El 86% de los sevillanos quiere una regulación de las viviendas turísticas

Una de las preguntas que se les hizo en este proceso, que se abrió el pasado 9 de noviembre y se cerró el 4 de diciembre, es qué medidas proponen para controlar la proliferación. La más popular, por el número de personas que la ha planteado, es la creación de un mapa de zonas saturadas en las que no se autoricen nuevas altas. «Se solicita incluso que se revisen las licencias existentes considerando necesario encontrar un equilibrio entre los usos desarrollados en la ciudad», indica el informe.

Otra de las ideas ofrecidas por los vecinos es que se establezca un porcentaje máximo de pisos por edificio o que sólo se permita en aquellos inmuebles que tengan entrada independiente. Igualmente se propone una moratoria de tres o cuatro años como mínimo para la concesión de nuevos permisos en estas zonas.

Otra de las medidas que mencionan es que las licencias sean temporales para adaptar estos permisos a la norma vigente en cada momento y que, tratándose de viviendas, el uso turístico no sea permanente, sino que sólo se puedan utilizar como alojamiento durante unos días al año. Como ejemplo ponen entre treinta y sesenta. Igualmente piden aumentar las inspecciones y que un mismo propietario no tenga más de un determinado número de inmuebles destinados a este fin. Junto con estas peticiones solicitan un encarecimiento del IBI para este tipo de residencias y que haya más inspecciones.

Por su lado, las empresas del sector, entre las que hay un gran número de gestores de pisos turísticos piden un análisis de toda la oferta de la ciudad, no sólo las viviendas, al considerar que sería «desproporcionado» no limitar todos los tipos de alojamiento. También creen que no es necesario una nueva normativa dado que en Sevilla se ha hecho una modificación puntual del PGOU que ya establece unas limitaciones y que no se están llevando a la práctica. Otra propuesta que hacen es que en las zonas de la ciudad en las que no hay saturación no se apliquen nuevas restricciones.

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La Gerencia de Urbanismo ha canalizado todo este proceso y ha estudiado cada respuesta recibida. De hecho, alguna de ellas se tendrán en cuenta en una ordenanza para la regulación de este fenómeno.