EL BOOM DE LOS PISOS TURÍSTICOS
Los últimos sevillanos residentes en un Centro alquilado al turismo
Vecinos y empresarios de locales con mucha tradición en Sevilla hacen una radiografía con nostalgia y melancolía de los barrios del Arenal y Santa Cruz ante el considerable aumento de viviendas turísticas en el centro
SEVILLA
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Iniciar sesiónEs fácil perder la orientación en el Centro de Sevilla y creer por momentos que te encuentras en cualquier punto de Europa con los turistas en movimiento por las calles del Arenal y Santa Cruz. Basta con mirarlos. Con escucharlos. Con verlos entrar en ... casas y edificios de mucha historia y que hoy reciben el nombre de viviendas o apartamentos turísticos. Basta con estar. Con conocer cada una de las historias que a continuación cuentan y reflejan los últimos supervivientes de uno de los lugares más bellos y fascinantes del mundo.
«Yo jugaba al fútbol ahí (dirige el brazo derecho a unos pocos metros del 'Bar Ventura'). Ahora tengo que pedir permiso para poder entrar en mi casa. En mi calle, Francisco López Borda, han puesto muchos veladores, y no puedo pasar. Tengo que ir con cuidado, y diciendo por favor y gracias todo el rato», dice José Manuel Allés, vecino del Arenal. También el presidente de la asociación de vecinos y comerciantes del barrio, Roberto Pardo, habla desde la nostalgia: «El Loco de la Colina (por Jesús Quintero), en paz descanse, decía que Sevilla era una ciudad hecha a la medida del hombre. ¡Y era verdad! Pero esto ya se ha desbordado. Vamos camino, si no lo somos ya, de convertirnos en la segunda Venecia de Europa. El turismo es esencial en nuestra economía, y los vecinos lo sabemos. Pero hay que trabajar en una buena dirección para que sea progresivo, para que sea controlable. A mí todo esto me da una nostalgia muy grande. Ya no veo a mis amigos del barrio. Sólo veo a turistas y turistas y turistas. Mira, mira (dice rápido). ¿Ve eso? (aparece a nuestro lado un señor con una carretilla cargada de bebidas con turistas a un metro). Esa es la imagen del Centro de Sevilla. ¡Carretillas y turistas! Menos mal que aún quedan algunos rinconcitos para nosotros, para los que siempre hemos estado».
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Algunas de las costumbres de los locales, sevillanía por doquier, no han sido aún imitadas por los visitantes internacionales. Lo explica bien el dueño del 'Bar Ventura'. «Los turistas siempre quieren sentarse. No son como nosotros, que nos ponemos en una barra y estamos contentos. Ellos buscan una mesa. Yo quiero cuidar a mi gente, a mis vecinos, a los que han estado toda la vida», sostiene Ventura, tercera generación de un lugar que abrió en 1944 y que es hoy emblema de la hostelería de la ciudad. A unos 400 metros nos recibe Manolo, dueño de 'El Rey de Los Caracoles'. «Esto se parece a un parque temático para los turistas. Aquí no paran apenas. La situación es tremenda. Desde hace apenas unos años sólo veo a turistas. No sé dónde vamos a acabar como esto siga así», dice con disimulo y cierta resignación.
El Centro se ha vestido con sus mejores galas para los turistas, y hasta los peluqueros, como Manuel Morillo, en la calle Harinas, tratan de llamar la atención de los visitantes. En la entrada se puede ver el cartel «Barber shop», además de varias indicaciones más en distintos idiomas en el interior del local. «Cada vez vienen más extranjeros, sobre todo, jóvenes. Pero, yo, sobre todo, lo que tengo son personas de aquí, vecinos de toda la vida», específica.
El turismo se mueve. Y en el Centro, más. Desde muy temprano, y con familias enteras disfrutando de las calles sevillanas, aguarda Luis Molina la llegada de numerosos extranjeros. Es el dueño de varias tiendas de Carrefour Express. «A mí me beneficia, por supuesto. Negarlo sería ridículo. Cuando abrí mi primera tienda, en la calle Harinas y hace seis años, jamás me pude imaginar que íbamos a vivir esta situación. Luego abrí otra tienda, en la calle Zaragoza. Pero es cierto que cada vez veo menos personas del barrio. Lo que ha pasado desde hace cuatro años ha sido increíble. Piense una cosa: el Centro está siempre en obras. ¿Por qué? Porque hay muchos edificios que se están preparando para hacer viviendas turísticas. Justo donde nos encontramos, en este edificio de la izquierda y pegado a mi tienda, antes vivían los vecinos de toda la vida. Pero se han terminado yendo todos. Y ahora, los dueños del edificio lo están reformando para poner apartamentos turísticos. Es lógico».
En el barrio de Santa Cruz el guion es el mismo. María José del Rey, presidenta de la Asociación de Vecinos y Amigos del barrio desde el año 2007, tiene argumentos y conocimiento para hacer una radiografía al respecto. «No podemos esconder la realidad. Notamos el descenso de vecinos, cada vez más. Lo que sucede es que en los últimos años esta situación ha avanzado a pasos agigantados. Avanza más de lo que podemos solucionar. Todos somos conscientes de la importancia que tiene el turismo en nuestra economía, pero debe haber un equilibrio para que la calidad de vida de los vecinos que siguen aquí no se vea mermada», indicó en un primer momento, para a continuación recalcar la idea de todas las partes de llevar a buen puerto el que se conoce como 'Decálogo de buenas prácticas': «Hay una mesa de trabajo en la que participamos los vecinos; está la Policía, Urbanismo, Movilidad.... Lo que se pretende es que los turistas que acceden a este tipo de viviendas sepan una serie de normas en relación al ruido, a la basura, etcétera. No se trata de multar, sino de informar, siempre con la idea de que todos podamos vivir mejor».
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