SALUD
Nueva era sin quimioterapia para el cáncer de vejiga: terapias diana, anticuerpos conjugados e inmunoterapia
El Hospital Virgen del Rocío de Sevilla tiene abiertos 17 ensayos clínicos con estas combinaciones que pueden marcar «una nueva era» sin quimioterapia
España presenta una de las mayores tasas de incidencia y mortalidad de cáncer de vejiga e toda Europa, con tres grandes focos, uno de ellos en el triángulo que forman Cádiz, Huelva y Sevilla
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Sevilla
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El Hospital Virgen del Rocío participa en diversos ensayos clínicos con combinaciones de terapias diana, anticuerpos conjugados e inmunoterapia contra el cáncer de vejiga que están ofreciendo resultados prometedores. «Estas combinaciones están suponiendo un beneficio importante y estamos obteniendo unas respuestas tumorales rápidas ... y duraderas en el tiempo como nunca antes se habían observado en cáncer de vejiga. Si finalmente este beneficio se confirma en los ensayos clínicos, sin duda marcará un nuevo hito en el tratamiento de nuestros pacientes», asegura Begoña Pérez Valderrama, secretaria del Grupo Español de Oncología Genitourinaria (SOGUG) y médico adjunto del Servicio de Oncología Médica de la Unidad de Tumores Genitourinarios del primer hospital andaluz, que atiende a unos 800 pacientes cada año, de los cuales 160 son nuevos casos.
El centro sanitario sevillano tiene actualmente abiertos 17 ensayos en cáncer de vejiga con nuevas moléculas que pueden suponer un gran avance en el tratamiento de esta enfermedad. Este tumor es el quinto más frecuentemente diagnosticado en nuestro país, por detrás del cáncer de mama, pulmón, próstata y colon (cuarto en hombres, por delante del colon). Los datos demuestran que España presenta una de mayores tasas de incidencia y mortalidad por cáncer de vejiga de toda Europa, con tres focos principales: País Vasco, Galicia y el triángulo que forman Huelva, Sevilla y Cádiz. Este año se diagnosticarán unos 22.000 nuevos casos en todo el país y se estima que morirán por su causa unos 5.000 pacientes.
«En estos ensayos combinamos tratamientos dirigidos contra dianas moleculares con fármacos dirigidos contra diferentes proteínas implicadas en el proceso de crecimiento, metabolismo y división celular tumoral, y con fármacos que actúan directamente alterando el DNA de la célula tumoral. También contamos con vacunas de nueva generación, anticuerpos aun más específicos contra proteínas tumorales y diversos fármacos que activan nuestro sistema inmune desde diferentes puntos de acción», dice la doctora Pérez Valderrama. El objetivo de estos ensayos es hallar tratamientos que mejoren la supervivencia y y la calidad de vida de los pacientes.
Desde hace décadas, el tratamiento estándar del cáncer de vejiga metastásico ha sido la quimioterapia intravenosa, fármacos que han demostrado ser activos frente a la enfermedad con un alto porcentaje de respuestas tumorales inicialesy que mejora los síntomas de la enfermedad de una manera rápida. «A lo largo de los años hemos vivido una serie de mejoras en los tratamientos de soporte y prevención de efectos adversos de la quimioterapia que ha hecho que la mayoría de los pacientes la toleren de una manera aceptable», asegura la oncóloga.
A pesar de ello, la quimioterapia sigue teniendo una serie de efectos secundarios importantes que no siempre ayudan a mantener la calidad de vida de los pacientes. Además, en una gran mayoría de los casos el tumor se hace resistente a este tratamiento en un tiempo que oscila entre los 6 y los 12 meses. «A partir de 2016, se empiezan a utilizar los nuevos fármacos de inmunoterapia, que de alguna manera marcan una 'nueva era' en el tratamiento de este tumor, dado que por vez primera se empiezan a observar respuestas de muy larga duración en este tumor y pacientes que no vuelven a recaer de la enfermedad, por lo que la inmunoterapia se convierte en un tratamiento estándar. A pesar de ello, seguimos encontrando un porcentaje de pacientes no desdeñable que no responde al tratamiento con inmunoterapia y que lamentablemente acabará falleciendo por la enfermedad tumoral», explica esta experta. La combinación de estas tres terapias (inmunoterapia, terapias diana y anticuerpos conjugados) intenta combatir estas resistencias.
Las terapias diana son tratamientos que van dirigidos contra una proteína específica de la célula tumoral; y los anticuerpos conjugados se se unen a la célula tumoral y lleva unidos un fármaco de quimioterapia que se inyecta dentro de la célula tumoral. Estos fármacos de nueva generación consiguen atacar directamente a la célula tumoral evitando hacer daño a las células sanas. «Estos fármacos ya han demostrado beneficio importante en nuestros pacientes utilizados de forma individual y estamos ensayando combinaciones de estos fármacos con inmunoterapia», explica la doctora Pérez Valderrama.
