Las tres 'patadas a seguir' del Ministerio en Sevilla

Esta situación la denunciaba hace unas semanas el Observatorio de Infraestructuras de Gaesco y la Cámara de Comercio de Sevilla, que le reclamaba al Ejecutivo que preside Pedro Sánchez que ofreciera soluciones de urgencia a las principales obras públicas que estaban pendientes en la provincia. El sector considera que el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible hace ver que tiene estas obras activas aunque, en la práctica, las va demorando en el tiempo, lo que significa que las deberá acometer el Gobierno que salga de las próximas elecciones generales, sea quien sea el inquilino en el Palacio de la Moncloa.

Un claro ejemplo de estas políticas es que el Ministerio de Transportes se haya saltado el acuerdo al que llegó con la Junta de Andalucía para agilizar la conexión ferroviaria entre el aeropuerto y Santa Justa. A ese compromiso llegaron los entonces consejera de Obras Públicas, Marifrán Carazo, y el ministro, José Luis Ábalos. El acuerdo consistía en que la Junta asumiría el encargo del estudio para la conexión entre la estación y el aeropuerto, y que el Gobierno se basaría en él para elaborar el proyecto y ejecutar una obra que es de su competencia.

Sin embargo, a escasas semanas de las elecciones andaluzas de junio de 2022, Raquel Sánchez, quien sustituyó a Ábalos, anunció que el Gobierno encargaría otro estudio de viabilidad, cuyo plazo de ejecución para colmo era el doble. A pesar de ello, la Junta culminó su informe y lo remitió al Ministerio el pasado mayo, sin obtener resupuesta porque, desde el departamento que preside Óscar Puente, insisten en que harán el suyo propio. El estudio no estará hasta el próximo año, lo que ha supuesto un frenazo a esta obra.

Otro ejemplo es la construcción de la AP-4 entre la capital andaluza y Cádiz, cuya carencia han sufrido muchos sevillanos durante el verano, que se han visto atrapados en atascos. Hasta ahora solo se ha iniciado la redacción de los 34,4 kilómetros del tercer carril de esta vía entre Dos Hermanas y Las Cabezas de San Juan. El plazo de ejecución del proyecto es de tres años, que después deberá salir a licitación, pasar el proceso de adjudicación y, una vez clarificado, darán inicio las obras. Es decir, en el mejor de los casos pasarán entre cinco o seis años para que se terminen los trabajos del desdoble de estos 34,4 kilómetros.

La situación del puente que debe sortear el Guadalquivir entre Dos Hermanas y Coria del Río también es otro proyecto que difícilmente podrá estar en el plazo que se puso el ministro Óscar Puente para tener terminada la SE-40, esto es, 2030. El Gobierno decidió el pasado agosto para esta infraestructura no abrir un procedimiento de licitación, sino adjudicar directamente el contrato a la empresa estatal Ineco, que deberá redactar el proyecto, para lo que tiene un plazo de redacción de 19 meses –en principio iban a ser 12–, lo que supone un retraso hasta el segundo semestre de 2026, fecha en la que tendrá que iniciarse la licitación de las obras, su adjudicación y ejecución. Por lo que el horizonte del inicio de los trabajos se trasladará a 2027.

Desde el sector se preguntan «qué Gobierno va a afrontar inversiones que superarán en conjunto los mil millones» como las que requerirán la conexión ferroviaria entre Santa Justa y el aeropuerto, el tercer carril de la AP-4 y el puente de la SE-40. Tienen claro que no será el actual Ejecutivo que preside Pedro Sánchez.