Sevilla relanza sus planes urbanísticos para proteger la herencia de la Expo 92

El palpable deterioro de la isla ha hecho recapacitar poco a poco a las administraciones que gozan de competencias en la misma, Ayuntamiento (urbanismo, viales, zonas verdes...) y Junta de Andalucía (parque Científico y Tecnológico y antiguos activos de la Expo), que empiezan a reaccionar y a disponer de planes para relanzar este espacio. Entre estas iniciativas, destacan especialmente las que el Ayuntamiento de Sevilla ha aglutinado en todo un plan de acción para ir paliando el tremendo déficit en la Cartuja y comenzar a dar realce a algunos aspectos olvidados. Ya empezó a hacerlo tímidamente en el mandato anterior —en el que la iniciativa privada de La Caixa en Puerta Triana supuso casi todo el bagaje— y en el actual seguirá avanzando para integrar mejor este territorio y atender sus necesidades, cometido para el que quiere impulsar un distrito tecnológico y ha nombrado a un delegado específico.

En este sentido, precisamente ese desarrollo de Puerto Triana y del complejo Torre Sevilla y el Parque Magallanes suponía el primer escalón, pero quedan muchos otros que ahora se han redimensionado y se recuperan una vez se va saliendo de la crisis sanitaria del Covid-19 formando todo un plan de acción municipal. En el mismo, al que este periódico ha tenido acceso, se ha incluido como piedra angular el acuerdo alcanzado con la Comisión Europea para la construcción de su nueva sede del Joint Research Center en el solar donde se ubicaba el Pabellón de los Descubrimientos como nuevo centro de referencia en investigación. Se ha iniciado ya el concurso de ideas para un proyecto arquitectónico singular y en la sesión de la comisión de reactivación de la semana pasada estuvo su director, el español Mikel Landabaso, reafirmando el compromiso con Sevilla y con ese nuevo centro de investigación.

Junto a este Centro Común de Investigación de la UE, en cuyas licencias y proyecto trabaja la Gerencia de Urbanismo, otros dos referentes vinculados a la innovación tecnológica conforman las tres grandes patas sobre las que se reforzará la presencia de la isla. Uno, el convenio con Endesa y la Junta de Andalucía para el desarrollo del proyecto de eficiencia energética y movilidad eléctrica Smart City Cartuja, con una dotación de 100 millones de euros para reformar todo el recinto. Y dos, el proyecto Cartuja Qnat , con 5 millones de euros de un programa europeo de lucha contra el cambio climático mediante el que ahora se va a acometer la reurbanización de la calle Thomas Alva Edison, que se regenerará por completo a modo de plaza pública para dotarla de un microclima particular y más benigno. En la siguiente fase se hará lo propio con la avenida Marie Curie, que presenta un lamentable estado con aceras y jardines destrozados y llenos de maleza.

Además, esta programación para proteger la vieja Expo cuenta con un plan de asfaltado y pavimentación de viales , cuya ejecución ya está aprobada para que se realice antes de que acabe el año con un presupuesto de 300.000 euros para adecentar las calles Álvaro Alonso Barba, Juan Bautista Muñoz, José de Galves, Matemático Rey Pastor y Castro, que actualmente presentan un grave deterioro y peligrosos baches para la circulación. Vendrán a sumarse a la reurbanización de Inca Garcilaso y la reparación de carriles bici de Leonardo Da Vinci, ya ejecutadas. En las últimas semanas, además, se ha llevado a cabo un programa de mejora del Jardín Americano y de los Jardines del Guadalquivir en la zona de titularidad municipal. La Junta de Andalucía, además, ha comenzado a tramitar el arreglo y adecentamiento del Canal de los Descubrimientos, que muestra un pésimo estado de abandono, aprovechando que la mitad del Pabellón del Futuro se ha remozado con 5 millones para albergar el Archivo General de Andalucía. La Universidad de Sevilla, por su lado, ha puesto ya enmarcha el proyecto del Centro Andalucía Tech de la Escuela Politécnica Superior de la Cartuja, una ambiciosa inversión de 9,5 millones de euros cuyo edificio se está rematando.

Por otra parte, la presión de entidades como Legado Expo también ha puesto sobre la mesa la necesidad de ampliar la protección urbanística de más edificios que fueron hitos de la muestra universal del 92 y que actualmente no gozan de ese parapeto, lo que les hace estar en peligro de demolición, como va a ocurrir con el Pabellón de la ONU, donde se va a construir una residencia universitaria. Urbanismo tiene ya sobre la mesa propuestas para ampliar ese catálogo de bienes protegidos de la isla y hacer algo parecido a lo que s eha hecho con edificios del barrio de Nervión.