«Si este beneficio se confirma en los ensayos clínicos cuyos resultados tendremos dentro de unos meses, estaremos ante un nuevo hito en el tratamiento de nuestros pacientes»
Begoña Pérez Valderrama
Oncóloga de la Unidad de Tumores Genitourinarios del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla
El cáncer de vejiga, mucho más frecuente en hombres que en mujeres, es un tumor que se origina en la mucosa de la vía urinaria, llamada «urotelio». Este urotelio recubre toda la superficie interna del tracto urinario y es la barrera de permeabilidad entre la orina y la sangre, por lo que está constantemente expuesto a una gran variedad de potenciales carcinógenos. «Estos tumores se originan por contacto mantenido entre la mucosa vesical y sustancias cancerígenas ingeridas o inhaladas excretadas a través de la orina, con mucha frecuencia por los hidrocarburos inhalados. Por tanto, la exposición química es el factor de riesgo más importante en este tumor, y el tabaco es el factor de riesgo fundamental. De hecho, los fumadores activos tienen tres veces más riesgo de desarrollar un cáncer de vejiga, pero es que los exfumadores, tienen hastados veces más riesgo de desarrollarlo también«, asegura la oncóloga, que incide en la importancia de la prevención de este último factor, el único evitable cien por cien.
Otros factores de riesgo comprobados son los carcinógenos inhalados por exposición profesional, como ocurre en algunas industrias químicas, colorantes y pinturas, así como compuestos de caucho, determinados combustibles o industrias de gas. «Otros factores químicos menos establecidos son el abuso de determinados analgésicos y preparados específicos de herbolario», afirma Pérez Valderrama, que destaca un cambio de tendencia en este cáncer de dos años para acá. «A pesar de que en los últimos años se ha ido observando un creciente aumento en la incidencia de este tumor en nuestro país, es cierto que en los últimos 2 años encontramos que la incidencia ha descendido levemente, así como la mortalidad«, asegura.
El síntoma más frecuente de este tipo de cáncer es la hematuria, o sangrado por la orina. «Aparece hasta en un 90 por ciento de los casos de forma precoz, y siempre hay que consultar cuando aparece. Otros síntomas frecuentes son irritabilidad de la vejiga, escozor constante, incapacidad para orinar con normalidad, e incluso dolor a nivel de la pelvis«, explica la oncóloga.
Coincidiendo con una situación de enfermedad más avanzada, el paciente puede sentir hinchazón de una o las dos piernas, estreñimiento importante, dolor abdominal, o incluso dolor óseo, así como pérdida de peso y apetito e incluso fiebre o aumento de la temperatura corporal.
El diagnóstico precoz es básico en este tumor, como en casi todos. «La probabilidad de curación del cáncer de vejiga es directamente proporcional a la detección en estadios localizados del mismo. Se trata de un cáncer agresivo que, si no se detecta rápido, suele desarrollar metástasis a distancia de forma relativamente precoz, lo cual compromete no solo la evolución posterior del tumor, sino la calidad de vida de los pacientes, que ya necesitarán probablemente tratamiento para el tumor durante toda la evolución de la enfermedad«, explica la doctora Perez Valderrama.
En ocasiones, los tumores de vejiga tienden a reproducirse, por lo que no es infrecuente que algunos pacientes tengan que intervenirse en varias ocasiones a lo largo de su vida. Si se producen recaídas frecuentes, o el tumor localizado infiltra las capas más profundas vesicales, el paciente debe someterse a una cistectomía radical, que implica extirpar completamente la vejiga, la próstata, y los ganglios linfáticos de drenaje de la vejiga.
Según el tipo de tumor que haya y lo profundamente que haya infiltrado, en ocasiones a los pacientes se les ofrece un tratamiento de quimioterapia intravenosa antes o después de la cirugía radical para prevenir recaídas de la enfermedad, que desgraciadamente, no son infrecuentes en estos tumores, dado que hasta en un 20-30 por ciento de los casos, un tumor que se diagnostica en fase localizada puede desarrollar metástasis a distancia.
Hasta en un 10 por ciento, el cáncer de vejiga debuta de forma localmente avanzada, que impide la cirugía curativa y/o metastásica, con aparición de metástasis que puede ocurrir en los ganglios linfáticos, pulmón, hígado y hueso, como localizaciones más frecuentes.
El reto más importante, no obstante, en las enfermedades oncológicas es la prevención. Expertos explican que el tabaco es el factor de riesgo más importante en el cáncer de vejiga y recomiendan diseñar campañas de prevención. «Son fundamentales para prevenir el desarrollo de este tumor -explica Pérez Valderrama-, así como instruir a la población general para que conozcan la enfermedad y pueda detectar síntomas de manera precoz». También lo es mejorar las vías de acceso rápido al sistema sanitario tanto a la medicina general como a los especialistas implicados en el manejo de este tumor, algo en lo que hay mucho margen de mejora, como reconoce esta oncóloga, que recuerda también a las agencias sanitarias «la importancia de la financiación en nuestro país de una manera precoz de fármacos que han demostrado beneficio significativo en la supervivencia de nuestros pacientes con cáncer de vejiga para que los pacientes puedan acceder a ellos lo antes posible«.
El cáncer de vejiga, con unas tasas de mortalidad por encima de la media oncológica, suele provocar morbilidad. «Es básico diseñar y promover campañas de concienciación a los ciudadanos para que conozcan cuáles son los síntomas por los que deben consultar de forma rápida, tener un rápido acceso al sistema sanitario en cuanto aparezcan síntomas sospechosos, tener un rápido acceso a los medicamentos activos en este tumor, y desde luego, promover campañas para generar programas de prevención primaria, como es el abandono del tabaquismo«, insiste.
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