Suscríbete a
ABC Premium

Sevilla

San Torrijos

El comunista está intentando lavar su imagen con teorías de la conspiración tras su absolución de Mercasevilla, pero la verdad aún le espera

Antonio Rodrigo Torrijos, en los juzgados del Prado de San Sebastián J.M. Serrano
Alberto García Reyes

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Dice Torrijos, aquel comunista que dejó la ciudad hecha un cristo en su comandita con Monteseirín, que su absolución en el juicio de la venta de los suelos de Mercasevilla demuestra que fue perseguido por una supuesta mano negra , a la que él ... llama el «tea party», que le persiguió porque no podía consentir la «transformación social» que él estaba logrando con sus políticas contra los «privilegios inamovibles de la Sevilla eterna» . Todo ese blablablá conspiranoico que ha construido a partir de su reclamación a la juez Mercedes Alaya con motivo del informe del Consejo General del Poder Judicial en el que se reconoce que hubo un «anormal funcionamiento de la Justicia» por demoras le permiten presentarse ahora como un santo al que le destrozaron la vida . Torrijos ha construido una postverdad con la que está intentando limpiar su imagen proclamándose un luchador contra las injusticias de los poderosos sobre los débiles, pero todo su relato está plagado de lagunas y mentiras.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia