Sevilla no sufrirá cortes de suministro aunque no caiga una gota de agua en un año

Y es que la sequía tiene cuatro fases, tres de las cuales están a punto de concluir. La primera se considera una fase de normalidad, es un punto en el que Sevilla no está desde hace ya bastante tiempo. La segunda es la de prealerta o fase amarilla y la tercera la fase naranja o umbral de alerta es en la que ahora se encuentra.

Todo indica que en septiembre Sevilla entrará en la cuarta y última fase, la roja o del umbral de emergencias. Sin embargo, fuentes de Emasesa insisten en que, pese a la gravedad de la situación, el suministro de agua está garantizado y que, por tanto, no se prevén cortes de momento.

Hay que tener en cuenta que la situación global de los pantanos que abastecen a Sevilla (Aracena, Zufre, Minilla, Gergal, Melonares y Cala) está en torno al 33 por ciento de su capacidad y que estamos atravesando la peor sequía de los últimos 30 años con el agua de los embalses es cada vez más escasa.

Actualmente Emasesa abastece a 1.393.000 habitantes de Sevilla y provincia, de los cuales, 1.066.000 se abastecen directamente de esta empresa pública con agua potable y 327.000 con «agua bruta», que potabiliza y distribuye Aljarafesa.

En cuanto al consumo unitario doméstico es actualmente de unos 106 litros por habitante y día, algo menos que los 112 de 2019 y los 109 con los que se cerró el año 2022. Eso supone que el consumo medio diario para abastecimiento es de 260.000 metros cúbicos al día y el total anual de 96 hectómetros cúbicos.

En cuanto al gasto total del sistema (incluye consumo abastecimiento + evaporación + caudal ecológico): desde Emasesa se insiste en que entre 140 y 150 hectómetros cúbicos al año se van en caudal ecológico y evaporación.

Entonces ¿qué tiene previsto hacer el Ayuntamiento el próximo otoño para paliar la situación? Según parece, la idea es que el alcalde José Luis Sanz dicte un bando en el mes de septiembre, una vez que se decrete el paso a la fase de emergencia en Sevilla, en el que se hará saber a los ciudadanos que están obligados a aumentar el ahorro del consumo pasando del cinco por ciento actual a un diez por ciento en la factura. Eso supone que cada consumidor tendrá que ahorrar un diez por ciento de agua.

Aunque aún no se ha concretado cómo se hará para lograr ese objetivo de la reducción de la factura Emasesa ya está estudiando la manera de hacerlo. La intención es incluir en las facturas de los consumidores el ahorro que se genera y hacerle llegar a los que no cumplan ese objetivo de ahorro un aviso. En principio la idea es enviar una nota informativa. Es decir, Emasesa avisará al consumidor que no ahorre de que se está pasando en el consumo y para ello ya se estudia lanzar una campaña de ahorro más potente.

Es algo que deberá aprobar la junta general de Emasesa tras el verano aunque la idea es que las medidas de todos los municipios que se abastecen de esta compañía impongan medidas homogéneas. Para evitar que haya unas prohibiciones en unos municipios y otras en otros de la provincia. Eso teniendo en cuenta que Emasesa gestiona el agua no sólo de Sevilla capital sino también de Alcalá de Guadaíra, Alcalá del Río, Camas, Coria del Río, Dos Hermanas, El Garrobo, El Ronquillo, La Puebla del Río, La Rinconada, Mairena del Alcor y San Juan de Aznalfarache.

Será en cualquier caso un bando que llegará aproximadamente un año después de que el anterior alcalde, el socialista Antonio Muñoz, dictara uno en octubre de 2022 advirtiendo de que Sevilla se encontraba ya en situación de alerta por escasez de recursos y recordara que el agua almacenada equivalía aproximadamente al gasto de un año y medio.

De hecho hay que recordar que desde hace casi un año está prohibido el uso de agua potable en los siguientes supuestos:

-Riego de jardines, praderas, árboles, zonas verdes y deportivas, de carácter público o privado.

- Riego o baldeo de viales, calles, sendas y aceras, de carácter público o privado.

-Llenado de piscinas, estanques y fuentes, privadas o públicas, que no tengan en funcionamiento un sistema de recuperación o circuito cerrado.

-Fuentes para consumo humano que no dispongan de elementos automáticos de cierre.

-Lavado con manguera de toda clase de vehículos, salvo si la limpieza la efectúa empresa dedicada a esta actividad.

-Instalaciones de refrigeración y acondicionamiento que no tengan sistema de recuperación o circuito cerrado.

Además en ese bando la Alcaldía instaba a toda la ciudadanía, organismos, empresas y demás colectivos sociales, a «un uso racional, responsable y solidario de un bien escaso, como es el agua» y a un esfuerzo colectivo y solidario para alcanzar el objetivo de ahorro del 5 por ciento en el consumo que nos permita preservar las reservas actuales.

El próximo aviso, que le tocará a José Luis Sanz, será más serio ya que los sevillanos deberán ahorrar el doble.