El negocio de la droga en Sevilla: las narcolanchas colonizan el Guadalquivir

Si bien, como viene informando ABC, lo llamativo de la última embarcaciones descubierta, que quedó calcinada por un incendio, es el punto donde fue encontrada, a bastante distancia de las zonas habituales de descarga en Coria, la Puebla del Río, Isla Mayor o Lebrija; municipios muy castigados por los traficantes debido a su situación geográfica junto al Guadalquivir . En esos municipios, la Guardia Civil ha descubierto naves e incluso embarcaderos por donde se echan al agua o atracan las narcolanchas con cierta discreción. En Isla Mayor hay todo un polígono industrial junto a uno de los brazos que conforma el río en esa zona de marismas que ha sido registrado por los agentes en varias ocasiones.

La importancia del río Guadalquivir también queda en evidencia en 2019, cuando una operación de la Guardia Civil reveló el acuerdo al que había llegado el capo del hachís, Abdellah El Haj Sadek Membri, conocido como el «Messi del hachís» , y los hermanos Lana , que tienen su base en Coria del Río. El narco marroquí, como harían otros traficantes, optaron por desviar sus cargamentos ante la presión policial que se mantiene en la zona del Campo de Gibraltar . Los Lanas además le ofrecía una importante logística, que incluía mecánicos y puesta a punto de embarcaciones. Para ello utilizaban naves en Isla Mayor, Pilas, Sevilla capital, y en Villanueva del Trabuco (Málaga). En esta última, dedicada a la construcción de embarcaciones, se fabricaban las «gomas» para los narcos.

Y si la presión ha sido y es elevada en el epicentro de la lucha contra el narcotráfico en la costa andaluza, también se ha intensificado el trabajo de la Guardia Civil en el río Guadalquivir. Las continuas operaciones llegaron a generar un problema secundario por falta de espacio en el depósito judicial que tiene la Consejería de Justicia en Bellavista y que no estaba autorizado a albergar narcolanchas, más habituales en las provincias costeras. Esto provocó que las embarcaciones que iban interceptando los agentes se fueran acumulando en la entrada de la Comandancia de la Guardia Civil de Sevilla, mostrando una imagen hasta esa fecha (noviembre del año pasado) desconocida.

Pero Sevilla no sólo es centro de almacenaje y distribución con conexión al río Guadalquivir. En mayo, la Guardia Civil se incautaba de un alijo de siete toneladas en una nave del polígono San Nicolás, en Alcalá de Guadaíra. La mercancía estaba en el interior de un remolque. La organización investigada introducía sus cargamentos de hachís por Ayamonte e Isla Cristina y la vecina Portugal. En Huelva tenían una primera guardería más próxima a los puntos de descarga en la costa y el de Sevilla era su segundo centro de almacenaje, que además operaba como centro de distribución. La droga que salía de Huelva llegaba a Alcalá en furgonetas.

Este tipo de embarcaciones, también llamadas planeadoras , están prohibidas desde 2018, cuando el Gobierno firmó un Real Decreto justificado en la urgencia de adoptar una medida que complicara aún más la labor de los narcos. Con la ley en la mano, esas lanchas pueden ser intervenidas aunque no estén implicadas en una actividad delictiva. Quiere decir que todas aquellas que apa