El rincón de...MIguel gallego Benot

«En Tubinga me dediqué a entender los agujeros negro y la ceja de Ancelotti»

Es la cara y la cruz del sistema educativo público: su formación universitaria y la frustración de ver a nuestros talentos ejercer lejos de la tierra

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Miguel Gallego Benot Maya Balanya

-Creo que desde pequeño su vocación estaba muy definida, que no le iban ni los versos ni los reyes godos, pero sí la Física. ¿Cierto?

-Sí, siempre sentí muchísima curiosidad por conocer la naturaleza y saber cómo funcionaba. Y en la elegancia y ... la sutileza de las matemáticas vi algo fuera de lo común.

-Y se hizo físico en Sevilla y Granada. Dos facultades públicas que le dieron recursos intelectuales solventes para competir con los mejores en Alemania

-Eso es muy cierto. Aprendí muchas cosas aquí que cuando empecé el máster noté que muchos de mis compañeros de distintas partes del mundo no habían conocido jamás.

-¿Llegó alguna vez a sentirse dos o tres pasos por atrás que sus compañeros alemanes más destacados?

-En la parte académica referente a la Física siempre estuve en los más competentes de mi clase o curso de trabajo, pero también es cierto que dominaban el inglés con mucha más elegancia que yo.

-En Tubinga, además de hacerse vegetariano, vaya por Dios, sacó su máster de astropartículas. ¿Con eso qué se hace?

-Siendo vegetariano no podía comer jamón ni platos tradicionales de la tierra. Y dediqué mi tiempo a entender los mecanismos de formación y evaporación de los agujeros negros, motivo por el que salí de España.

-Pero hay un importante giro de guión en su carrera. ¿Por qué se pasa de bando, deja la astrofísica y se fija en la radiofísica?

-Porque al final, cuando haces astrofísica teórica todo el día, estás desarrollando unas teorías que no le va a cambiar ni facilitar la vida a nadie. Con la radiofísica pasa todo lo contrario.

-O sea, que a usted le gusta más investigar que la especulación teórica de la Física. ¿Eso es lo que quiso demostrar cuando propuso un trabajo sobre la ceja arqueada de Ancelotti y los agujeros negros?

-Efectivamente, aunque ese trabajo comenzó como una broma entre amigos donde, utilizando mecanismos de expulsión de partículas de agujeros negros, demostré que se puede conseguir que la ceja de Ancelotti que nunca levanta, se pueda quedar como la otra.

-¿Es cierto que la Física, en su experimentación virtual, va cien años por delante que la realidad que vive?

-Es completamente cierto, pero también es muy ambicioso hablar de escalas de tiempo tan definidas. Pero es real que la Física experimental va por detrás de la teórica.

-Disculpe mi osadía: pero eso es como tener un tío en Alcalá…

-Le disculpo la osadía pero, al final, los modelos teóricos tienen que ser desarrollados y se le encuentran utilidad en ámbitos más diversos.

-Ahora ha regresado a España a formarse, precisamente, como radiofísico. Son tres años en casa. ¿Se irá a Alemania cuando termine?

-Sí, ese es mi objetivo. Pero quedan tres años por delante donde cualquier cosa puede pasar.

-Es una lástima que los mejores y más preparados se nos vayan de la tierra. ¿Qué os podría retener aquí?

-Es algo tan sencillo como conseguir que se nos den oportunidades tan buenas como se nos ofrecen en el extranjero. Que incluye la conciliación de la vida personal con la académica.

-¿Estamos muy lejos de lo que le ofrecen en Tubinga?

-De acuerdo a mi experiencia, yo pienso que sí. Allí se me ofrecieron muchas oportunidades y formé parte de un grupo de investigación como estudiante de máster y fui tratado como un estudiante doctoral.

-Creo que su supervisora académica no deja de hacerles ofertas para que regrese a Tubinga. ¿Aquí cabe la posibilidad de que alguien le haga una oferta para pensarla?

-Lo dudo mucho. Al final, cuando el supervisor está trabajando contigo, lo hace codo con codo, conociéndote al máximo, experiencia que aquí es imposible tener por falta de tiempo.

-Tiene toda una vida por delante. ¿Qué le gustaría aportar desde la radiofísica para el bienestar humano?

-Todos soñamos con curar patologías oncológicas algún día. Me encantaría aportar algo del conocimiento obtenido en este reto médico.

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