Sevilla se inunda de música, colores y protesta en la cabalgata del Orgullo al grito de «Tos por igual»
Miles de personas participaron este sábado de una jornada marcada por el calor, la reivindicación y la diversidad
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Hoy es el Día Internacional del Orgullo LGTBIQ+, y Sevilla se vistió de colores para llenar las calles de reivindicación. Todo ello, para honrar una fecha que marca la lucha histórica de un colectivo que ha peleado, durante décadas, por el reconocimiento de sus ... derechos, la igualdad y la dignidad. El lema de este año es 'Tos por igual', una frase que Daniel Vivas plasmó en el cartel del Orgullo 2025 y que, además de recordar a la llamada para la la levantá del paso de una cofradía, hace referencia a que la igualdad debe ser para todas las personas, sin importar género, orientación sexual o identidad.
El inicio de la Manifestación del Orgullo Sur estaba previsto para las siete de la tarde, y a esa hora cientos de personas y 25 carrozas ocupaban la avenida del Cid por la acera contigua al Prado de San Sebastián. El termómetro marcaba 49°C, y aunque era evidente que la estructura estaba recalentada, hacía demasiado calor para estar bajo sol.
Al haber vehículos involucrados, la Policía Local realizó pruebas de alcoholemia antes de iniciar el desfile a los conductores de los vehículos que participaban en la marcha. Todos los resultados fueron negativos, según aseguró la cuenta de Twitter de Emergencias Sevilla.
Cuando todo estaba por empezar, aparecieron los representantes del PSOE. Destacaron rostros conocidos como el de María Jesús Montero, secretaria general del partido en Andalucía, y Antonio Muñoz, el último alcalde socialista de Sevilla. Cuando ambos llegaron, la también vicepresidenta del Gobierno dedicó unos minutos a los medios de comunicación, destacando que ésta «no es una jornada más, es especialmente importante porque estamos sufriendo un retroceso a nivel internacional». «Vamos a seguir peleando por el derecho de las personas LGBTI», prometió.
Pero los militantes del PSOE no fueron los únicos en apoyar la causa de manera física, también lo hizo el alcalde de la ciudad, José Luis Sanz, acompañado de varios de los miembros de su gobierno. «Sevilla es una ciudad abierta y tolerante que apoya todas las reivindicaciones del colectivo LGTBIQ+», dijo el alcalde, que reivindicó que entre todos «celebramos los derechos que el colectivo ha ido conquistando, defendemos la igualdad y las libertades individuales de cada persona».
«Como alcalde de Sevilla, para mí es un orgullo que nuestra ciudad sea un referente de tolerancia y libertad. El colectivo LGTBIQ+ tiene de su mano a este Ayuntamiento, que va a seguir apoyando todas su reivindicaciones», añadió Sanz.
La manifestación arrancó pasadas las 19.20 horas, y el punto de partida fue la plaza Don Juan de Austria. Los primeros en abrir el desfile fueron los peatones, que portaban pancartas con frases como «sin miedo, sin odio, con orgullo». A medida que avanzaron, fueron pronunciando gritos de guerra: «¡no desfilamos, nos manifestamos!» o «¡no es una fiesta, es una protesta!».
Durante el primer tramo de la marcha, apenas hubo afluencia de espectadores. Fue a partir de la Diputación de Sevilla cuando el público empezó a aumentar. Lo que empezó siendo una fila, terminó convirtiéndose en dos o tres hileras de asistentes a medida que avanzaba la Ronda Histórica.
En el Orgullo hay protesta, pero también expresión, y en Sevilla, la multitud lo hizo a través de disfraces de licántropos, perros, egipcios, ángeles, piratas, marineros, e incluso de la mismísima Lola Flores; tutús de diferentes colores y una infinidad de accesorios más. Por su parte, las banderas arcoíris no fueron las únicas que se ondearon, también lo hicieron las de Palestina, la transexual o las que tenían escritas «stop genocidios».
En la manifestación no solo participaron jóvenes y adultos, también lo hicieron niños pequeños, porque la LGTBIfobia es algo que, a los hijos de progenitores y familiares que forman parte del colectivo, también afecta. Por eso, decenas de menores desfilaron por Sevilla con camisetas de «somos familias orgullosas».
A los peatones le siguieron las carrozas que, sin duda, fueron las que animaron la fiesta. Además de disparar con pistolas de agua -algo que todos agradecieron- y tirar regalos -monederos, fundas de móvil, pegatinas...-, ambientaron las calles con 'hits' actuales y de artistas como Merche, Fangoria, Bad Gyal, Rosalía o Chanel, asociados al colectivo. Los pasajeros de los camiones de Adhara, Itaca, Bormujos, Guillena, JB, la Diputación, el Ayuntamiento, Airbus, CCOO, UGT, Dilema y Eden fueron, sin duda, los más enérgicos. La jornada siguió por Ponce de León y Las Setas, hasta llegar a La Alameda de Hércules, el punto final de recorrido.
Aunque a muchos les pueda chocar que esta manifestación adopte el aspecto de una fiesta, lo cierto es que la comunidad LGTBIQ+ se manifiesta cantando y bailando porque el Orgullo va más allá de una protesta, como algunos defendieron este sábado: es una celebración de la diversidad, la resistencia y la vida.
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