Tres meses de retraso que pueden derivar en tres campañas del Betis en la Cartuja
Las previsiones más optimistas hablaban de derribar y empezar a construir la nueva Grada antes del inicio de este verano para regresar al Benito Villamarín en las primeras jornadas de la 2027-28

Las obras de remodelación del Benito Villamarín ponen en tela de juicio los planes iniciales del Real Betis. Esta actuación implica una labor coordinada que no siempre cumple con la idea inicial que tenían todas las partes. La demora de los tiempos hace que los ... días pasen y que la posibilidad de no obtener la licencia de obras para construir la nueva grada de Preferencia del estadio hasta septiembre u octubre, tres meses más tarde de la idea inicial, sea una opción más que probable. Una incertidumbre que puede derivar en que el Betis tenga que jugar un año más en el estadio de la Cartuja, siendo tres y no dos las temporadas de este exilio forzoso. No es lo que estaba proyectado en un inicio, pero es un escenario que el club presidido por Ángel Haro no debe descartar.
El Betis ya ha iniciado la mudanza de todas sus oficinas al estadio de la Cartuja y tiene la licencia para derribar cuando quiera la grada de Preferencia, si bien aún debe licitar la misma y designar a la empresa del sector que se encargará de acometer dicho derribo. Unas obras que no suponen un costo muy alto, pero en la entidad helipolitana no quieren alejar mucho la demolición del inicio de la construcción del nuevo graderío. Sin embargo, esta es la fecha que más se está dilatando en el tiempo. El Estudio de Ordenación fue aprobado por la Junta de Gobierno municipal a finales del mes de abril, siendo sometido al trámite de exposición pública de 20 días a partir del 6 de mayo del presente año. El siguiente paso debe ser su aprobación en el Pleno del Ayuntamiento, que en un principio estaba previsto que se produjera este mes de junio, pero no llegará a tiempo y se dilatará, mínimo, hasta el pleno del próximo 18 de julio.
El motivo de este retraso se produce por la falta de todos los informes sectoriales que deben formar parte del expediente, además de que aún se están respondiendo a aquellas alegaciones que han llevado a cabo algunas entidades y asociaciones vecinales del entorno. Una vez se solventen estos asuntos, el Pleno del Ayuntamiento tendrá que aprobar la iniciativa, que cuenta con el visto bueno del PP y que tendrá que recibir también la aprobación de al menos un grupo de la oposición. Sólo entonces en el Betis podrán solicitar la preceptiva licencia de obras para la construcción del nuevo graderío, que tendrá una capacidad para alrededor de 10.000 espectadores e incluirá experiencias premium para elevar la cifra de ingresos del club.
En el Betis han podido ver cómo se aceleraron los trámites para la concesión de las autorizaciones pertinentes para la construcción de una nueva grada de Preferencia, una reclamación que llevaban solicitando desde hace ocho años pero que nunca llegaba a buen puerto. El actual gobierno municipal se propuso escuchar las reclamaciones que llegaron a la par tanto por parte del Betis como del Sevilla FC, que también quiere afrontar la remodelación del Sánchez-Pizjuán, sin beneficiar a uno por delante del otro, y lo ha tramitado todo con toda la agilidad posible aunque no ha sido posible antes de julio.
Los tiempos de una obra
Cabe recordar que, en un primer momento, la idea del Betis era demoler la grada de Preferencia justo después de la celebración del último partido de Liga ante el Valencia del pasado 23 de mayo, idea que los plazos acabaron descartando. La siguiente fecha marcada en el calendario fue el 23 de julio, aunque todo hace indicar que tampoco se podrá cumplir con esa idea, ya que los márgenes de actuación desde la ratificación en el Pleno del 18 de julio son muy estrechos. Así pues, con la llegada de las máquinas de derribo previstas para agosto, y con una concesión de licencia de obras que no se espera antes del mes de septiembre u octubre, el traslado a la Cartuja tiene visos de alargarse más allá de las dos temporadas previstas inicialmente. Las previsiones más optimistas hablaban de derribar y empezar a construir la nueva Grada antes del inicio de este verano para regresar al Benito Villamarín en las primeras jornadas de la 2027-28.
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