Los toldos de la Avenida de la Constitución dejarán libre la Catedral e irán en maceteros

La Gerencia de Urbanismo ha adjudicado el contrato para la fabricación y el montaje de los toldos a la empresa sevillana Heliopol, que ya se encarga de otras tareas relevantes en la ciudad como la instalación de las estructuras de la Feria de Abril. En este caso, se invertirán algo más de 290.000 euros en entoldar parte de la Avenida de la Constitución en dos tramos, ya que se dejará libre el espacio comprendido entre el edificio del Archivo de Indias y la esquina de la parroquia del Sagrario con la calle Alemanes, protegiendo la estética monumental de este céntrico enclave y evitando que se llegue a producir una interferencia visual con la Catedral de Sevilla, que quedará libre de la estructura de las velas. De este modo, se prevé que las lonas de sombra se instalen en una primera parte que iría desde la Puerta Jerez hasta el cruce con la calle Santander, y en un segunda que comprendería el espacio que separa la intersección de la calle Alemanes hasta la Plaza Nueva. Entre ambas suman una superficie total de 1.296 metros cuadrados.

La actualización del proyecto de la Avenida ha resuelto uno de los grandes inconvenientes con los que se topó desde un primer momento, cómo sería el anclaje de los toldos para garantizar que la estructura no se resintiera. En un primer momento, se pensó en utilizar como soporte las actuales farolas de tres brazos que alumbran la calle, pero técnicamente se demostró que no estaban preparadas para ello. Posteriormente, se valoró la idoneidad de que se instalaran unos maderos similares a los que soportan las velas en lugares como la Plaza Nueva o la del Salvador, pero también se descartó esa opción porque era necesario hacer obras en el pavimento. Finalmente, las lonas irán enganchadas a unos báculos de acero de nueve metros de altura que se sustentarán sobre un basamento trapezoidal de hormigón de 1,2 metros de alto, que se utilizará, además, como una especie de macetero, pues en cada uno de ellos se colocarán macetas para crear una estética más verde y proporcionar una mayor sensación de frescor a los viandantes. Tanto los postes como las bases irán recubiertas en un tono gris, casi de aspecto metalizado, y llevarán grabados el símbolo local del No&Do en la parte inferior de los mismos.

El acuerdo alcanzado con la empresa adjudicataria la compromete a tener instalados los toldos en la Avenida de la Constitución para este verano. Así, el contrato incluye un plazo de ocho semanas para los trabajos previos y la prefabricación de los elementos necesarios, otras siete semanas más para la confección de los toldos (que podrán simultanearse con la fase anterior) y un total de cuatro semanas para la puesta a punto de los báculos, los cables, las velas y sus remates. Según las fuentes consultadas por este periódico, la intención del Ayuntamiento es que el montaje comience una vez que pase el último paso de la Semana Santa de este año por la zona y se proceda al desmontaje de las estructuras y del vallado de la Carrera Oficial. Teniendo en cuenta que este año el Domingo de Resurrección cae en 20 de abril, y que el plazo de montaje es de un mes, la estructura completa debe estar finalizada en torno a finales del mes de mayo, misma fecha en la que el pasado año estaban instaladas las velas en todas las calles que se entoldaron en el Casco Antiguo.

Los toldos irán enganchados a estos báculos y centrados en la Avenida, casi ocupando el mismo recorrido por el que atraviesan las vías del Metrocento. Son elementos efímeros y, por tanto, el gobierno de José Luis Sanz sólo ha tenido que dar cuenta a la Consejería de Cultura de su instalación, sin tener que precisar autorización expresa. Se están fabricando ya en tejido elástico de fibras, en color crema, con un ancho de 13,2 metros y un largo que va a oscilar entre los 17,5 y los 18 metros en cada una de las piezas. No habrá ningún elemento fijado al suelo, tampoco a las fachadas, y se anclarán en estos soportes a través de unos cables de acero y unas argollas. En los extremos, los toldos tendrán una altura de siete metros y en su parte central llegarán hasta los 5,5 metros, lo que no impedirá ni el paso del tranvía ni de la procesión del Corpus Christi a mediados del mes de junio.

El gobierno de José Luis Sanz resolverá así uno de sus compromisos electorales, que hasta ahora se había topado con los reparos de Patrimonio y la complejidad que requería el desarrollo técnico de esta iniciativa. El siguiente paso será la integración de estos elementos en los puentes sobre el río.