimentado un descenso notable de viajeros de esta ruta áerea. De los 37.273 de abril de 2024 se pasó a los 26.715 del presente año. En mayo se pasó de los 38.363 a los 25.003 viajeros computados por AENA.