Carnaval de Cádiz: La respuesta de la chirigota de Sevilla «Una corrida en tu cara» a la acusación de Andrea Janeiro

Este pasado lunes no iban a escarmentar e irían a por todas, sin reparar en ninguna letra de su repertorio. «Nosotros teníamos una cosa clara: no nos íbamos a bajar los pantalones» , subraya el chirigotero David Ostos. Estas semanas de concurso están resultando agridulces para los toreros de Liaño y Pablo de la Prida.

La hija de Jesulín de Ubrique y de Belén Esteban con la denuncia interpuesta a la chirigota sevillana pretendía que se eliminara cualquier referencia hacia su persona. Incluso tenía en mente paralizar el COAC en su totalidad. «El Carnaval de Cádiz está por encima de todo. Ha sido siempre eso, sátira, comedia, ironía » , comenta Ostos en representación de su chirigota.

A ningún carnavalero le gusta que le toquen su fiesta más sagrada. Las reacciones de los grandes autores y artistas que se han formado un nombre en el Falla no se han hecho esperar.

La réplica de la chirigota se haría esperar debido a las instrucciones de sus abogados. El silencio fue lo común hasta su pase de cuartos, ya que de la misma forma que había empezado este suceso querían zanjarlo. Una contestación gaditana, a través de un cuplé . Cada palabra está cargada de la cualidad principal del Carnaval, la comedia:

«Andreíta nos acusó por el cuplé que le cantamos en preliminares

vaya rollo

Andreíta, al final me como yo el pollo

La niña de Jesulín es un montón de guapa

es guapa, guapa, guapa, una jartá de guapa

hoy quiero corregirme

pido que me perdone

porque no quiero pagarle a tu madre ‘toas’ las operaciones.

Pero tengo algo aquí adentro

no sé si es conciencia o estoy ‘cagao’

fijarse si aquí hay canguelo

que el cuplé me lo ha escrito mi abogado.

Te pedimos mil disculpas

ya no te damos más caña

te animaremos en el certamen de Miss España»

No está siendo un Carnaval idóneo para ellos. Le estaban echando más cuenta a sus abogados que al público carnavalero. «Nos cogió de sopetón, pero enseguida lo pusimos en manos de los abogados y nos calmaron un poquito. Nos sentimos sobrepasados, parecía que nos iban a meter en la cárcel por un cuplé».