«El turismo de congresos se ha convertido en una seña de identidad de Sevilla»

El foro, ha reunido en la Galería de ABC a Matilde Almandoz, presidente de OPC España y el Foro MICE, Inmaculada Benito, directora de departamento de Turismo, Cultura y Deportes de la CEOE; María del Mar Carnero, directora del área de Congresos y Eventos de Fibes; Anselmo Rosa, CEO de Rosabus, vicepresidente segundo de Aset y Atedibus y Juan Pedro Ott, director comercial regional de Andalucía y Levante de Barceló Hotel Group.

Durante su intervención en la apertura del foro, Guillermo Martín, explicó que el de congresos se trata de un sector con unas perspectivas relativamente positivas para la industria turística de cara a 2023. De hecho, el último informe sobre el sector elaborado por CaixaBank Research así lo revela. El alza de precios acometidos responde a la fortaleza de la demanda, lo que ha permitido defender los márgenes y prepararse frente a que los incrementos de costes persistan durante 2023. Asimismo, la demanda turística se muestra resiliente y aún presenta margen de crecimiento con respecto a lo alcanzado en 2022.

Por ello, según ha dicho, el servicio de estudios espera que el PIB turístico se sitúe ya un 2,3% por encima del nivel de 2019, tras cerrar 2022 con un 1,8% por debajo.

En Sevilla, sin duda, el turismo de congresos es pieza fundamental de esta buena salud del sector. Una seña de identidad de la ciudad que se construye a través de elementos que se repiten en el calendario cada año, y otros que, aún celebrándose de manera puntual, gracias al éxito en su organización se convierten en escaparate internacional que a su vez se transforma en reclamo para la celebración de una nueva cita.

Según Martín, se trata de una experiencia organizativa que, unida a la capacidad hotelera y al buen tiempo que nos acompaña durante la mayor parte del año, convierte además a la ciudad en el destino perfecto para los eventos profesionales.

Es cierto que cada gran evento supone un desafío del que aprender y mejorar aspectos, pero no cabe duda de que la ciudad ha demostrado que tiene capacidad para albergar grandes eventos y que es una ciudad que lleva los congresos en su ADN.

Según Martín, Caixabank otorgó el pasado año un total de 173 millones de euros al sector hotelero, lo que supone un 55% más que en 2021.

«También nos sentimos muy orgullosos de los convenios con más de 40 federaciones y asociaciones hoteleras, y con la organización de encuentros con empresarios referentes del sector por toda la geografía española. Y como no, de nuestra participación en las principales ferias turísticas internacionales (Fitur, WTM, ITB) y en los eventos sectoriales más relevantes que se celebran en nuestro país, como el TIS aquí en Sevilla.

En este sentido Martín ha destacado que Sevilla demuestra cada vez que se convierte en destino de un gran evento, que es una ciudad abierta y generosa convirtiéndose en referente de este turismo al igual que CaixaBank lo es en la banca de empresas.

El foro, organizado por ABC, con la colaboración principal de CaixaBank y el patrocinio de Barceló Sevilla Renacimiento, City Expert, City Sightseeing, MA Abogados, Real Club Sevilla Golf y Sevilla fue presentado por el redactor jefe de ABC de Sevilla Javier Rubio, que recordó cómo este foro nació en 2017 «para pensar hoy el turismo de mañana», tratando el turismo deportivo, las tecnologías aplicadas al sector o la sostenibilidad entre otras temáticas en cada edición

En relación al turismo MICE, acrónimo en inglés de Meetings, Incentives, Conventions and Exhibitions, explicó que es un término mucho más abarcador de este subsector que el antiguo turismo de congresos con que se nombraba la mayoría de los viajes que no eran de ocio en sentido estricto. Turismo de negocios, en definitiva.

Foro MICE, una entidad que agrupa a los agentes turísticos involucrados, celebró hace casi un año su reunión anual en Sevilla, tras varios años en Madrid. «No fue caprichosa la elección de la capital andaluza, que aspira a convertirse en destino propicio para el encuentro profesional y el intercambio de ideas y experiencias como una ciudad que reúne todos los ingredientes para impulsar y desarrollar proyectos de turismo profesional», apuntó Rubio.

«Quizá -eso nos lo dirán nuestros expertos- es el más rezagado de los subsectores turísticos en alcanzar la velocidad de crucero que mantenía antes de la pandemia». De hecho, los 16,1 millones de viajeros nacionales que se desplazaron por motivos profesionales en 2019 descendieron, en lo peor de la crisis de salud pública, en 2020 a 9,3 millones y sólo se han recuperado muy lentamente entre 2021 y el año pasado.

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Hay estudios, explicó, que apuntan un crecimiento sostenido del 5,5% en la próxima década, siempre que no tengamos nuevos sobresaltos. Pero esos mismos observatorios pronostican un cambio en la tendencia del viajero profesional, con más tiempo libre y mejor organizado para disfrutar del destino y menos carga de reuniones, paneles y sesiones que -ahora lo sabemos- pueden reemplazarse fácilmente por videoconferencias.