Sólo el 30 por ciento del profesorado de la UPO es personal funcionario

Así, de esos 1.080 profesores, solo 313 son funcionarios. Hay 95 que son catedráticos y 212 profesores titulares entre las facultades y las escuelas universitarias. El resto del personal docente , entre los profesores asociados, ayudantes, colaboradores, contratados, sustitutos e interinos y visitantes, no tiene la categoría funcionarial y hay lista de espera de profesores esperando que se convoquen sus plazas.

Es algo que preocupa en la UPO que pretende dar más estabilidad a su plantilla y seguir aumentando el número de funcionarios. Y con esa idea se utilizará la tasa de reposición funcionarial de otra universidad, en este caso de Málaga, para convertir en funcionarios a parte de su plantilla dotándola de la estabilidad que ello supone. Según la vicerrectora de Profesorado de la UPO, Estefanía Rodríguez, unos veinte profesores contratados doctores, (en esa situación hay actualmente 101 mujeres y 70 hombres), adquirirán la categoría de funcionarios cuando acabe el proceso que han iniciado para utilizar esa tasa de reposición de Málaga.

La tasa de reposición universitaria es el porcentaje que establecen los Presupuestos Generales del Estado para convocar plazas en la universidad que normalmente depende de los funcionarios que han salido de la docencia por fallecimiento, jubilación y otros motivos y los que van a entrar. Actualmente se ha establecido que esa tasa de reposición sea del 110 por ciento, lo que supone que de cada diez plazas libres de profesores, investigadores o personal administrativo que se jubilen se podrá contratar a 11. Y también que las universidades públicas, dentro de una misma comunidad autónoma, podrán ceder a otra universidad excedente de su tasa de reposición, algo que va a utilizar la Pablo de Olavide con el excedente de su homóloga de Málaga para dar estabilidad a parte de sus docente.

Actualmente la UPO tiene lista de espera de profesores ya acreditados por la Aneca (el organismo que otorga esta categoría) como titulares que, sin embargo, no podían adquirir esa condición de funcionarios porque no se convocaban sus plazas. «Tenemos listas de gente acreditada para profesores titulares y contratado que no podían adquirir la condición de funcionarios porque no se convocaban las plazas», explica la vicerrectora recordando que la UPO ha sufrido el impacto de los recortes en la tasa de reposición durante varios años y celebrando que a partir de ahora puedan dar estabilidad a una parte de su personal. El proceso ya se ha iniciado y cuenta con el visto bueno de la Junta de Andalucía.