patrimonio

Los trabajos en el Cenador de Carlos V del Alcázar de Sevilla confirman el origen del edificio como una qubba de recreo

Los arqueólogos no descartan totalmente la hipótesis del origen funerario

El cenador de Carlos V del Alcázar de Sevilla está sobre los restos de un gran palacio de recreo almohade del siglo XII

Miguel Ángel Tabales, Andrés Luque Teruel, Juan Bueno y Ana Jáuregui, junto al Cenador de Carlos V juan flores

El arqueólogo Miguel Ángel Tabales ha dado a conocer este lunes las principales conclusiones que se han sacado tras los trabajos de intervención arqueológica que se han hecho hasta el pasado mes de septiembre en el Cenador de Carlos V del Real Alcázar, constatándose ... que se trata de un edificio palatino de finales del siglo XII, cuyas estancias se dedicaron fundamentalmente a una función lúdica, y que guarda grandes similitudes con otras estructuras parecidas también de los siglos XII-XIII, como el Palacete de la Buhayra de la Menara de Marrakech, en Marruecos. De esta forma, queda en segundo plano que el edificio tuviera un origen funerario, aunque el equipo de arqueólogos que están interviniendo en este inmueble no han querido descartar esa hipótesis.

Tabales ha explicado que gracias a la aparición de una serie de restos arqueológicos. «Son pequeños, pero muy claros desde el punto de vista de la explicación de la simetría y de la lógica de la arquitectura islámica como para poder establecer ciertas comparaciones con otros edificios andalusíes de los siglos XII y XIII y del actual Marruecos». Como ejemplos de similitudes ha puesto el del Cuarto Real de Santo Domingo, en Granada; el Alcázar Genil, también en Granada; la gran cúpula del Alcázar de Jerez o alguna Musalla, como la de Fez, en Marruecos.

En todo caso, Tabales ha establecido como ejemplo palatino más parecido con el del Cenador de Carlos V del Alcázar el del Palacete de la Buhayra de la Menara de Marrakech, en Marruecos, que tiene «grandes espacios de huertas, palacetes, albercas, etc.». Además, ha añadido que «el plano de lo que tenemos encaja bastante con el Palacete de la Menara. Ante estos resultados, el arqueólogo ha añadido que «creo que es bastante información la que hemos conseguido para poder descartar, no al cien por cien, pero casi, algunas funciones como la funeraria».

El arqueólogo ha comentado que en los dos cortes que se han hecho en el edificio para proceder a las catas han aparecido materiales en diferentes capas de relleno que se añadieron para subir la cota del edificio por las inundaciones que hubo (en 1200 se produjo una que fue considerable). La cota original estaba 2.5 metros por debajo de la actual. Por eso, han dado, «como lo llamamos en arqueología, con fósiles directores, porque no presentan dudas», dice Tabales. En ese sentido, han aparecido cazuelas de costillas y candiles de pie alto que son de finales del XII y principios del XIII. Se han hallado también epigrafías estampilladas en grandes tinajas «con las típicas formas nosológicas islámicas que responden por su decoración y sus modelos al siglo XIII», ha añadido este experto.

La restauración del Cenador de Carlos V estará en 2026

Por su parte, el delegado de Hacienda, Administración y Transformación Digital en el Ayuntamiento de Sevilla, Juan Bueno, ha dado la enhorabuena a Miguel Ángel Tabales y a su equipo, «no sólo por los resultados que han logrado, sino por los trabajos que van a seguir realizando». Además, ha dicho que el Gobierno municipal «va a seguir apostando por continuar avanzando en el Alcázar». A ese respecto, ha añadido que «tenemos un momento importante en 2026, porque vamos a celebrar el V centenario de la boda de Carlos V en el Alcázar, por lo que ya han empezado los trabajos de restauración para tener el Cenador de Carlos V perfectamente restaurado en esa fecha, pero eso no quita para que el gobierno siga apostando por la investigación en el Alcázar y que en los siguientes presupuestos y siguientes años sigamos apostando por este tipo de investigaciones tan importantes y que nos ponen en el objetivo de que estamos haciendo las cosas bien en el Alcázar, no sólo para los sevillanos, sino desde le punto de vista histórico».

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