La taberna El Corto Maltés cierra tras 25 años porque no puede asumir la subida del alquiler

En un comunicado difundido por redes sociales y en el que explican los motivos del cierre, detallan que la propiedad les quiere subir hasta cinco veces el precio del alquiler que venían pagando, algo que tildan de «inasumible». El dueño del establecimiento relata que intentaron en reiteradas ocasiones llegar a un acuerdo de cara a la renovación del contrato. A través de sus líneas se confiesa una víctima más de la especulación.

«El 14 de octubre pasado mediante un frío burofax, la propiedad nos comunicó que a partir del 1 de enero no nos renovaban el contrato. Algunos me preguntáis si no se puede hacer nada, creedme que lo he intentado todo creyendo desde el principio que era una estrategia meramente especulativa . Nunca obtuvimos respuesta a nuestras ofertas hasta que el pasado 19 de diciembre, ya sin poder de reacción alguno, no quedaba tiempo, nos comunicaban que ya tenían otro inquilino y, por aquello de tener nosotros la primera opción, la oferta era el quíntuple de lo que pagábamos, es decir, inasumible de todas todas».

El Corto Maltés abrió sus puertas cuando la Alameda de Hércules comenzaba a dejar su pasado como barrio infectado por la droga y la marginalidad en los años 90 , tras la Exposición Universal. Pero no ha podido sobrevivir a la transformación radical de un espacio, que hoy en día está siendo tomado por las franquicias, atraídas por la revalorización del espacio.

El comunicado está cargado de sentimiento ante un cierre obligado del que no han querido hablar ni confirmar hasta el último momento: «N o perdíamos la esperanza de llegar a un acuerdo y me aterraba llegar a este momento, como si al trasladároslo fuese como si no hubiese marcha atrás».

Asimismo, el dueño del bar quiere agradecer el apoyo de todas las personas que han formado parte del negocio: «De parte de todos los que hemos estado de una y otra parte de la barra, compañeros, clientes y amigos agradeceros el poder haber vivido como una especie de Peter Pan hasta los 55 años , sin apartarme lo más mínimo de mi proyecto inicial, tener amigos y compartir charlas, charletas, risas, alegrías, pernoctaciones, momentazos, momentos duros, con el transfondo de la música que nos mueve y, menos mal, nos enseña a ser mejores y hacer más llevadero el día a día».

«Nos quitan esa esquina que creímos nuestra pero, la memoria de los tiempos vividos, eso no podrán quitárnoslo. Hasta el 31 de diciembre la puertas de vuestra taberna de Corto Maltés estarán tan abiertas como siempre », concluyen.