«El trabajo del campo es muy duro y entiendo que la gente se apañe con subsidios que no dan para mucho pero sí para ir tirando»

Con 23 años y recién licenciada en Económicas, María recorría en un coche de alquiler, cargada con una pequeña maleta llena de catálogos, los principales mercados de fruta europeos. Tras morir su padre hace seis años de forma repentina tuvo que hacerse cargo de la empresa familiar, que ha mejorado y transformado hasta convertirla en una referencia del sector con una producción de más de 3,5 millones de kilos de naranja al año. Las multitudinarias protestas del sector agrario contra la subida de materias primas y de los costes energéticos, simultáneas a las de los transportistas españoles, han puesto al campo, de nuevo, de actualidad.

¿Cómo es posible que con todo el paro que hay, casi del cincuenta por ciento en el sector agrario, haya contratar a gente de fuera de España para las campañas de recolección?

El trabajo en el campo es muy duro y la mano de obra intenta encontrar trabajo en otros sectores, a lo cual le tenemos que añadir que la temporalidad en el campo es intrínseca a su naturaleza y no siempre hay trabajo por lo que, cuando lo necesitamos, muchas veces no encontramos a gente por lo que tenemos que recurrir a mano de obra extranjera.

¿Cómo es de duro el trabajo del campo?

Nosotros recogemos la almendra en julio y agosto a más de cuarenta grados. Se empieza a las 7 de la mañana y a la 1 de la tarde ya no se puede continuar porque el calor es insoportable. Yo puedo entender que mucha gente prefiera cualquier otro trabajo o se apañe con subsidios agrarios que no dan para mucho pero sí para ir tirando. Esa es la razón por la que no hay suficiente mano de obra autóctona y tengamos que contratar a gente de fuera de España.

¿A qué países acuden para las campañas de recolección?

A Marruecos, Polonia y otros sitios. También hemos tenido ucranianos. Uno me dijo hace diez años: «María, acuérdate, los rusos invadirán mi país. Me he acordado mucho de él estos días».

¿Son buenas las naranjas de Sevilla?

Muy buenas. De las mejores. En Huelva, por la climatología, salen muy bien las mandarinas, aunque están mucho más extendidas en Valencia. En naranjas, sin embargo, estamos a la par, incluso producimos más que ellos.