La Policía vigila la llegada a Sevilla de 400 ultras violentos por el partido de este jueves

Este miércoles por la noche ya se registraron los primeros incidentes en el centro de la ciudad; si bien no fueron relevantes. La Policía Nacional recibió numerosas llamadas de vecinos alertando de peleas en la calle, tumultos, gritos. El escaparate de un comercio de la calle Sierpes ha amanecido destrozado. Muchas de esas llamadas señalaban la zona del Paseo Colón , un punto caliente porque en los establecimientos de allí se concentran desde bien temprano a consumir alcohol.

El trabajo policial en estos días va enfocado sobre todo a la prevención. Los agentes saben que muchos de estos aficionados radicales aprovechan los viajes, bien de su equipo o de otros clubes, para desplazarse por todo el continente y citarse con aficionados rivales para pelearse. En esta línea, la Policía ha evitado que en las últimas horas se produjera una pelea multitudinaria entre estos ultras violentos llegados a la capital en las últimas horas y aficionados de los Biris. Los agentes habían interceptado informaciones que apuntaban a una quedada en un punto de la capital para enfrentarse. Gracias al trabajo de identificación y seguimiento de estos grupos violentos se ha evitado una reyerta que podría haber tenido consecuencias fatales.

El pasado mes de noviembre, la Policía Nacional consiguió abortar otra batalla campal que habían programado los hooligans del Slask Wroclaw (Polonia) y los Biris. Ambos grupos se declararon la guerra en 2013 y desde entonces protagonizan peleas por el continente europeo. Los agentes españoles lograron neutralizar a una treintena de ultras de Ave Silesia por la zona de Nervión. Habían llegado a Sevilla camuflados entre la hinchada de un equipo húngaro que se enfrentaba con el Betis al día siguiente.