La Policía confirma el «perfil genético» del acusado del crimen de la Cruz Roja en una toalla

En concreto, dicho agente, a preguntas del fiscal, ha centrado su intervención en la toalla naranja intervenida en las actuaciones y que según la investigación y la Fiscalía habría usado supuestamente el acusado para estrangular a la mujer. El presunto asesino, en su declaración, afirmó que la toalla era suya y que se la dio su hermana; mientras la hija de la víctima aseguró que dicha prenda, de color naranja, pertenece a un juego de toallas de su madre.

Este especialista ha manifestado que en dicha toalla fueron detectados, entre otros aspectos, dos «perfiles genéticos» correspondientes al acusado y a la víctima del crimen , especificando que tal extremo refleja que la persona a la que corresponde el perfil ha tenido un «contacto directo» con el objeto en cuestión. En la toalla, no obstante y como ha reconocido, fueron detectados «distintos perfiles genéticos».

En la sesión de este martes también han comparecido dos agentes de la Policía Nacional que realizaron informes periciales sobre los teléfonos móviles del acusado, para el que la Fiscalía reclama un total de 30 años de cárcel ; y de la víctima, Rosalía, de 54 años de edad y cuyo cadáver fue hallado el 20 de julio de 2020 en una vivienda del entorno de la calle Cruz Roja, después de que dicho inmueble fuese objeto de un incendio.

El acusado reconoció ayer en el juicio el «uso fraudulento» de la tarjeta bancaria de la fallecida tras recurrir a ella para servicios sexuales y robarle dos teléfonos móviles, un ordenador portátil y su cartera, sustracciones todas ellas admitidas.

Mientras la Fiscalía le achaca una supuesta «asfixia mecánica» y mortal de la mujer mediante una toalla que ella misma le había facilitado para que se duchase, incendiando luego el colchón donde quedó el cadáver de la mujer y huyendo del piso con dos teléfonos móviles de ella y una cartera; el acusado alega que la toalla que usó la portaba él en su propia «mochila» porque era de su hermana y aunque admite el citado robo de dos teléfonos móviles, un ordenador portátil y la cartera de la mujer, niega cualquier «incendio o muerte» .

Los agentes intervinientes en la vista oral han explicado que la mujer ofertaba sus servicios sexuales en una página de contactos exponiendo en su anuncio que «estaba sola» en un apartamento de una «calle muy discreta», confirmando que en el teléfono de la mujer figuraba registrado como contacto el número de teléfono del acusado , mientras en el dispositivo del acusado el número de contacto de la víctima había sido «borrado».

También ha testificado este martes un sargento del servicio municipal de Salvamento y Extinción de Incendios que ha desplegado consideraciones técnicas acerca del incendio.

La sesión de esta mañana ha sido la tercera del juicio. En la tarde de ayer lunes fue protagonista la jefa del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional de Sevilla, quien resaltó algunos indicios relevantes contra el acusado, como la geolocalización de los teléfonos móviles . Además señaló que los investigadores localizaron al supuesto «coleguilla» que le dio 50 euros al acusado antes de quedar con la víctima. Esa persona, el día de los hechos, estaba en Bilbao.