La O, matriz de Triana y portal de Sevilla

Hay una soleá trianera cuya letra reza: «Sant'Ana de marineros,/ San Jacinto de las huertas,/ La O de los alfareros». La segunda parroquia del arrabal es un joyero cerámico enclavado justo en el camino real hacia Castilla, la entrada natural desde el norte hacia la ciudad, y que era el único paso útil hacia la zona intramuros por el puente de barcas. Allí, entre el Castillo de la Inquisición, las almonas, bordeando la ribera del Guadalquivir, se levantó una iglesia cuya advocación va muy relacionada con los primeros pobladores que tuvo esta zona de Sevilla. En plena Edad Media, cuando se desarrolló urbanísticamente la zona norte de Triana en torno a este camino, quienes la habitaron eran campesinos de la Vega cuya devoción era Santa Brígida, abogada de la fertilidad del campo y del ganado. En el siglo XVI, cuando empieza a fomentarse el fervor por la Virgen, esa veneración a la santa se traduce en la madre de Cristo embarazada, signo también de la fertilidad. Ese es el origen de la hermandad de la O, que comenzó dando culto a Santa Brígida y que, posteriormente, se transformó en una hermandad de gloria bajo esta advocación. De la mano del párroco, Óscar Díaz Malaver, y del historiador y secretario de la hermandad, Pedro Martínez Lara, ABC entra una de las iglesias con más historia de Sevilla y descubre el patrimonio oculto entre sus muros. «Esta advocación proviene de muy antiguo, ya se celebraba en el rito mozárabe, de una antífona que se mantiene en la O del canto por la expectación del Universo por la venida del Salvador. Esta misma fiesta se mantiene hoy día y es la que se celebra bajo el nombre de la Esperanza». Así explica Díaz Malaver el origen del nombre de la única parroquia de Sevilla que pertenece a una hermandad, y no a la inversa como es habitual. (function() {var a = String(Math.random()) * 10000000000000; new Image().src = 'https://pubads.g.doubleclick.net/activity;dc_iu=/4900/DFPAudiencePixel;ord=' + a + ';dc_seg=923189270?'; })(); A partir de 1699, se levanta el actual templo y comienza un proceso de incorporación de bienes que, a lo largo de estos siglos, han ido llegando, otras se han ido marchando y otras han desaparecido por los avatares históricos y por las continuas riadas que, dada la posición que tiene la iglesia junto al río, afectaban de forma habitual. Es por eso por lo que la hermandad de la O decidió que el interior del templo y los pies de los altares se recubriese todo de cerámica, porque era más funcional al ser un material más resistente y porque el entorno del templo estaba rodeado de fábricas de alfarería.Entre las obras fundamentales destaca el retablo mayor, que no está documentado pero que casi con seguridad se debe a Miguel Franco de principios del XVIII, que acoge a la Virgen de la O dolorosa, la primera titular de la corporación, y que es obra de Antonio Castillo Lastrucci, en sustitución de la anterior imagen que fue destruida en la Guerra Civil. GALERÍAVea la galería completa (43 imágenes)Según Pedro Martínez Lara, el órgano es otro de las piezas más importantes, que procede del desaparecido oratorio de San Felipe Neri, junto con un conjunto numeroso de retablos, esculturas y pinturas, entre ellas la Virgen del Buen Consejo de Duque Cornejo, que se sitúa en el testero de la nave del Evangelio. En la de la Epístola, además de la pila donde se han bautizado los trianeros de esta zona del arrabal, se encuentra la cruz de carey de Jesús Nazareno y el acceso a la capilla sacramental. Además, se encuentra un extraordinario conjunto escultórico de Santa Ana y San Joaquín con la Virgen niña, atribuido a Pedro Roldán, y que va a ser restaurado este año gracias a la subvención concedida por la Consejería de Cultura. La capilla sacramentalDe este mismo escultor es la imagen del Señor. La hermandad contrató en 1685 la hechura de un Cristo con la cruz a cuestas que vino a sustituir a un crucificado con el que la hermandad realizaba la estación de penitencia hasta Santa Ana. «Por la dificultad que había para sacarlo por la puerta, eligieron una iconografía distinta también atendiendo al cambio de sensibilidad estética y devocional que se da a partir de la segunda mitad del siglo XVII, dado que es una imagen que aunque refleja una escena de la Pasión, emana una gran misericordia al abrazar la cruz de carey no como un patíbulo de muerte sino como un lábaro de triunfo», explica Martínez Lara.La imagen de Jesús Nazareno en el retablo cerámico de la fábrica Nuestra Señora de la O - Manuel GómezLa imagen de Jesús Nazareno preside una capilla que es un auténtico compendio de la mejor cerámica trianera. A comienzos del XX, la iglesia de la O se convirtió en la segunda parroquia de Triana y, por ese motivo, los hermanos inician una capilla sacramental entre 1908 y 1910 basándose en el estilo predominante de la época, el Regionalismo, y la alta producción alfarera del barrio. «Desde los zócalos, que son de cerámica pintada en plano, al retablo, construido en cerámica vidriada y en volumen, pasando por las paredes en bizcocho sin vidriar, se ven todas las modalidades de lo que una fábrica de cerámica en esta época era capaz de producir en el corazón de ese centro de producción que era Triana», afirma el historiador. Todo este joyero de barro y esmalte salió de la fábrica que tenían unos hermanos de la corporación, la de Manuel García Montalván, que además llevaba por nombre «Nuestra Señora de la O».La torreUno de los elementos más destacados de la parroquia es la torre campanario. Pese a que no es de gran altura y que en estos últimos años le ha ganado la partida el rascacielos que se levanta justo al término del antiguo camino real de Castilla, es un tesoro arquitectónico de gran belleza. La imagen actual corresponde a la segunda mitad del siglo XVIII, ya que el terremoto de Lisboa derribó la anterior torre. «Este campanario contiene, entre otras curiosidades, el azulejo más antiguo fechado de una cofradía sevillana, que es el de Nuestro Padre Jesús Nazareno en 1760», indica Martínez Lara. El azulejo datado más antiguo de las cofradías de Sevilla, a los pies de la torre de la O - Manuel GómezEn las obras de restauración que se llevaron a cabo durante los años 90 con motivo de la Expo 92 y el ennoblecimiento de las fachadas de los templos de Sevilla, apareció en uno de los huecos que antes eran de iluminación de la torre el cadáver momificado de una niña de unos dos años cuya publicación por parte de la prensa en su momento causó impacto ya que se descubrió que en épocas de epidemia como las que se está viviendo ahora hacían falta lugares de enterramiento poco usuales dentro de las iglesias. En la hermandad de la O aseguran que los obreros todavía están corriendo del miedo que causó la aparición.

La O, matriz de Triana y portal de Sevilla

Enclavada en pleno camino real de Castilla, la segunda parroquia del arrabal es un compendio de la mejor alfarería y debe su nombre a la devoción de los campesinos de la Vega

Fotogalería: Los tesoros de la Parroquia de La O de Sevilla

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